CAPITULO 69 Su…madre…viene…para…acá, lentamente repitió esa oración en su mente.  La madre de Bill venía hacia ellos y ella estaba en la cama con su hijo  semidesnuda y debajo de él….quizás este sería un buen momento para  huir, pensó. Clavó sus ojos en la puerta luego en Bill quien la miraba  nervioso. 
Si, definitivamente tengo que huir.  Afrodisia –ammm…creo que es un buen momento para que me dejes salir no? –lo empujó suavemente pero él no se movió –Bill…sal 
Bill –no 
Afrodisia –perdón? –Tragó saliva –resulta que tu madre viene para  acá y digamos que no estoy presentable, además que no soy precisamente  alguien con quien ella quiera verte –estiró su brazo buscando su top y  lo miró de reojo –vamos…otro día ammm….podemos continuar pero para eso  tengo que estar viva –se rió, o al menos lo intentó –Bill…déjame salir
Bill –quédate –le pidió –quiero que te quedes –sus ojos la miraban  con ternura –por favor –histérica lo empujó y el cayó de espaldas
Afrodisia –pero…acaso ¡¿tú estás loco?! –se regañó mentalmente por  haber gritado, vaya manera de mantener en incognito, suspiró y se frotó  el rostro –que parte de no soy bienvenida aquí no entiendes? –agitó los  brazos –para que lo sepas, yo si tengo mi instinto de conservación  asique me iré…luego te veré –rápidamente salió de la cama y se puso su  ropa, se arregló el pelo y se volteó –entiende que no necesitamos más  problemas de los que hay sí? –iba a tele transportarse pero sintió una  mano jalando su cintura 
Bill –por esta vez no te haré caso –la abrazó con más fuerza –te  quedarás y verás que mi madre no es tan terrible como seguro piensas –se  rió y besó su cabello –le caerás bien
Afrodisia –como una piedra en el zapato –bufó –no seas tonto y déjame ir o
Bill –o qué? –sonrió –te irás? Sabes que si lo haces me estarías  llevando contigo –se quedo callado unos momentos –pensándolo mejor  si…hazlo, así podre ver tu verdadera habitación –sorprendida se volteó y  lo miró 
Afrodisia –eres…aght! –frunció sus labios y piso fuertemente el  suelo –si lo hago no iré a mi cuarto…iré al salón de los soldados y te  dejaré ahí para que te maten…qué opinas? 
Bill –que patearé sus traseros y luego me tendrás junto a ti –se rió  sonoramente –acaso crees que tengo mi puesto por nada? Pfff…vamos  linda, lo que tengo me lo he ganado
Afrodisia –no seas tan presumido que yo misma los he entrenado  –achinó sus ojos –y no soy quien para detenerlos si es que ven a un  enemigo –sonrió –entonces…que será? –ambos fijaron su vista en la  puerta, alguien tocaba
Bill –tu qué crees? –su respiración se agitó…era vampira muerta si se quedaba pero, Bill…le estaba pidiendo que se quedara –amor... –su cuerpo tembló
Afrodisia –me voy –dándole la espalda quedó frente a la ventana que  daba hacia el balcón. Cerró sus ojos para tele transportarse, sintió un  frío correr por todo su cuerpo…ya se estaba desvaneciendo, no tardaría  segundos en estar en la parte trasera de su casa. Una pena la embargó al  pensar en Bill pero no importaba cuan valiente pudiera aparentar…temía.  Temía que por oponerse y estar del lado suyo le cayera represalias…era  algo que no podría tolerar 
Bill –esta vez no te dejaré ir….nomás –se congeló al escuchar su voz  tan cerca, antes de que pudiera abrir sus ojos sintió una fuerza  rodearla dándole calor a su cuerpo, la estaba abrazando. Una lágrima  corrió por su mejilla. Dentro suyo había deseado que lo hiciera, sin  darse cuenta estaba sonriendo –sabes…das miedo con esa sonrisa –sus  manos acariciaban su cintura en círculos mientras le hablaba –no me  dirás nada? –ella asintió. Con una última mirada a sus ojos se empinó,  cerró sus ojos y lo besó. El tenía razón, no podía salir corriendo otra  vez…se quedaría junto a él sin importar que pasará. Si su madre los  veía…que así fuera. 
Pasó ambas manos alrededor de su cuello, lo aferró fuertemente  sintiendo su corazón latir desbocado por la fuerza que sentía sobre sus  labios. Estando con él su cuerpo cobraba vida…ya no era la misma. Cada  beso y caricia estaba lleno del amor que se tenían…no lo cambiaría por  nada del mundo. Ladeo el rostro para profundizar aun más el beso, sintió  como con cada segundo que pasaba su respiración era más agitada. Nada  podía separarlos
Interrumpo? –bueno, eso podría. Al abrir sus ojos se encontró con la  mirada relajada de él y le sonrió. Sin dejar un segundo para dudas se  separó, dio un paso hacia su costado y enfrentó la mirada sin emoción de  quien estaba segura era la reina. Sin apartar la mirada tomo suavemente  la mano de Bill, necesitaba sentir que estaba junto a ella, él le dio  un suave apretón 
Bill –hola mamá –sonrió –deberías haber tocado la puerta antes –dijo  tranquilo, su madre cruzó los brazos sobre su pecho y alzó una ceja
Madre –a decir verdad lo hice pero creo que –miró a Afrodisia  –estabas un poco ocupado para darte cuenta –al instante se sonrojó 
Bill –perdón –soltó su mano y la pasó por su cintura acercándola a él –ella es 
Madre –Afrodisia verdad? –Tragó saliva, y asintió levemente –se  mucho sobre ti –suspiró y los miró detenidamente –eres muy atrevida al  venir a mi castillo y estar en el cuarto de mi hijo –se mordió el labio  nerviosa por lo que estaba diciendo –acaso pensabas que lo iba a dejar  pasar niña? –se acercó hacia ellos –o creíste que no lo sabría? 
Bill –ma…
Madre –silencio –lo calló –y tu….ni empieces a hablar que estoy muy  enojada contigo –negó varias veces con el rostro –como es posible?  –frunció el labio y se acercó aun más
Bill –yo…
Madre –tu nada –posó las manos sobre su cintura –Bill Kaulitz tienes  novia y no le dijiste a tu madre?!…que tienes que decir a tu favor  jovencito? –sus pensamientos se paralizaron al escucharla, la miró y sus  ojos se abrieron por completo. Es que acaso…ella, no podía creerlo.  ¿Podía ser tan fácil? Agradecía que Bill la tuviera sostenida…sus  rodillas se doblaron y se aferró a su brazo, nuevamente la miró  esperando que la botara…que los intentará separar pero al encontrarse  con sus ojos se paralizó…no veía furia ni ira….era ternura, respeto…le  sonrió y se acercó a ella, tomo una de sus manos y se rió –en tus ojos  veo confusión linda –acarició su palma suavemente –y te entiendo. Por  años tu clan y el mió han vivido en guerra por una tragedia causada  gracias a la codicia de una persona. Años de mentiras lanzadas hacia  nosotros para nunca estar en paz pero ahora –suspiró –por fin he quitado  el velo de mis ojos y no permitiré que mis hijos –miró de reojo a Bill  –tengan que sufrir y dar la espalda a la persona que aman por algo que  no son responsables –sus oídos no daban crédito a lo que estaban  escuchando. No podía creerlo. Ella aprobaba su relación….no se opondría 
Afrodisia –yo –se aclaró la garganta –no sé qué decir –sonrió  –gracias –hizo una reverencia –significa mucho para mí su consentimiento
Madre –ay tan linda –se rió pero al instante se puso seria y miró hacia él –y tú? –frunció el ceño 
Bill –mamá –hablo bajito –no seas así
Madre –que no sea qué? –Resopló –encima ni me quieres responder, lo  que faltaba –negó y miró a Afrodisia –ya grande y tengo que sacarle todo  con cuchara a este niño 
Bill –no soy un niño –se quejó, la madre le guiñó y ella sonrió –solo que….si te lo iba a contar…pero…
Madre –aja –suspiró –no te salvas de una charla jovencito,  entendido? –el asintió –muy bien…me retiro –antes de salir los miró  –Bill…sabes que no se puede quedar mucho tiempo
Bill –no te preocupes 
Madre –bueno…ya pueden volver a lo que estaban haciendo –les sonrió y guiño un ojo 
Bill –mamá! –la soltó y se acercó en dos pasos a la puerta, con cuidado empujó lentamente a su madre y cerró la puerta 
Cuando termines vienes conmigo que te espera un castigo –se escuchó detrás de la puerta, ambos rieron… 
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