jueves, 28 de julio de 2011

Fic Enemys or Lover Capitulo 73


CAPITULO 73

Pasaron unos minutos en que Afrodisia se quedó callada mientras recordaba el dolor que sintió, esa vez había sido tan intenso, como si miles de dagas estuvieran atravesándole todo el cuerpo dejándola fuera de combate. Una sombra se había apoderado de todo su cuerpo estando debilitada por el dolor y en todo lo que podía pensar era en saborear la muerte de todos los que estaban a su alrededor. Tener sus cuerpos sin vida a sus pies, la sangre caería por sus manos deleitándola en el placer que la muerte traería. Asustada se recostó sobre una pared y se abrazó a sí misma. ¿Qué me está pasando?, se dijo a sí misma. Una voz la sacó de sus pensamientos
Sindra –hey…estas bien? –Se acercó y tomó su mano –dime que paso
Afrodisia –no he dejado de sentir esos dolores y…cada vez son más fuertes –suspiró –me dejan completamente vulnerable y es como si luego algo estuviera sobre mí y me hiciera cambiar…pierdo el sentido y solo tengo un objetivo en mi mente –la miró a los ojos –matar….matar a todos –un escalofrío le recorrió la espalda –al principio no era tan fuerte pero…esta vez fue tan poderoso…como si me llamara para que cumpliera con la orden –se separó de su amiga, cruzó sus brazos sobre su pecho y frunció el ceño –no entiendo porque me está pasando y lo peor de todo es que no sé cómo detenerlo…
Sindra –linda… -la abrazó por detrás –no eres ningún monstruo, eso lo sé –la rodeo y le sonrió –nunca he conocido a alguien tan fuerte como tú…puedes combatir esta fuerza
Afrodisia –esto es algo que me sobrepasa Sindra –se mordió el labio nerviosa –tengo miedo de que vuelva a tomar posición de mí y no pueda detenerlo… ¿qué pasa si sucede cuando estemos en el castillo con ellos? –Cerró sus ojos y suspiró –esto es por mi sueño y lo sabes… algo va a pasar y yo… -tembló –yo perderé el control
Sindra –aun no está dicho todo…alguien está actuando contra ti sino como tendrías impulsos de este calibre? Es cierto que nuestra raza es conocida por ser violenta pero no así…alguien te manipula y pongo mi dedo sobre tu consejero…nunca me ha caído bien y lo sabes…oculta algo –se paseó por el cuarto mirando a su alrededor –apostaría mi vida a que él sabe lo que te está pasando
Afrodisia –si, tenemos que –unos pasos sonaron por los pasillos –alguien viene –antes de que tocaran la puerta, ella lo hizo y se encontró con un guardia –si?
Guardia –alteza –hizo una venia –el consejero solicita su presencia y la del primer al mando para discutir los detalles del ataque a los clanes Müller y Kaulitz, me mandó decirle que los carruajes del clan Müller que llevan a los jefes del clan y a las herederas ya llegó al castillo……


Mientras esperaba que contestaran la llamada, movía sus dedos hacia arriba y abajo sobre la mesa vieja. Tenía que hacer la llamada antes de que ellas llegaran y pudieran escuchar la conversación
–alo? –escuchó una voz temerosa contestar al otro lado del teléfono, roló los ojos ante el miedo en su voz
Gustav –tengo niñas que suenan más valientes que tu –bufó –quiero confirmar que el carruaje con los miembros reales del clan ya llegaron –unos suspiros se escucharon por el auricular
–Es correcto, mi señor…Georg confirmó su llegada al castillo –el sonrió –en estos mismos momentos los jefes están reunidos mientras los príncipes están yendo a conocer a sus prometidas
Gustav –perfecto, no realicen ningún movimiento hasta la noche, esta entendido?
–sí, señor
Gustav –quiero que todo quede bien, no perdonare ninguna falta….es vital que todos se lo crean –frotó nariz irritado –te lo repito…ninguna…falla….tienen que estar impecables e idénticos…será tu vida y la de tu compañero la que yo disfrutaré quitando si me fallan…y será una muerte muy lenta –se escucharon voces que provenían del pasillo –llamaré para confirmar el éxito de la operación –colgó el auricular y suspiró –inútiles –con cuidado guardó los libros de maldiciones, segundos después la puerta se abría dejando ver a Afrodisia y la soldado –veo que recibieron mi mensaje –sonrió –por favor, entren –señaló con sus manos las sillas –tomen asiento para que podamos empezar –con recelo ambas se sentaron y cruzaron miradas antes de fijar su atención a él –como el guardia ya les habrá avisado espero, en el castillo Kaulitz ya se encuentran hospedados los líderes del clan Müller y sus hijas, según informantes del clan sabemos que esta noche será el anuncio y compromiso de los herederos asique es vital que su alteza vaya escoltada –miró a Sindra –por usted para hacer un reporte del evento que se llevará a cabo….por la celebración las escoltas de los clanes estarán apostadas dentro del castillo y nadie estará vigilando los alrededores lo que nos daría la oportunidad perfecta para dar el ataque –al voltearse cerró los ojos saboreando su victoria –si este es el caso, la orden es que regresen para venir y dirigir el ejército para la batalla
Afrodisia –entiendo –se levantó seguida de Sindra y se encaminaron hacia la puerta, antes de salir ella se volteó y lo miró –al volver hablaremos y me dará unas respuestas…entendido?
Gustav –sí, mi señora –dijo inclinándose –la estaré esperando con ansias –disimulando su enojo abrió la puerta y salieron –la estaré esperando mi precioso demonio….


Tocaron levemente la puerta…
–mis señores, sus prometidas esperan –dijo….el sexto guardia que mandaban para llamarlos a reunirse con las princesas
Bill –y pueden seguir esperando –murmuró contra su cama, sintió un empujón en su pierna –que quieres Tom?
Tom –de verdad piensas quedarte tirado aquí toda la noche? –se rió –vamos…no puede ser tan malo o sí? –Se recostó a su lado –piénsalo de esta manera….bajamos…hablamos con ellas unos minutos y las dejamos…tan sencillo
Bill –no lo había pensado –se volteó
Tom –claro que no…yo soy el gemelo inteligente –se rieron –listo para bajar entonces? –Asintió –muy bien porque estoy seguro que si alguien más sube no será un guardia sino mamá –se levantó de la cama y abrió la puerta –no sé tú…pero yo no quiero enfrentarme a mamá
Madre –me alegra escuchar eso –dijo apareciendo delante de ellos –ahora…donde están los caballeros que eduque?
Bill –no prometo mucho –dijo saliendo del cuarto, parándose junto a su hermano
Madre –solo les pido que les den un recorrido del castillo luego yo iré con ustedes para estar con ellas, antes de la noche hablare con su padre para anular la alianza, de acuerdo?
Tom –gracias ma –ambos se despidieron dándole un beso en la mejilla y se fueron a la entrada principal donde estaban las princesas…


El viento corría libre por los árboles meciéndolos mientras la noche avanzaba dejando en oscuridad los caminos de piedra que recorrían el bosque. En la copa de un árbol estaba Sindra observando el movimiento dentro del bosque, con cuidado de no revelar su posición se bajo brincando hasta el suelo en donde estaba sentada Afrodisia, quien respiraba agitada y el sudor cubría su rostro, preocupaba por su amiga se agacho y le palmeó la espalda reconfortándola
Sindra –no creo que deberíamos seguir –miró a su alrededor –no nos falta mucho pero cada vez estas peor
Afrodisia –no –alejó su mano y la miró –no nos vamos a detener, tenemos que ir al castillo –tosió –estaré mejor –apoyándose en una roca se levanto tambaleándose
Sindra –no seas necia –resopló –no podrás seguir el paso, solo mírate! Regresa e iré yo…no me gusta para nada que estés tan débil
Afrodisia –no…estoy…débil –respiro fuertemente –es un simple malestar, vámonos que estamos perdiendo tiempo valioso –sin escuchar una palabra más, Afrodisia saltó hacia las ramas más altas del árbol que tenía enfrente, pisando fuerte se sostuvo para no resbalar otra vez, sintió la presencia de Sindra detrás suyo, volteándose le sonrió y partieron nuevamente. No podía culpar a su amiga por su preocupación, ella también lo estaba. Nomas habían el camino hacia el castillo, pequeños dolores se habían albergado en su cuerpo sin embargo no les prestó atención pero conforme habían pasado las horas el dolor se había esparcido en todo su cuerpo logrando debilitarla. Se cayó cinco veces saltando entre las ramas y si no fuera por Sindra, estaría lastimada y a pedido de ella se detuvieron para descansar unos minutos. Ahora corrían contra el tiempo para llegar al castillo en donde la fiesta por el compromiso ya habría comenzado.
Estaban cerca del perímetro del castillo cuando sintió nuevamente a la sombra queriendo apoderarse de su cuerpo…“sangre….quiero sangre”, cerró sus ojos y siguió corriendo ignorando aquella voz.

Se detuvieron y saltaron ocultándose en uno de los arbustos más altos al ver que ya tenían el castillo frente a ellas…
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viernes, 1 de julio de 2011

Fic Enemys or Lovers Capitulo 72




CAPITULO 72


Se materializó en la punta del techo de la torre más alto del castillo, observando cómo los soldados estaban posicionados para pelear rodeando el castillo, se rió. Sindra eres tan inteligente, pensó mientras observaba con más detenimiento a los “soldados” quienes en realidad no estaban ahí. Una ilusión. ¿Cuán simple había sido engañar a los guardias reales? Y ellos decían que eran los “más fuertes e inteligentes”…si supieran. Sonriendo fue saltando de pico en pico hasta llegar al tejado de la primera entrada. Los guardias reales estaban formándose a tan solo unos metros de las ilusiones preparándose para cualquier ataque. Buscó por toda la fila a su amiga pero no la encontró, Sindra… ¿dónde estás?, se preguntó a sí misma. Cerró sus ojos y mandó unas ondas de energía buscándola….y la encontró. No muy lejos en los alrededores del castillo, estaba ella en la copa de un árbol observando todo el show. Destellando del castillo apareció sobre la misma rama enfrente de Sindra quien saltó al suelo asustada
Sindra –pero que… ¡Afrodisia! –Sonrió –por dios mujer…si sabes cómo asustar –sonriendo saltó de la rama, al caer se tambaleó y ella la agarró del brazo –te encuentras bien?
Afrodisia –nada que no pueda manejar –suspiró –te dije que no fueras
Sindra –no me vengas con eso ahora ok? –bufó –solo hice lo que tenía que hacer punto –cruzó sus brazos sobre su pecho –además que no veía que tu estuvieras saliendo campante no?
Afrodisia –un mal cálculo de planes –se rió –pero
Sindra –pero nada –la miró seriamente –no quiero perderte tan temprano y al paso que ibas estoy segura que el rey te iba a dejar irreconocible asique sin quejarte vamos a tu cuarto para curar tus heridas que se que las tienes
Afrodisia –te odio –sonrió –está bien pero… segura que no quieres ver lo que pasa allá? –dijo señalando el camino hacia el castillo Kaulitz –me siento mal por dejarlos con su padre
Sindra –estará enojado al ver que no hay reales soldados pero estarán bien, se que pueden manejarlo
Afrodisia –tienes razón, vamos…


Rey –¡¿QUE?! ¡¿DEJASTE QUE SE ESCAPARA?! –De los hombros lo agarró y tiró contra la pared estampándolo contra los ladrillos salidos de la pared –¡¿ES QUE ACASO ESTAS LOCO?! –sin contenerse contra su propio hijo le dio un puñetazo en la mejilla –¡¿COMO SE TE OCURRE SOLTARLA SABIENDO QUE ELLA ES SU HEREDERA?! ¡IDIOTA! –resopló y lo soltó, caminó de un lado a otro enfurecido al enterarse que todo lo que habían visto era un engaño para liberar a la heredera del clan Wendorf, lo habían burlado –no puedo creer que te haya dejado solo con ella –dijo más calmado –eres tan inútil que hasta una chica te puede ganar –se pasó las manos sobre su rostro y suspiró –demonios…no tenemos tiempo para todo esto –bufó –los carruajes del clan Müller ya están llegando…tú –lo señaló –y tu hermano tienen que estar vestidos para darles la bienvenida propiamente y dar un recorrido del terreno a sus prometidas –no le dio tiempo de responder y le dio la espalda –no me importa que hagas para arreglarte pero lo haces rápidamente y avísale a tu hermano que se ponga decente, no lo quiero con la ropa que siempre usa….es lo minimo que pueden hacer después de todo este desastre…no quiero que esta alianza se cancele por su torpeza –abrió la reja principal de los calabozos y lo miró de reojo –hagan lo que tengan que hacer para seducir a las princesas y mañana estarán consumando el matrimonio y así podremos terminar con todo esto….


Sindra –quédate quieta –se rió –juro que te quejas más que una niñita –envolvió el paño con el medicamento y lo posó sobre su espalda, en las marcas que tenía del látigo –pero…era todo esto necesario? –al no escuchar respuesta presionó sobre una herida
Afrodisia –auch! –Resopló –que se supone que hiciera? Si él no me pegaba su padre iba a sospechar y es lo que menos necesitaba en ese momento –suspiró –hice lo que tenía que hacer y él también además…ya le cobre por los golpes
Sindra –aja?
Afrodisia –antes de irme le di unos cuantos golpes
Sindra –tu qué?! –jadeó –pero…estás loca?
Afrodisia –claro que no –se acomodó en la cama para poder mirarla –acaso crees que se creerían el cuento de que me fui sin que hayamos peleado?
Sindra –no pero
Afrodisia –por eso le pegué pero relájate…no fui muy dura y le puse un hechizo para que pareciera más golpeado, fácil
Sindra –eso creo –bufó. Con cuidado siguió limpiando sus heridas y las vend –listo, ahora tienes que quedarte un rato recostada para que tu cuerpo descanse –la vio levantarse y ponerse de nuevo su top –o puedes levantarte y arruinar el trabajo que hice con tu espalda, claro…haz lo que quieras –resopló –en serio chica…sigue así y le diré a Bill que te haga un favor y te mate antes de que tu lo hagas solita
Afrodisia –alguna vez me has visto que me detenga una lesión tan pequeña? –se rió y buscó entre sus ropas una chaqueta laga
Sindra –exacto querida amiga…si no te cuidas uno de estos días no la contarás –se quedo sentada mientras ella se cambiaba –y hablando de errores
Afrodisia –ahora qué? –suspiró y se apoyo sobre su escritorio
Sindra –como te atraparon? Sé que no eres fácil de derribar en una pelea asique me lleva a la pregunta del millón ¿qué fue lo que pasó?....
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martes, 7 de junio de 2011

Fic Enemys or Lovers Capitulo 71


CAPITULO 71

Los sollozos de la pequeña sostenida por dos guardias hacían eco en el bosque mientras cruzaban el tramo de los arbustos que las ocultaban de los soldados y del rey quien sonreía ampliamente al escuchar las súplicas de la niña. Bastardo, pensó Afrodisia.
Estando a pocos metros se detuvo analizando la situación. Con la niña no podrían arriesgarse a pelear con los soldados…eran buenas peleando pero si cometían un error, la niña pagaría con su vida. De rabillo miró a Sindra quien tenía sus ojos fijos en la niña, levantó una mano captando su atención. Sin hablar le hizo señas indicándole lo que harían. Sindra tomaría a la niña mientras ella las cubriría de cualquiera que intentará atacarlas y saldrían lo más rápido que pudieran. Estaba levantándose cuando vieron entrar a los jardines a la reina... –qué demonios hacen ellos aquí?, sonrió al tono irritado de Sindra en su mente –esperaremos unos segundos para ver que quieren, si no hay ninguna señal de que la liberan, entramos...lista a mi señal , le respondió. Observó como ellos se acercaban rápidamente al lado de su padre quien los miraba desconcertado, agudizó sus sentidos para escuchar lo que le decían…

Padre –vienen a ver el show? –sonrió orgulloso –no pensé que se quisieran unir –miró a su esposa –no deberías estar aquí, entra
Madre –no me voy de aquí sin la niña –dio unos pasos delante de él y se dirigió a los soldados –quitenle esas cadenas de las manos y pies y llévenla dentro –los guardias no se inmutaron por la orden y se quedaron parados sosteniendo a la niña, lágrimas corrían por sus mejillas -¿Qué les sucede? –ambos agacharon sus miradas –les he dado una orden y espero que se cumpla!
Padre –me temo que no –se tensó al escuchar la voz de su esposo en su oído –ellos me obedecen solo a mí, asique no gastes saliva
Bill –esto…
Padre –que? –los miró de reojo –desde cuando todos se han ablandado? –bufó –es una espía…y se le castigará como tal!
Bill –no dejaremos que mates... –caminó hacia él, pero antes de que pudiera terminar de hablar una ráfaga de energía lo mandó a volar metros detrás. Apoyo sus brazos e intentó levantarse pero estaba sangrando del estomago –que... –sintió un brazo detrás de él
Tom –no te muevas –levantó la vista –eres mi padre pero no vacilaré en atacarte si vuelves a atacarlo
Madre no puedo creer que hayas hecho esto! –corrió hacia sus hijos –son tus hijos!
Padre –no son lo suficientemente hombres para eliminar al enemigo…esos no son mis hijos –se volteó –terminaré esto ahora –dijo acercándose a la niña –los soldados la tenían sujeta por las muñecas, estaba a pocos metros de ella cuando escuchó unos pasos corriendo hacia él. No tuvo tiempo de pensar cuando vio como los guardias caían al suelo sangrando y la niña ya no estaba frente a él. Su rostro se petrificó al darse cuenta que lo habían burlado. Aturdido giró sobre si mismo mirando, esperando encontrar a quien se atrevía a hacerlo quedar como inútil pero solo vio a sus hijos y esposa detrás de él confundidos tal como él estaba –muestrate! –gritó agitando su espada al aire, escuchó una risa a su costado, al voltearse no vio a nadie. Cerró sus ojos concentrándose en el aura de su atacante….la encontró. Abrió sus ojos lentamente y sin moverse estiró su mano rápidamente y tiró una daga envenenada hacia uno de los arboles que tenía enfrente, esperó escuchar un gemido pero solo oyó una risa aun más fuerte
Para un rey tienes muy, muy mala puntería –ante él apareció una mujer vestida con un traje de guerra negro, su cabello pequeño estaba cortado sobre sus hombros, sus ojos la miraron de abajo hacia arriba….su cuerpo era una delicia, sonrió cruzándose de brazos ante su “amenaza” –sorprendido Rey? –con pasos seguros se acercó hacia él pero se detuvo a cinco metros, mujer sabia
Rey –quien eres?
mmm…pregunta incorrecta –ella de reojo miró hacia su costado –llévatela de aquí mientras trato con la basura –siguió la mirada de ella y se encontró con otra mujer quien tenía en brazos a la niña, indignado movió su espada apuntando hacia ella cuando sintió un frío metal punzando contra su cuello. Lentamente se volteó y vio unos ojos llenos de odio mirándolo –ni si quiera lo pienses –gruñó ella
Rey –muy valiente o…muy tonta –se quedaron mirándose el uno al otro, sin hacer ningún movimiento –que quieres?...



Gustav –donde dices que esta? –preguntó al guardia, mientras acomodaba sus libros en la mesa ya desempolvada
Guardia –salió hacia el castillo Kaulitz para rescatar a alguien del clan, mi señor…su primera al mando ya volvió al castillo con una niña en brazos y fue directo a una de las habitaciones reales
Gustav –excelente, sigue informándome de todo lo que sepas
Guardia –si señor –hizo una venia y se giró, yendo hacia la puerta
Gustav –espera –sonrió lentamente –serás muy bien recompensado por tus servicios….no me decepciones Georg
Georg –tiene mi palabra, mi señor
Gustav –puedes retirarte –estando solo miró de reojo el libro de maldiciones. Faltaba tan poco para cumplir su plan pero... –una invocación más antes del momento no haría daño –rió –si…vamos a ver cómo se las arregla esta vez –caminó hacia la mesa, con cuidado de no romper las hojas ya viejas fue pasando una por una hasta llegar a la maldición que quería, cerró sus ojos y empezó una invocación menor….



Bill observaba desde el suelo como su padre estaba frente a la mujer que el amaba, con su espada desenvainada. Su corazón latía rápidamente, desesperado por sacarla sin que alguien sospechara de sus intenciones pero estando herido no podía hacer mucho. El golpe que le había dado su padre le había atravesado parte del pecho, rasgándole la piel. Su hermano le sostenía mientras su madre usaba sus poderes curativos para cerrarle las heridas pero tendría que esperar para estar con todas sus fuerzas. Maldijo en su mente, ella no debería estar ahí sin embargo ahí estaba…dispuesta a peligrar su vida por un infante. ¿Cómo sería ella como madre? No es momento para soñar, se dijo a sí mismo
Rey –que quieres? –le había preguntado su padre
Afrodisia –yo... –un jadeo salió de su garganta, se tambaleó alejándose y se abrazó a sí misma como si le ¿doliera? Antes de que pudieran prohibirle se puso en pie preparado para llevársela, su piel se había tornado pálida en segundos y su mirada era perdida ¿Qué le estaba pasando?
Rey –parece que todo se gira a mi favor –se rió arrogante –muy bien, muy bien –dijo mientras se acercaba lentamente a ella –que pena que tú seas la heredera del clan Wendorf –Afrodisia lo miró sorprendida –si, ya sé quién eres, conocí a tus padres –resopló –de tal palo…tal astilla….tan patéticos –escupió. Al instante se giró y miró a sus hijos –llévenla a los calabozos pienso divertirme con la tortura que le tengo planeada –volvió su vista hacia ella y torció sus labios –y pensar que todos te temen –se terminó de acercar, la tomo del cuello y la alzó apretando su piel –tu…perra sufrirás
Bill –padre basta! –alzó sus hombros despreocupado y la tiró al suelo. Afrodisia incapaz de levantarse por el dolor que crecía en su cuerpo, abrasando su piel con tanto calor… solo pudo retorcerse en la tierra, gimiendo –no…
Rey –llévala al calabozo ahora! – ¿que debía hacer?, si no la llevaba sería demasiado sospechoso y su padre podría querer matarla al acto. Mordiendo su labio se acercó hacia su padre, se inclino haciendo una venia y la tomó de los brazos tratando de no lastimarla –así se hace hijo mío…


Sindra –tranquila pequeña, ya casi estamos ahí –le susurró a la pequeña, quien estaba aferrada a su cuello mientras caminaban atravesando los pasillos hacia las habitaciones reales. Observó cada puerta, al divisar unos soldados custodiando la penúltima habitación se dirigió ahí –abran las puertas –le dijo al guardia, este la obedeció y sin decir otra palabra entró –ya puedes bajar linda –se agachó para que ella pudiera soltarse, sin embargo no lo hizo, ella sonrió –está bien…hay alguien que quiere verte…Cloe?
Lily: a…abuelita? –al verla recostado sobre la cama corrió a su encuentro –ABUELITA! –Sollozó al abrazarla –abuelita….te quiero mucho –se abrazaron
Cloe –gracias….oh gracias –lágrimas se escaparon de sus ojos –gracias –sin hacer ruido salió de la habitación para que ellas pudieran estar tranquilas. Antes de irse se volteó hacia los guardias
Sindra –que nadie las moleste –ellos asintieron. Se alejó para poder comunicarse con Afrodisia, ya debería haber llegado sin embargo nadie tenía noticias de ella –Afrodisia donde estas? –resopló, en la mierda…aght... –se tensó al escuchar la voz de su amiga, estaba débil –la niña…llego bien? –sí, ahorita la dejé con su abuela, en donde estas, para ir por ti –pasaron minutos para su respuesta, estoy en los calabozos y no vengas por mí –tú crees que te voy a dejar? Estás loca! –resopló indignada, no es una petición…es una orden Sindra además yo puedo salir sola de aquí –y Bill?, está en la habitación de al lado con su padre, preparando lo que van a hacerme –y tu quieres que me quede aquí sin hacer nada? Pff…, estaré bien…Bill distraerá a su padre para que yo luego pueda escapar pero si tu vienes no podre hacerlo…entiendes? –si no vuelves antes del anochecer iré por ti…lo sabes….


Una sonrisa se formó en los labios de Afrodisia al escuchar la voz de su amiga en su mente. Si, lo sabía muy bien. Las dos estaban en las buenas y en las malas….aunque por algún motivo siempre habían más malas que buenas. Sonrió y miró en la celda en donde se encontraba encadenada. Hace unos veinte minutos Bill la había llevado arrastrada por las escaleras agrietadas que descendían a los calabozos del viejo castillo. “Lo lamento” le dijo con los labios mientras la empujaba hacia la celda, ella solo había asentido levemente. El no podía tratarla bien debido a los guardias reales que los escoltaban a pedido del rey. ¿Sospecharía? La reina ya lo sabía pero ¿se atrevió a contarle de su relación con su hijo al rey? Esperaba que no, eso les dejaría menos tiempo. Suspiró. Bill y su padre hace un rato salieron de la celda para discutir cómo sería el interrogatorio, claro que se refería a su…tortura. Como si ella se fuera a quebrar por sus golpes, resopló. Numerosas veces había sido herida en batalla, heridas que le podían haber costado su vida pero nunca se rindió. El rendirse no era algo que sus padres le hayan enseñado.
Espero unos segundos más sin embargo no venían ¿Qué tanto estaban planeando? Frunció el ceño desesperada, si ellos no venían y Bill hacía la farsa de torturarla entonces ella no esperaría más. Se levantó rápidamente sintiendo el dolor de sus piernas que habían sido golpeadas antes de dejarla sola, tenía el jean sucio y manchado de sangre, le habían quitado sus botas y sus pies ahora estaban helados. Tenía otro juego de cadenas en sus muñecas, las cadenas estaban atrancadas en la parte superior de la pared asique le daban cierto espacio para moverse. Observó fijamente como estaban puestas las cadenas y sin hacer mucho ruido empezó a jalarlas para que se soltaran del cemento, en ningún momento dejó de mirar la entrada de la celda mientras jalaba. Pero no funcionó, no se movían ni un solo centímetro. Cerró sus ojos, no entraría en pánico…aún no. Por nada entrenaba todos los días, ella no era ninguna debilucha. Acomodó sus manos sobre la parte de arriba de la cadena que sostenía sus brazos y jaló con todo su peso para hacer vencer las cadenas. Una, dos, tres…veinte veces y la cadena seguía en su lugar. ¡Demonios!, maldijo en su mente. Sangre corría por sus brazos debido a la fuerza que había puesto en sus muñecas sacudiendo la cadena…a este paso se arrancaría las muñecas. Vamos…piensa, se dijo a sí misma. No tenía ninguna arma cortesía de los guardias que se las habían arrebatado todas, hasta el más pequeño objeto. Inteligentes, no lo negaría. Pero ahora tenía que encontrar una manera de….
Afrodisia –magia –susurró, como si alguien la pudiera oír. Sonrió. ¿Cómo no lo había pensando antes? Estabas destrozándote las muñecas, recuerdas?, bufó ante su conciencia. Se posicionó para tele transportarse, cerró sus ojos. Al abrirlos observó lentamente en donde se encontraba. En la celda –pero… ¿Qué demonios? –escuchó a una voz reír y se puso en alerta mirando hacia los barrotes de la puerta que ahora estaban abiertos
Rey –creíste que podrías usar tu magia para salir? –Sonrió –todas estas celdas están bloqueadas para que nadie…absolutamente nadie pueda salir, asique…ya puedes irte acostumbrando a tu nuevo hogar –dio unos pasos dando espacio para que Bill entrará
Afrodisia –tengo tanto miedo –dijo riéndose –con eso se supone que este temblando? –lo miró y suspiró –y yo que creí que por ser rey sería más fuerte…supongo que me equivoque
Rey –ya veremos si te sigues riendo… Bill –lo miró mientras se apoyaba sobre la reja –empieza –lentamente él asintió y se acercó hacia ella llevando consigo un estuche viejo, lo dejó sobre una silla desgastada, al extenderlo ella vio varias navajas, látigos de púas…todo lo necesario para lo que el rey quería –estoy esperando –ambos se miraron, Afrodisia trató de disimular su desconcierto, Bill al instante se volvió hacia su padre
Bill –yo me encargaré solo de esto padre, no tienes que estar aquí –su voz era tan tranquila, esperaba que lo logrará –estoy seguro que desde arriba podrán escuchar sus gritos
Rey –prefiero verlo con mis propios ojos –una gota de sudor bajo corriendo por su frente hasta su cuello, su plan se había ido a la basura –quiero ver como corre su sangre….quiero oír de sus labios que ruegue por piedad –sonrió mostrando sus colmillos –ponla contra la pared de espaldas –se encaminó hacia la silla y se detuvo mientras observaba y levantaba cada uno de los objetos, con cuidado tomó el látigo con pequeñas cuchillas al final –y utiliza este…es uno de mis favoritos
Bill –padre…
Rey –hazlo –bajo la mirada hacia ella, dio unos pasos y estiró su mano agarrando su mejilla –que no te engañe su rostro….no es más que una perra… y la trataremos como tal –se dio la vuelta y lo enfrentó, de acuerdo? –el asintió –excelente….pero antes –sin decir una palabra más se giró levantando el puño y la golpeó haciendo que saliera sangre de sus labios. Afrodisia levantó el rostro sonriendo y escupió la sangre que se había acumulado en su boca, de reojo observó como Bill se ponía detrás de su padre, en posición de ataque. Estoy bien, no lo hagas o no podre salir de aquí, le proyectó sus pensamientos a su mente. Vio dolor en sus ojos….dolor por ella, imagina que soy otra persona…eventualmente tu padre se irá…hazlo –y que estas esperando? O lo tengo que hacer por ti?
Bill –no…lo haré yo –temblando tomó el látigo, lo apretó en su mano mientras se acercaba, sin poner fuerza la puso mirando la pared de cemento, se apegó a su espalda mientras con sus manos acomodaba las cadenas –cae rápido para que no tenga que lastimarte –sintió como se estremecía –no quiero hacerte daño…cae rápido y se acabará
Afrodisia –sabes que no me dejará tan fácil…estaré bien maldita sea…hazlo –su voz sonó dura pero al final se quebró, tenía miedo pero no quería demostrárselo…su corazón se partió
Rey –y bien? –se alejó a una distancia en donde el látigo apenas si le llegaría a rozar la espalda. Tiró de la cuerda para atrás, observó el cuerpo de ella…sus manos temblaron –ahora! –cerró sus ojos y lanzó –otro! –retrocedió el látigo y volvió a tirarlo esta vez mirando hacia ella, las púas apenas habían rasgado su ropa –acércate más y tira –dio unos pasos y volvió a tirar, la ropa se rasgó dejando al descubierto su espalda –otro más! –lanzó la cuerda y las púas al arrastrarlas de regreso tenían sangre impregnada en cada punta –qué acaso tu madre dio a luz a una niña?! –gritó enfurecido –te he dicho que más fuerte! Eres un inútil! –se lanzó y lo tiró estampando su espalda a la pared –porque te ablandas?! Ah?! –sus ojos se paseaban por su rostro –te da pena? Es eso?! –resopló –es tu enemiga! O es que eres tan idiota que no te das cuenta de eso?! Ella debe morir…no vale nada! –se apartó y tomó el látigo –yo te demostraré como se hace esto –el miedo se incrementó en Bill, ¿Tom…porque te tardas tanto? Como si le hubieran escuchado las alarmas del castillo sonaron llegando hasta los calabozos, en segundos los guardias reales estaban formados frente a la celda
Guardia –mi señor…hay un ataque hacia el castillo –dijo temeroso de la reacción del rey –son cientos de hombres rodeando el castillo
Rey –estoy ocupado que no ven?! –ellos retrocedieron unos pasos
Guardia –el general pide su presencia señor, perdóneme que lo interrumpa pero dice que es urgente que usted venga –Bill observó a su padre, estaba meditando si se iría o no –señor?
Rey –de acuerdo –dio unos pasos y se detuvo, lo miró a él –si no me sirvieras para la unión con el clan Müller te mataría…tener debilidad por el enemigo –se mofó, por el rabillo del ojo observó el cuerpo de Afrodisia –toma este como un recordatorio de lo que te vendrá –terminó de hablar y tiró fuertemente del látigo dándole por toda la espalda, rasgando su piel y dejando a su paso un rastro de sangre
Afrodisia –aght –jadeo –sus piernas temblaron un poco pero se mantuvo en pie. Sonriendo salió el rey seguido por sus soldados. En cuanto Bill dejó de escuchar los pasos se apresuró a quitarle las cadenas –si me desatas sabrá que tuve ayuda…no es muy inteligente de tu parte –las cadenas hicieron eco al caer, se volteó y lo miró –y eso del ataque?
Bill –antes de llevarte aquí le avise a Tom que contactará a
Afrodisia –Sindra –terminó la oración por él –demonios de chica –suspiró –muy bien…me tengo que ir antes de que alguien venga
Bill –yo….bueno yo –sonrió al ver su rostro sonrojado, se acercó y lo abrazó –te duele mucho?
Afrodisia –un poco pero estaré bien, soy una chica fuerte –se rió y se separó –nos vemos mañana ok? –se inclinó hacia delante y le besó los labios suavemente –te quiero –corrió afuera de la celda y desapareció. También el estaba dejando la celda cuando al salir se apareció a unos pasos Afrodisia –no quiero que te acusen de nada…asique…perdón –saltó y le dio una patada en el estomago, al instante se cayó –perdoname…si? –le ayudó a recostarse sobre la pared, vio como lentamente ella pasaba su mano sobre su rostro sin tocarle –he puesto un hechizo sobre tu rostro…cuando salgas solo imagina que tienes heridas y las tendrás solo que no tendrás el dolor de ellas, el hechizo se quitará apenas entres en tu cuarto –se escucharon voces adentrándose al calabozo
Bill –ten cuidado –ella asintió –ve –y se fue del castillo….
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viernes, 20 de mayo de 2011

¿Me ayudan?


¡Hola!
Okey, esto no tiene nada que ver con mis historias pero necesito todo el apoyo que pueda obtener. Hace unos días ingrese a un concurso para poder ganar un día de Spa para mi madre. Por el momento llevo 42 votos pero hay personas que llevan más de cien votos! Y el tiempo se me acaba...necesito que más gente me apoye. Si te animas lo unico que tienes que hacer es esto

1. Entrar aquí y esperar a que cargue el banner del concurso: http://www.facebook.com/ccmiraflores?sk=app_213765618653544

2. Darle clic al boton que dice "Otorgar permisos especiales" que esta en la parte baja del banner. Solo con esto podrán ver la galería de fotos

3. Titulo de la foto es "Madre querida ;)" (La galeria cambia de posiciones siempre que entran a la pestaña asique la foto no esta en una pagina fija, hay que buscarla. Si no te aparece la foto solo es de recargar la pestaña)

4. Darle "like" a la foto para votar (para que se ubiquen, la foto que he puesto es esta que esta en la nota)

Y listo! Chicas.. si pueden porfavor voten.. por el momento ando sin trabajo asique no puedo brindarle ese spa.. asique espero poder ganarlo para que ella pueda tener un día de solo relajación.


Gracias a quienes voten!


martes, 17 de mayo de 2011

Fic Enemys or Lovers Capitulo 70


CAPITULO 70

Bill –entonces te espero mañana, no faltes –se acercó y le beso la mejilla –se volteó al escuchar los pasos de los soldados que vigilaban los pasillos –mejor te vas ahora
Afrodisia –entiendo –bufó –nos vemos, príncipe –le sonrió y se fue, dejando impregnado en el aire su perfume. Dando unos pasos respiro profundamente
Bill –magnolias –sonrió. Hace unos días había descubierto cual era la fragancia que ella usaba. Esa chica fuerte e incontrolable usaba el aroma de las magnolias. Estaba por recostarse en su cama cuando recordó que tenía una charla pendiente con su madre y si no iba…su muerte sería segura. Al salir de su habitación miró la puerta de al lado –Tom? –lo llamó pero nadie respondió –seguro anda por ahí –siguió su camino hacia la torre sur en donde quedaba la habitación de sus padres. Estando frente a la puerta tocó suavemente y espero
Adelante –una voz suave le respondió. Giró el pomo de la puerta y entró, observó a su hermano recostado sobre uno de los armarios que estaban cerca de la cama y a su madre sentada al borde de esta
Tom –hola hermanito –frunciendo el ceño terminó de entrar y cerró la puerta para que nadie escuchara la conversación
Madre –muy bien, ahora podemos hablar ya que estamos los tres –palmeó suavemente el espacio libre de la cama –siéntate hijo
Bill –creí que querías hablar conmigo –miró de reojo a Tom –o era con los dos? –ella asintió
Madre –iba a hablar con cada uno pero preferí de esta manera –suspiró –pero vamos al grano, no me gustan los rodeos –ambos cruzaron sus brazos y la miraron, ella sonrió –cuando planeaban decirme sobre sus novias? No me gustaría creer que querían tener esto en secreto o sí? –espero pero ninguno le respondió –saben muy bien que algo así no podría estar oculto por tanto tiempo…tarde o temprano saldría a la luz y con la situación que tenemos no pueden darse el lujo de tomarlo a la ligera niños –se levantó y los miró –se que en estos últimos meses su padre y yo les hemos puesto presión sobre contraer matrimonio con unas desconocidas solo por un trato que se ha hecho con los jefes del clan… por eso entiendo que lo hayan mantenido en secreto pero aun así, saben que pueden conversar abiertamente conmigo y los escucharé –se mordió el labio nerviosa –hace tiempo que debí haber parado a su padre con estas ideas por eso les pido perdón, yo…no tengo ningún derecho a forzarlos a casarse…menos si sé que ya tienen a alguien en sus corazones –agacho la mirada –espero que puedan confiar de nuevo en mí…tienen mi apoyo –se rió –sé que aunque se los negará seguirían con ellas pero no quiero estar contra ustedes, son mis pequeños –tomó un cuadro que se encontraba frente a su tocador, una foto de ellos junto a ellos de bebés –no quiero tomar parte de nada que los lastime –sus ojos brillaron –además…ya viendo a Sindra y Afrodisia…sé porque las escogieron y me alegro que les correspondan –se frotó sus ojos y suspiró –oh, soy tan emotiva –rió suavemente. Antes de levantar la mirada hacia ellos sintió unos dedos acariciar los mechones que caían por sus hombros, alzó la mirada y observó a Tom sonreírle
Tom –no llores –quitó las lágrimas de sus mejillas –soy fuerte pero verte llorar me parte el alma –la abrazó tiernamente –queríamos contártelo pero creo que no encontramos una buena ocasión y surgieron unos problemas pero si quieres puedes interrogarnos cuanto quieras ahora –una sonrisa apareció en su rostro al escuchar sus palabras
Madre –cuidado que te tomare la palabra –lo alejó y miró a Bill quien seguía sentado pero mirando al suelo –cielo –se levantó y le sonrió
Bill –creo que me atontado por el sentimentalismo de Tom –dijo burlón
Tom –pfff –bufó –ya quisieras…tu eres tonto de nacimiento
Madre –chicos –los regañó –no empiecen que hay mucho por hacer –la miraron desconcertados –mañana…tenemos dos ceremonias que cancelar y sin que tu padre se entere antes del momento
Bill –y si hablamos con él?
Madre –lo siento –su voz sonó temblorosa –yo…he intentado hacerlo entrar en razón pero tu padre no quiero escuchar a nadie que no sea él –suspiró –pero no se preocupen, yo me encargo de su padre…ustedes solo ocúpense de sus prometidas hasta que yo les avise de acuerdo? –Asintieron –ahora... –antes de que pudiera continuar escucharon unos pasos apresurados que se iban acercando hasta que alguien topo de golpe con la puerta y tocó repetidas veces. Ofendida por el atrevimiento se encaminó hacia la puerta y la abrió de golpe, enfrente se encontraba una de sus doncellas quien estaba con las mejillas rosadas y sudando –Kelia…que te he dicho sobre interrumpir en mi habitación de esa manera y más si estoy con mis hijos –ella respiro profundamente e hizo una reverencia
Kelia –perdone mi señora –dio otro fuerte respiro –pero tenía que venir a informarle –su voz sonaba agitada
Madre –estoy esperando para saber que era tan urgente, dime
Kelia –el rey esta a las afueras del castillo –empezó a explicar –estaban por salir de caza cuando uno de los guardias informó de un espía del clan Wendorf que estaba escondiéndose en sus jardines –se detuvo mientras se aclaraba la garganta –el rey quiere darle muerte
Madre –y yo no puedo impedirlo –la miró seria –sabes cuál es la pena que se impone asique porque el sobresalto?
Kelia –es una niña –soltó angustiada
Madre –perdón? –sus ojos se abrieron por completo y tembló –explícate
Kelia –es una niña, apenas si alcanzará los 10 años su majestad –el horror de la situación la alarmó –ella clama que estaba perdida y que no es ningún espía pero el rey no la escucha dice que quiere sangre por su atrevimiento –una punzada clavó su corazón. ¿Estaría el dispuesto a sacrificar la vida de un infante? Sin dudar un segundo más hizo a un lado a Kelia y salió corriendo por las escaleras de caracol hacia su jardín….


Sindra y Afrodisia se encontraban en un viejo cuarto en donde se guardaban todas las armas que preparaban los herreros cuando escucharon los gritos de una mujer que pedía audiencia con la princesa a los guardias que custodiaban el cuarto. Mirándose fijamente se levantaron, estando cerca de la puerta vieron como los guardias la retenían mientras que ella luchaba por soltarse. Furiosa del trato que se le estaba dando Afrodisia desde atrás golpeo al guardia y lo tiró al suelo. El guardia extrañado la miró desde el suelo, su compañero se acercó para ayudarlo a levantarse
Afrodisia –ahora pensarás dos veces antes de tratar de esa manera a alguien que pide ayuda –volvió su atención a la anciana quien lloraba desconsolada
Sindra –Cloe? –de reojo miró como su amiga se acercaba y la abrazaba. Seguro se conocían, dejó de lado sus dudas para después y fijo sus ojos en la anciana
Afrodisia –porque quería verme? –ella lloró más fuerte y se aferró a los brazos de Sindra
Cloe –mi…mi nieta –sollozó –mi nieta va a morir…ayúdenme por favor –suplicó llorando
Sindra –que paso con Lily? Porque dices eso?
Cloe –ella siempre pasea por los alrededores del bosque –suspiró –hace un rato que la estaba buscando porque ya era tarde pero no la encontraba –más lágrimas corrieron por sus mejillas –mande a un chico que la conoce a buscarla y…me dijo que la vio en las afueras del castillo Kaulitz…el intentó llamarla para que regresara pero no pudo –tembló mientras continuaba contando –antes de que lo hiciera uno de los guardias atrapó a mi nieta y se la llevaron ante el rey…Sindra…la van a matar….por favor…sálvenla…es muy pequeña para que encuentre la muerte….por favor –con el corazón en la garganta Afrodisia se acercó a uno de los guardias que estaban cerca y lo jaló hasta acercándolo donde estaban ellas
Afrodisia –cuida de la señora como si fuera tu vida –le ordenó –llévala a uno de los cuartos del castillo y provéele un medico, está muy pálida…quédate con ella hasta que yo regrese con su nieta…entendido?
Soldado –sí, señor!
Afrodisia –Sindra…rápido, no hay tiempo que perder –antes de irse se acercó a Cloe –no se preocupe, la traeremos sana y salva….tiene mi palabra
Cloe –gra…gracias –le dieron la espalda cuando el guardia entraba con ella por las puertas laterales del castillo
Sindra –en qué lado estaría? –preguntó refiriéndose a la niña
Afrodisia –el rey sale a cazar a veces…lo hace por
Sindra –el jardín –se miraron antes de tele transportarse unos metros antes de entrar a los jardines que rodeaban la parte trasera del castillo…
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domingo, 1 de mayo de 2011

Fic Enemys or Lovers Capitulo 69

Fic Enemys or Lovers Capitulo 54

CAPITULO 69


Su…madre…viene…para…acá, lentamente repitió esa oración en su mente. La madre de Bill venía hacia ellos y ella estaba en la cama con su hijo semidesnuda y debajo de él….quizás este sería un buen momento para huir, pensó. Clavó sus ojos en la puerta luego en Bill quien la miraba nervioso. Si, definitivamente tengo que huir.
Afrodisia –ammm…creo que es un buen momento para que me dejes salir no? –lo empujó suavemente pero él no se movió –Bill…sal
Bill –no
Afrodisia –perdón? –Tragó saliva –resulta que tu madre viene para acá y digamos que no estoy presentable, además que no soy precisamente alguien con quien ella quiera verte –estiró su brazo buscando su top y lo miró de reojo –vamos…otro día ammm….podemos continuar pero para eso tengo que estar viva –se rió, o al menos lo intentó –Bill…déjame salir
Bill –quédate –le pidió –quiero que te quedes –sus ojos la miraban con ternura –por favor –histérica lo empujó y el cayó de espaldas
Afrodisia –pero…acaso ¡¿tú estás loco?! –se regañó mentalmente por haber gritado, vaya manera de mantener en incognito, suspiró y se frotó el rostro –que parte de no soy bienvenida aquí no entiendes? –agitó los brazos –para que lo sepas, yo si tengo mi instinto de conservación asique me iré…luego te veré –rápidamente salió de la cama y se puso su ropa, se arregló el pelo y se volteó –entiende que no necesitamos más problemas de los que hay sí? –iba a tele transportarse pero sintió una mano jalando su cintura
Bill –por esta vez no te haré caso –la abrazó con más fuerza –te quedarás y verás que mi madre no es tan terrible como seguro piensas –se rió y besó su cabello –le caerás bien
Afrodisia –como una piedra en el zapato –bufó –no seas tonto y déjame ir o
Bill –o qué? –sonrió –te irás? Sabes que si lo haces me estarías llevando contigo –se quedo callado unos momentos –pensándolo mejor si…hazlo, así podre ver tu verdadera habitación –sorprendida se volteó y lo miró
Afrodisia –eres…aght! –frunció sus labios y piso fuertemente el suelo –si lo hago no iré a mi cuarto…iré al salón de los soldados y te dejaré ahí para que te maten…qué opinas?
Bill –que patearé sus traseros y luego me tendrás junto a ti –se rió sonoramente –acaso crees que tengo mi puesto por nada? Pfff…vamos linda, lo que tengo me lo he ganado
Afrodisia –no seas tan presumido que yo misma los he entrenado –achinó sus ojos –y no soy quien para detenerlos si es que ven a un enemigo –sonrió –entonces…que será? –ambos fijaron su vista en la puerta, alguien tocaba
Bill –tu qué crees? –su respiración se agitó…era vampira muerta si se quedaba pero, Bill…le estaba pidiendo que se quedara –amor... –su cuerpo tembló
Afrodisia –me voy –dándole la espalda quedó frente a la ventana que daba hacia el balcón. Cerró sus ojos para tele transportarse, sintió un frío correr por todo su cuerpo…ya se estaba desvaneciendo, no tardaría segundos en estar en la parte trasera de su casa. Una pena la embargó al pensar en Bill pero no importaba cuan valiente pudiera aparentar…temía. Temía que por oponerse y estar del lado suyo le cayera represalias…era algo que no podría tolerar
Bill –esta vez no te dejaré ir….nomás –se congeló al escuchar su voz tan cerca, antes de que pudiera abrir sus ojos sintió una fuerza rodearla dándole calor a su cuerpo, la estaba abrazando. Una lágrima corrió por su mejilla. Dentro suyo había deseado que lo hiciera, sin darse cuenta estaba sonriendo –sabes…das miedo con esa sonrisa –sus manos acariciaban su cintura en círculos mientras le hablaba –no me dirás nada? –ella asintió. Con una última mirada a sus ojos se empinó, cerró sus ojos y lo besó. El tenía razón, no podía salir corriendo otra vez…se quedaría junto a él sin importar que pasará. Si su madre los veía…que así fuera.
Pasó ambas manos alrededor de su cuello, lo aferró fuertemente sintiendo su corazón latir desbocado por la fuerza que sentía sobre sus labios. Estando con él su cuerpo cobraba vida…ya no era la misma. Cada beso y caricia estaba lleno del amor que se tenían…no lo cambiaría por nada del mundo. Ladeo el rostro para profundizar aun más el beso, sintió como con cada segundo que pasaba su respiración era más agitada. Nada podía separarlos
Interrumpo? –bueno, eso podría. Al abrir sus ojos se encontró con la mirada relajada de él y le sonrió. Sin dejar un segundo para dudas se separó, dio un paso hacia su costado y enfrentó la mirada sin emoción de quien estaba segura era la reina. Sin apartar la mirada tomo suavemente la mano de Bill, necesitaba sentir que estaba junto a ella, él le dio un suave apretón
Bill –hola mamá –sonrió –deberías haber tocado la puerta antes –dijo tranquilo, su madre cruzó los brazos sobre su pecho y alzó una ceja
Madre –a decir verdad lo hice pero creo que –miró a Afrodisia –estabas un poco ocupado para darte cuenta –al instante se sonrojó
Bill –perdón –soltó su mano y la pasó por su cintura acercándola a él –ella es
Madre –Afrodisia verdad? –Tragó saliva, y asintió levemente –se mucho sobre ti –suspiró y los miró detenidamente –eres muy atrevida al venir a mi castillo y estar en el cuarto de mi hijo –se mordió el labio nerviosa por lo que estaba diciendo –acaso pensabas que lo iba a dejar pasar niña? –se acercó hacia ellos –o creíste que no lo sabría?
Bill –ma…
Madre –silencio –lo calló –y tu….ni empieces a hablar que estoy muy enojada contigo –negó varias veces con el rostro –como es posible? –frunció el labio y se acercó aun más
Bill –yo…
Madre –tu nada –posó las manos sobre su cintura –Bill Kaulitz tienes novia y no le dijiste a tu madre?!…que tienes que decir a tu favor jovencito? –sus pensamientos se paralizaron al escucharla, la miró y sus ojos se abrieron por completo. Es que acaso…ella, no podía creerlo. ¿Podía ser tan fácil? Agradecía que Bill la tuviera sostenida…sus rodillas se doblaron y se aferró a su brazo, nuevamente la miró esperando que la botara…que los intentará separar pero al encontrarse con sus ojos se paralizó…no veía furia ni ira….era ternura, respeto…le sonrió y se acercó a ella, tomo una de sus manos y se rió –en tus ojos veo confusión linda –acarició su palma suavemente –y te entiendo. Por años tu clan y el mió han vivido en guerra por una tragedia causada gracias a la codicia de una persona. Años de mentiras lanzadas hacia nosotros para nunca estar en paz pero ahora –suspiró –por fin he quitado el velo de mis ojos y no permitiré que mis hijos –miró de reojo a Bill –tengan que sufrir y dar la espalda a la persona que aman por algo que no son responsables –sus oídos no daban crédito a lo que estaban escuchando. No podía creerlo. Ella aprobaba su relación….no se opondría
Afrodisia –yo –se aclaró la garganta –no sé qué decir –sonrió –gracias –hizo una reverencia –significa mucho para mí su consentimiento
Madre –ay tan linda –se rió pero al instante se puso seria y miró hacia él –y tú? –frunció el ceño
Bill –mamá –hablo bajito –no seas así
Madre –que no sea qué? –Resopló –encima ni me quieres responder, lo que faltaba –negó y miró a Afrodisia –ya grande y tengo que sacarle todo con cuchara a este niño
Bill –no soy un niño –se quejó, la madre le guiñó y ella sonrió –solo que….si te lo iba a contar…pero…
Madre –aja –suspiró –no te salvas de una charla jovencito, entendido? –el asintió –muy bien…me retiro –antes de salir los miró –Bill…sabes que no se puede quedar mucho tiempo
Bill –no te preocupes
Madre –bueno…ya pueden volver a lo que estaban haciendo –les sonrió y guiño un ojo
Bill –mamá! –la soltó y se acercó en dos pasos a la puerta, con cuidado empujó lentamente a su madre y cerró la puerta
Cuando termines vienes conmigo que te espera un castigo –se escuchó detrás de la puerta, ambos rieron…
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lunes, 18 de abril de 2011

Fic Fallin' for you Capitulo 40

Fic Fallin' for you Capitulo 38

CAPITULO 40


Entrando al apartamento note que la televisión estaba encendida y al notar en el sofá vi que Sofía se había quedado dormida, con cuidado me acerque a ella y la desperté como ya era muy tarde le dije que era mejor que descansáramos y en la mañana platicáramos mejor de cómo nos había ido, Sofía solo asintió y con un abrazo nos despedimos cada quien yéndose a su dormitorio, al recostarme en la cama no podía dejar de pensar en lo que había sucedido y en ese beso *-* había sido el más dulce y tierno que pude haber recibido, una sonrisa se poso en mi rostro y cerré mis ojos pensando en él…

A la mañana siguiente note que eran las 12 del medio día ya que ninguna había colocado el despertador, era domingo y que mejor manera de pasar el día descansando...


“¿Quieres ser mi novia?” sonriendo me acerque cerrando los ojos, esperando el beso, estaba nerviosa. Me fui acercando….acercando…hasta que
Sofía: ¡Auu! –si, como sospechan me caí –mis cuerpecito –despacio me senté fijándome contra lo que me golpeé…sabía que debía haber guardado mis zapatos –estúpidos zapatos –de acuerdo la descuidada fui yo pero puedo quejarme no? – ¿tan tarde es? –dije al ver el reloj, era la una de la tarde. Qué raro que GG no me avisara, normalmente no dormimos hasta tan tarde pero una vez al año no hace daño. Me levanté, acomode las sabanas que se habían corrido al dormir y salí para ver si ella ya estaba despierta. Conforme me acercaba a la sala escuché un ruido, la radio. Lo cual significaba que si estaba despierta o….alguien había entrado a la casa a robar pero se había detenido a oír música….creo que empiezo a creerle a GG, estoy loca. Dejando a un lado mis psicóticos pensamientos me fije en GG quien estaba tarareando una canción mientras sacaba los cereales de la gaveta. Como no me había visto, sigilosamente camine hacia ella y cuando estaba a solo centímetros de ella – ¡buuuuuu!
Georgi: ¡AAAAHH! –los cereales cayeron al mismo tiempo que ella gritaba, me reí –que graciosa no? –puso sus manos sobre su cintura –a ver qué día te sorprendo así –se agacho para recoger lo que se había caído, también me agache para ayudarla
Sofía: já! –me jacte –no podrías, pero puedes intentarlo –nos reímos –hace mucho que estas despierta? –asintió –vaya…hoy si dormimos bastante no?
Georgi: si –nos levantamos –desayunarás?
Sofía: claro –fui a tomar un plato para comer el cereal –y que cantabas? –dije mientras me sentaba en los taburetes
Georgi: pues... –se quedo pensando unos segundos y me sonrió –no sé jajaja
Sofía: estas mal –negué con la cabeza, me lleve un bocado –esta rico
Georgi: si, muy rico –al alzar la mirada vi que me estaba mirando de reojo
Sofía: porque me miras así?
Georgi: por nada –volvió a mirar hacia su plato, jugó con la cuchara y me miró otra vez –okey…es que tengo curiosidad –la miré extrañada –ayer…qué tal te fue con Bill? –no me sorprendió su pregunta, la verdad que yo también moría por saber qué tal le había ido con Tom, me mordí el labio contenta –por tu mirada diría que bien no? –sonrió
Sofía: pues... –espere unos minutos antes de decirle –más que bien…creo –me reí –fue genial –suspire –él fue muy atento –alejé el plato para apoyar mis brazos –primero nos fuimos a un restaurante de comida italiana que debo decir estaba deliciosa! –y de verdad que lo estaba
Georgi: y no te manchaste? –me sonrió maliciosa, claro la maldad ante todo
Sofía: no –cruce mis brazos –no lo hice –le saqué la lengua y aclaré mi garganta –oye…y si seguimos en la sala? Es más cómodo –tomamos nuestros platos y nos sentamos en los cojines del sofá –como te decía fuimos al restaurante, conversamos de todo –tome un bocado, al pasarlo continué –luego de haber pasado casi toda la tarde ahí, los meseros nos daban unas miradas de “ya váyanse” –me reí –pues salimos, de ahí me pregunto a donde quería ir –apreté el cojín que tenía entre mis manos –la verdad que no tenía nada pensado asique solo le dije que a un lugar tranquilo
Georgi: y a donde te llevó? –vi como se acercaba un poco más hacia mí junto con su plato –a su cuarto? –me dijo riendo
Sofía: ¡estás loca! –La golpeé de juego en su brazo –como se te ocurre –me reí, ella solo encogió sus hombros
Georgi: quería adivinar –se recostó sobre la parte baja del sillón y alejó su plato –entonces...? –me animó a continuar
Sofía: pues…en cuanto nos pusimos en camino hacia el “lugar” –dije moviendo mis manos –me dormí –ella me miró sorprendida –lo sé…no puedo creer que me haya dormido –solo a mi me pasa pfff –supongo que me ganó el sueño
Georgi: el sueño? –achinó sus ojos –solo a ti te pasa…dormiste hasta tarde! –Asentí –eres única jajaja
Sofía: si, yo y mi mala suerte –dejé mi plato en la pequeña mesita frente al televisor –Bill me despertó al llegar –me mordí el labio al recordar cómo me había despertado –estaba precioso… –él claro – llegamos cuando el sol se estaba poniendo, caminamos agarrados de la mano hacia la orilla
Georgi: si? Ooww –sonrió, yo me reí al recordar lo que había pasado en ese momento con él –porque te ríes?
Sofía: sabes mi mala costumbre de hablar en voz alta? –Ella asintió –pues…digamos que la puse en práctica casi en toda la cita –me sonrojé –mi boca escogió un mal momento al decirlo lo “lindo que era” estando ahí en la playa –me miró atónita –y para más que él me estaba mirando
Georgi: oh –aclaró su garganta –mmm…que te dijo?
Sofía: nada
Georgi: nada?
Sofía: solo me miró con esa sonrisa de “te delataste” –resoplé –sabes que hice yo? –Negó –huí –sonreí, ella me imitó y me miró no creyéndosela
Georgi: jajajaja es en serio? –asentí avergonzada –wow…te alcanzó? –Volví a asentir –pobre, seguro no se esperaba que partieras a la carrera
Sofía: ay ya –bufé –no es para tanto…o sí? –levante el cojín y lo aplaste contra mi rostro –seguro se estará riendo en estos momentos por todo lo que hice –baje el cojín y la mire –lo crees?
Georgi: mmm…alégrate, al menos no lo aburriste –abrí mis ojos por completo, me iba a quejar pero ella se adelantó –jajaja…no te enojes si? Esas cosas pasan –palmeó mi espalda suavemente –que paso luego?
Sofía: bueno, en mi intento de escape me tropecé y por intentar atraparme caímos juntos
Georgi: ouch
Sofía: si…aunque creo que a quien le dolió más fue a él –me miró desconcertada –yo caí encima suyo –sonrió –y... –me detuve al acordarme de lo que había sucedido…al instante me sonrojé, creo que todavía no digiero que me besó. Fue tan…okey, no puedo describirlo. Salí de mis pensamientos cuando sentí un jalón en mi pantalón –ah? –Parpadeé –que paso?
Georgi: te estaba llamando pero ni caso me hacías –frunció el ceño –en que estabas pensando ah? –miré hacia un lado –eh…cuenta! –me reí
Sofía: la curiosidad te mata no? –ella me pegó –au! Okey…okey, te cuento –le saque la lengua –enojada
Georgi: aja –cruzó sus brazos –haber...si la señorita fuera tan amable de contar que pasó?
Sofía: yo no sabía pero en menos de lo que pensé... –hice una pausa para añadir más suspenso, ella me miró alzando las cejas –nos besamos! –chillé emocionada. Al mirarla me di cuenta que se había quedado quieta –eh…GG…estás bien? –pase mi mano frente su rostro
Georgi: te besó? –tímidamente asentí –Aaaaaaaaaaaahhh! –Me tapé al instante los oídos –oooh…que tierno –se rió, al verme con las manos sobre mis oídos se encogió –perdón jeje
Sofía: está bien, yo también quería gritar pero lo hubiera asustado más de lo que ya seguro estaba –nos reímos –luego de….bueno de eso nos fuimos gracias a que nuevamente huí al auto…de camino acá no conversamos para nada y cuando me iba a bajar…resumiendo, me intento besar pero lo aleje
Georgi: que tacto –se rió
Sofía: seee…ya me conoces –sonreí –y…mepidióqueseasunovia –respiré fuerte luego de haberlo dicho
Georgi: ah? Sabes…no te entendí ni una palabra…más lento
Sofía: me pidió que fuera su novia
Georgi: tú que le dijiste?
Sofía: que lo pensaría
Georgi: oh…lo quieres? –me acomode y apoye mi rostro en mis rodillas
Sofía: pues…me gusta mucho –suspiré –pero…no lo sé…no estoy segura –la miré –tengo un poco de miedo
Georgi: miedo a qué? –se acercó a mí –Bill es una buena persona y pues…si se nota que le gustas
Sofía: puede ser
Georgi: ay vamos... –me codeó –por la manera en la que te mira y cuando te habla…pff…es obvio –me abrazó –piénsalo bien….podrías darte una oportunidad no? –Asentí –ves…nada que temer
Sofía: sip –sonreí –se lo diré en esta semana
Georgi: genial –las dos nos sobresaltamos cuando escuchamos una tonada, era mi celular. Lo tomé y vi que era una llamada de…
Georgi: hablando del rey de roma –me miró sonriendo –contestarás?....


Le llamarás de una vez? –escuché el grito de mi hermano que venía por el corredor. Miré el celular que estaba en la mesa de la cocina –o seguirás mirándolo fijamente? –se rió. Oh vamos, es solo una llamada. ¡Vamos Bill, tu puedes! –hey…me escuchaste? –lo miré y bufé
Bill: toda Alemania te oyó Tom…en mí caso me he quedado sordo –roló sus ojos
Tom: siempre tan exagerado –abrió el refrigerador para sacar un emparedado que se había preparado hace un momento –y…ya te decidiste? –me dijo señalando el celular –sino puede que empiece a sacar raíces –se fue a la sala y se tiró al sillón –donde está el control?
Bill: enfrente tuyo –sonreí –ciego –tome el celular y marque el numero mientras buscaba algo que comer en las alacenas –Tom que paso con las gomitas? –me volteé al ver que no me respondía, estaba cambiando de canales –Tom! –me miró –las gomitas?
Tom: te las acabaste Bill –negó como si me reprochará –come algo más sano
Bill: miren quien habla –suspiré. Seguí buscando hasta que encontré unas frituras –me senté en uno de los sofás y mire el celular –mejor no la llamo…seguro ya está dormida –vi a mi hermano mirarme de reojo y reírse –que?
Tom: permíteme iluminarte hermano mío –dijo fingiendo una voz “adorable” –apenas si son las ocho de la noche…quien en su sano juicio se duerme a esta hora? –tenía un punto pero... –anímate…lo peor que puede pasar es que te cuelgue –le levanté el dedo medio –yo también te quiero –volvió su vista al televisor en donde estaban pasando unos comerciales de cerveza. Alce mi celular y cuando estaba a punto de cerrarlo, me lo quitó de la mano, lo miré desconcertado hasta que vi que le dio “llamar” y me lo devolvió –listo…tranquilo Bill, si te tranquiliza…se nota que le gustas asique respira y háblale –agarre el celular y sonreí
Bill: gracias Tom –asintió levemente, me levante y fui a la terraza
Alo? –sonreí al escucharla –Bill?
Bill: hola…solo llamaba para asegurarme que llegaste bien –tú la llevaste tonto, ouch…que metida de pata –digo…
Entiendo –rió –estoy bien y tú?
Bill: muy bien
Amm…Bill?
Bill: dime
Gracias por la salida…la pase muy bien, de verdad gracias
Bill: yo también –suspiré –me alegra que te hayas divertido, quizás y podemos salir otra vez –cruce mis dedos
Si! –Gritó, sonreí…tan linda –amm…sí, claro me parece –dijo más calmada –oye...me tengo que ir, tengo un poco de sueño –oí como bostezaba
Bill: oh, está bien no te preocupes
Nos vemos el lunes no?
Bill: si…dulces sueños linda
Tu también guapo –me quede tieso al escucharla –yo…yo…bye! –me reí al escuchar el tono, había colgado. Que tierna. Entre a la sala y vi que Tom aun estaba ahí
Tom: y…que tal? –le sonreí –muy bien…vas aprendiendo –fruncí la boca, Tom a veces salía con unas cosas –te irás a dormir? –negué y me senté a su lado, lo miré fijamente –que?
Bill: ya…que paso contigo y Georgina? –apagó la televisión –no me contarás?
Tom: pues…
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