sábado, 6 de noviembre de 2010

Fic Enemys or Lovers Capitulo 48


CAPITULO 48

Madre –y…siguen sin decir nada? –se rió –o lo negarán? –ninguno dijo nada –Tom?
Tom –porque yo? –Bufó –pregúntale a Bill
Bill –ey! –Lo empujó –vaya apoyo
Madre –tan terrible es que lo sepa? –Suspiró –lo único que quiero es que ustedes encuentren a esa chica que este a su lado pase lo que pase, que sepan lo que es amar a alguien –se acercó a ellos –que su corazón este completo…ya están grandes…tienen de todo en la vida…todo lo que les he podido brindar pero…el amor es algo que solo ustedes podrán encontrar…no quiero que se quiten esa oportunidad de vivirlo –les sonrió –me alegraría saber que lo han hecho –alzó sus manos y les acarició su rostro,
Bill –odio que pongas esas caras –suspiró –eso es manipular…sabes? –ella se rió suave –hace cuanto que lo notaste?
Madre –hace unos días atrás…ambos regresaron a casa con una mirada tan…diferente
Tom –te dije que eras obvio –le quejó bromeando
Bill –ella dijo “regresaron”…asique tu también lo eres
Madre –luego de verlos me di cuenta de lo que pasaba –los abrazo –ay mis pequeños…
Tom –mamá!
Bill –mamá! -dijeron a coro –no somos pequeños
Madre –tienes razón…ya están creciendo –sus ojos brillaron por las lágrimas acumuladas –y…quiénes son? –ambos se miraron –porque las tengo que conocer
Bill –que?
Madre –claro…que esperabas
Tom –pero…
Madre –nada de peros, espero que pronto me las presenten…sin excusas –dicho esto se retiro. Pasaron unos minutos en silencio, mirando al suelo, pensando en las palabras de su madre. ¿Sería buena idea? Ninguno lo sabía pero tampoco podrían persuadir a su madre de lo que había dicho, la conocían muy bien. Se sentaron en la banca que tenían enfrente y suspiraron al unísono
Tom –que piensas?
Bill –lo mismo que tu supongo
Tom –que has pensado hacer?
Bill –hay otra opción?
Tom –no lo creo…ya sabes cómo es mamá
Bill –lo sé…lo tengo presente –bufó –demonios
Tom –tarde o temprano se enteraría no?
Bill –creo que preferiría tarde –se rieron –lo harás?
Tom –no sé como reaccionara al verla
Bill –yo tampoco –lo miró –será…que le caerán bien?
Tom –tienen carácter…son independientes…lindas…con buena personalidad…no dudo que le agraden
Bill –es…bastante formal no? –el asintió –me siento tan raro
Tom –te entiendo –miró al cielo –pero…vas en serio con ella no?
Bill –por supuesto
Tom –entonces nos corresponde el presentarlas…al menos a mamá…a papá…bueno, a él no –se rió –puede que le dé un ataque si las presentamos como nuestras novias
Bill –si pero…que pasara cuando lleguen las locas del clan Müller? –Dijo preocupado –no lo había pensando para nada…si la noticia se esparce…no quiero que Afrodisia piense otra cosa
Tom –tendremos que decirles pero…bueno…aclarar lo que en realidad sucede no?
Bill –si…oye…te has dado cuenta que…no sabemos de donde son ellas?
Tom –si…quería preguntárselo pero no he podido
Bill –yo también
Tom –entonces…nos juntamos con ellas hoy? Digo…para hablarles
Bill –si…aunque
Tom –que pasa?
Bill –ayer…cuando la acompañaba para su casa….bueno tuvimos un percance –él lo miro extrañado –se puso mal…y tuve que llevarla a la casa de nosotros
Tom –y?
Bill –cuando desperté no estaba…y no ha respondido a ninguna de mis llamadas…no sé si estará bien, ayer estaba bien delicada
Tom –tranquilo hermano…iremos con Sindra…estoy seguro que ella nos podrá decir más de algo
Bill –gracias
Tom –si pero…antes nos toca dar el
Bill –entrenamiento…si lo sé
Tom –entonces no se diga más…vamos –angustiado siguió a su hermano quien lo jaloneaba hacia el gimnasio para que entrenaran a los soldados.
Al entrar todos se formaron rápidamente en varias filas por orden de rangos mientras ellos se adentraban, dejaron sus cosas en las bancas que había y se separaron para entrar. Pasaron las horas más sin embargo la preocupación no lo dejaba. En su mente las preguntas no paraban de ahogarlo ¿Por qué se fue? ¿A qué hora se abra ido? ¿Estará bien? Esperaba que le contestará las llamadas y los mensajes que le había dejado o que Sindra pudiera decirles donde encontrarla. Pero…seguía sin obtener respuesta… ¿por qué se fue? ¿Sería por la manera en que la había tratado al regañarla? Podría ser…si se había pasado pero se disculpo y ella…ella le señalo que todo estaba bien, le habría mentido? No…sus ojos no mentían, no era eso. Entonces ¿Qué sería? Se alejo un momento de la lona de combate y suspiró. Recordó la pesadilla que ella había tenido, se había alterado bastante…podría…? Salió de sus pensamientos al escuchar que lo llamaban
Tom –ey…Bill! –Se volteó y miró a su hermano –ya se fueron todos
Bill –ah…okey
Tom –que…te pasa?
Bill –no sé –se froto la cara –vamos a cambiarnos mejor, si?
Tom –de acuerdo –se fueron hacia los vestidores y sin perder tiempo se ducharon y se cambiaron, de reojo observó a su hermano…tenía la mirada fija en el suelo y suspiraba a cada segundo. Al guardar sus cosas se acercó –sigues así…que sucede?
Bill –no me hagas caso –cargó su traje de combate –vamos
Tom –ey… –lo jaló del hombro –animo…si? No te angusties antes de tiempo –le sonrió
Bill –tienes razón –se rió –gracias
Tom –siempre la tengo…por algo soy tu hermano mayor no? –Ambos rieron –llamare a Sindra…


En uno de los clubes más populares entre los vampiros se encontraba, entró por la puerta de empleados tratando de no causar ruido. Miró a su alrededor, las luces estaban apagadas excepto la luz que alumbraba la barra. Todas las sillas estaban acomodadas sobre las mesas, no había música. Y como no, aun era temprano para que empezara a funcionar. Unos sonidos que provenían de un pequeño cuarto que estaba al final de un pasillo le llamaron la atención, caminó sigilosamente siempre observando por si alguien aparecía por detrás. Estando frente a la puerta apoyo su rostro sobre esta para escuchar, sonrió. Giró la perilla con cuidado, poco a poco fue abriendo la puerta dejando ver tras de esta a un hombre alto que estaba de espaldas organizando unos papeles en un escritorio. Cerró la puerta y lo miró, seguía de espaldas sin darse cuenta de su presencia. Dio unos pasos cuando él se volteó mirándola sorprendido, ella sonrió quedando frente a frente
Sindra –hola…Joseph…verdad? –Se acercó a una silla y se sentó tranquila –linda oficina para ser el gerente
Joseph –quien eres preciosa? –Dijo con voz grave –esta área está prohibida
Sindra –esperaba que me pudieras ayudar en algo –suspiró –estoy en busca de unas personas y pues…me contaron que tú me podrías dar la información que necesito
Joseph –depende... –camino lento hacia ella relamiendo sus labios –de que…busques –apoyo sus brazos en el borde del respaldar de la silla apresándola
Sindra –a los hermanos Kaulitz –él la miró serio y retrocedió –tengo entendido que frecuentan tu bar, no es así?
Joseph –no creo que pueda ayudarte –dijo serio –no los conozco
Sindra –pero si han venido a tu club
Joseph –tampoco –se volteó –y…para que los buscas?
Sindra –seguro que no han venido? –preguntó ignorando su comentario
Joseph –si, muy seguro –se dirigió a la puerta y la abrió –ahora, si me disculpas…estoy ocupado linda –se levantó de la silla y se acercó, se paró frente a la puerta y la cerró
Sindra –creo que no entendiste –dijo poniéndole seguro a la puerta –necesito esa información…lindo –dijo imitando su voz –y se que si los conoces…asique porque no nos ahorramos la discusión y me das lo que te estoy pidiendo
Joseph –no sé de que hablas –dijo cruzando sus brazos –estas en el lugar equivocado –suspiró enojada –ahora…te vas…estoy muy ocupado como para seguir perdiendo mi tiempo con una niña jugando a ser adulta –le tomó su brazo y la jaló hacia la puerta
Sindra –que dijiste? –bufó –tu me dirás lo que sabes…ahora! –le dio un puñetazo en su vientre dejándolo sin aire por unos segundos. Se quedo tirado en el suelo mirándola sorprendido –las apariencias engañan –le sonrió –en caso quieras seguir viviendo…me dirás todo lo que sabes de ellos –él negó –no? pff…como se nota que aprecias tu vida
Joseph –quien eres? –Dijo nervioso –que quieres con ellos? –se intentó levantar pero tambaleó
Sindra –ninguna de las dos te incumbe –lo miró seria –ahora…me dirás?
Joseph –púdrete –ella roló sus ojos, se agacho, le tomo del cuello y lo alzó
Sindra –no…ese serás tú –dijo sonriendo, estaba a punto de morderlo cuando un sonido particular la hizo detenerse, libero una mano y sacó su celular de su bolsillo y lo acercó a su oído –alo?
–Hola guapa –sonrió al reconocer la voz
Sindra –y eso que llames? –dijo apretando más fuerte el agarre de sus manos contra el cuello de Joseph causando que sangre y gima por el dolor
–oye…que fue eso sonido? –volteó su vista hacia él y bufó
Sindra –no fue nada
–okey…te llamaba para ver a qué horas nos juntamos…ahora o más tarde?
Sindra –sería más tarde…ahorita estoy algo ocupada
–de acuerdo….oye y puedes…sabes ¿dónde está Afrodisia? –Tragó saliva –mi hermano ha intentado llamarla pero no contesta
Sindra –no he hablado con ella para nada –perdóname por mentirte, pensó –mira…te llamo luego si?
–está bien, nos hablamos luego…te quiero
Sindra –yo también…adiós –colgó la llamada y guarde el celular –bueno…en que estábamos? –lo miró divertida –ah sí –se acercó a su cuello –seguro…que no sabes nada?
Joseph –yo….si los conozco –dijo agachando su rostro, ella sonrió –vienen no tan seguido…siempre están en el área VIP
Sindra –que más? Como son…físicamente?
Joseph –nunca los he visto de cerca…no lo permiten
Sindra –entonces…ya no me sirves
Joseph –no! espera! –Gritó asustado –son…altos…uno…tiene estilo rapero…y el otro…es más de rock…no sé –dijo jadeando –ellos….ellos vienen dentro de unos días al club –esas palabras la reconfortaron y sonrió –yo….yo puedo conseguir que los vean –se rió sonoramente
Sindra –harías eso? –él asintió –muy bien…por ahora te quedarás con vida –lo bajo y dejo tirado en el suelo –pero…te recuerdo que si tratas de huir…si dices algo a alguien o si intentas arruinarme…yo misma te cortaré el pescuezo…quedo claro? –temblando asintió –muy bien…estaré comunicándome contigo pronto entonces –se agacho y le dejo un beso en su mejilla –recuerda que te estaré vigilando –dicho esto le sonrió y se fue….
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