jueves, 11 de noviembre de 2010

Fic Enemys or Lovers Capitulo 50


CAPITULO 50

Instantáneamente sintió como él acariciaba sus manos que las tenía a la altura de su cintura. Cerró sus ojos alejando las dudas que atropellaban su mente, ahorita estaba junto a él y nada más importaba
Tom –a que se debe este abrazo? –dijo riendo
Sindra –no es nada –se separo y camino quedando frente a frente –no puedo abrazarte?
Tom –claro que puedes –le sonrió –solo que…sentí algo raro –ella se quedo callada –tienes algo que te este molestando? –rápidamente bajo su vista nerviosa –o quizás me equivoque?
Sindra –si…te equivocaste –intentó sonreír –y para que querías juntarte?
Tom –tengo que tener un motivo en especifico para verte? –dijo juguetón y ella solo sonrió
Sindra –aja
Tom –bueno…en parte es porque si quería hablar contigo sobre algo –ella bufó
Sindra –lo sabía –dicho esto y se sentó en sobre la arena –y que es?
Tom –ni hola me has dicho –se quejó. Se agacho y sentó a su lado
Sindra –tu tampoco –se rió. Se quedaron mirándose por unos instantes –hola
Tom –hola hermosa –se sonrojó –no me das un beso?
Sindra –estas exigente hoy verdad? –dijo mientras se recostaba en su hombro –y si no quiero?
Tom –entonces tendré que ser más persuasivo –se rió –porque no quieres…ah? Es que ya te arrepentiste de estar conmigo? –dijo riendo. Sin embargo ella recordó lo sucedido horas atrás, las dudas que habían surgido gracias a la información que obtuvo en ese bar acaso…ella lo dejaría? El solo pensarlo le causo escalofríos –ey estás bien? Te ha puesto algo pálida –maldijo el acordarse aquellas palabras –ey…mírame –suspiró y lentamente subió su rostro cruzando miradas –que sucede? –sus ojos la miraron preocupados –que es lo que te está molestando?
Sindra –es que... –se quedo callada unos segundos y luego habló –estoy algo cansada…nada más
Tom –segura? –le acarició su rostro quitando unos mechones que caían sobre sus mejillas
Sindra –segura –mintió. Perdóname…no puedo decirte nada…no hasta ver por mis propios ojos que es mentira, pensó –y…que me querías decir? –le sonrió
Tom –ah eso –se rascó la nuca y se rió nervioso –pues, verás…
Sindra –aja?
Tom –bueno…ya sabes, como eres mi novia pues…ella quiere conocerte –dijo resoplando
Sindra –mmm…quien quiere conocerme? –dijo tensa
Tom –mi madre
Sindra –ah? Tu….tu madre? –su corazón se agito –pero…porque?
Tom –la verdad que no lo sé –jugó con la arena que había en su mano –cosas de madres supongo
Sindra –ay dios –llevo una de sus manos a su pecho y suspiró –pero…no sé qué decir…digo
Tom –no quieres? –la abrazo –mi madre es una buena persona, solo quiere conocerte
Sindra –lo sé pero…no es algo…pronto para eso? –trató de excusarse
Tom –tú crees? –Sonrió –si…podría decirse que es rápido –se quedo pensando unos segundos y la miró –no quieres verdad? –Ella negó –me lo imagine
Sindra –no lo tomes a mal –por favor…líbrenme de esta, pensó –pero…no creo que sea…apropiado
Tom –tranquila –le besó el cabello –no te obligaré a ir –la abrazó
Sindra –gracias por comprender –se acurrucó –no tendrás problemas con tu madre?
Tom –la convenceré con mis encantos –dijo sonriendo coqueto
Sindra –uff…entonces vas perdido –se rió y el la miró serio –que?
Tom –no crees que sea encantador?
Sindra –mmm…la verdad? –dijo seria
Tom –que chistosa –bufó –tú... –no pudo continuar y agacho la mirada
Sindra –dime –dijo mientras le tomaba la mano y acariciaba las yemas de los dedos
Tom –crees que le habría caído bien a tus padres? –Preguntó nervioso, ella le sonrió –no te burles…lo digo en serio
Sindra –no pareces del tipo que se mezclaría con los padres de una chica, estoy sorprendida…solo eso
Tom –nunca estuve con alguien así…de novio
Sindra –no?
Tom –no, si alguien me interesaba no era nada serio…solo de juego –la miró –pero…ahora que estoy contigo es diferente y…todo es nuevo...no sé….es nuevo –se rió –es como si no supiera que hacer…como si todo lo que sé se esfumara…y me convirtiera en ese chico pequeño de hace años, que está nervioso por hablar con la chica que le gusta –sonrió –no puedo creer que te haya dicho eso –se sonrojó. Una alegría la inundo por completo al verlo tan vulnerable ante ella. Sabía que él no era del tipo de chicos que contaban lo que sentían a cualquiera sin embargo se lo había dicho…a ella. Su corazón latió más rápido; se movió logrando quedar sentada en las piernas de él aun estando de lado, alzó sus brazos rodeando su cuello y lo besó suavemente
Sindra –gracias –le sonrió
Tom –porque?
Sindra –por confiar en mí y contarme esto –se acomodó y se recostó sobre su pecho –sabes…no eres el único
Tom –ah no?
Sindra –no –se rió –yo…bueno, nunca... –dudó unos segundos pero decidió decirlo –nunca he estado con alguien –se mordió el labio y desvió su mirada hacia el mar, sintió como el tomaba su rostro moviéndolo hasta que quedaran frente a frente –que?
Tom –es…en serio? –dijo dudando –nadie? Pero…se pueden contar si estuviste con alguien pero nada formal
Sindra –nada de nada –dijo avergonzada –nunca tome tanta atención a ese lado…supongo, además –dijo antes de que el dijera algo –mi carácter no ayudo mucho creo
Tom –son unos idiotas –ella lo miró sorprendida –como pueden ignorar a semejante chica? –se sonrojó –pero mejor para mí –dijo coqueto
Sindra –y como es mejor?
Tom –pues –le dio un beso en su mejilla –eso significa que yo he sido tu primer beso…si?
Sindra –si
Tom –tu primer novio
Sindra –si –se rió
Tom –y seré el primero en…
Sindra –Tom! –lo regañó. Sus mejillas estaban rojas –cállate –dijo bajito, él la miró pícaro –odio que tengas esa mirada
Tom –porque? –se acercó y jugo rozando suavemente sus narices
Sindra –porque ya no puedo enojarme contigo –le dio un beso fugaz en sus labios
Tom –no debiste decirlo –dijo serio –ahora…lo tendré en cuenta para convencerte en futuras ocasiones –se rió –y bien señorita…que haremos?
Sindra –haremos? –
Tom –o quieres quedarte todo el día aquí?
Sindra –no pero no se me ocurren muchas ideas…decide tu
Tom –segura? –levantó una ceja juguetón
Sindra –si…y si es algo que implique estar recostada mejor –dijo cerrando los ojos y acurrucándose
Tom –bueno…se de algo en donde podemos estar recostados…implicaría estar desnu…
Sindra –no –lo cortó al instante
Tom –pero no lo has escuchado –dijo haciendo un puchero
Sindra –ya sé que es –dijo aguantando la risa –y no…acaso no piensas en otra cosa que no sea eso?
Tom –claro que sí –ella se rió –no me crees?
Sindra –ya….ya… te creo –le sonrió –ahora dime que haremos el día de hoy que no sea eso
Tom –pues si es así…acortas la lista de actividades –se rieron –que tal si?
Sindra –que tal si? –dijeron al mismo tiempo. Se miraron y sonrieron –que?
Tom –las damas primero
Sindra –quiero... –suspiró profundamente y lo miró fijamente –quiero dibujarte –su cuerpo tembló al recordar el retrato de sus padres –o…mejor…no –titubeó
Tom –me gusta –tomo su mano y la besó delicadamente –la idea…entonces?
Sindra –vamos a mi casa –se levantó con cuidado de no lastimarlo y ambos se encaminaron a su moto –viniste en tu moto?
Tom –no
Sindra –de acuerdo, iremos en la mía –el asintió y se fueron. En todo el camino sintió como Tom se aferraba a ella a su cintura, sus manos jugaban con la hebilla de su jean, sonrió. No importaba cuanto le advirtiera el seguiría jugando. Apretó el timón y se concentró en el sendero que tenía por delante, pero rápidamente su mente se perdió por lo sucedido en la mañana. Intento ignorarlo pero no pudo. Las preguntas aun rondaban libremente, quería…deseaba preguntarle pero ¿qué pasaría si…? No, se dijo a sí misma. Estaba sacando conclusiones apresuradas…eso era. Podría ser una coincidencia solamente. Despertó al sentir unas manos sobre las suyas, se giró mirándolo
Tom –tranquila –le sonrió –solo te ayudo…ya que tu quieres matarnos –al volver sus ojos al frente notó que podrían haberse estrellado contra unas rocas que estaban atravesadas con unos troncos caídos. Quiso disculparse pero de sus labios no salió ni un sonido –está bien –dijo acariciando su mano mientras dirigía la moto –no es incomodo conducir así –dejó que el manejará lo que faltaba para llegar, estando cerca de su casa retomo el mando y aceleró para llegar más rápido. Parqueó la moto de un costado de su casa y se acercaron a la puerta
Sindra –pasa –le invitó apenas entrar ella. Cerró la puerta con cuidado debido a que antigüedad y dejo su chaqueta en la sala –acompáñame –le hizo una seña con su mano mientras se acercaba a una puerta de madera con unos diseños en el frente
Tom –no será en tu cuarto? –dijo mientras abría la puerta
Sindra –no…yo prefiero este cuarto –bajó un escalón –lo diseñe por si…en algún momento volvía a dibujar –se volteó y siguió bajando la escalera que estaba alumbrada por unas pequeñas lámparas –mi…madre –dijo al terminar de bajar –tenía un cuarto parecido en nuestra antigua casa –él se paró a su lado observando cada detalle de la habitación –ella decía…que era para mí –suspiró –un lugar en donde podría dibujar tranquila y donde nadie más podría entrar –se limpió una lágrima –ese cuarto desapareció cuando fue el ataque…ellos lo destruyeron…junto con los dibujos que había hecho mi madre –cerró sus ojos recordando el rostro de su madre al demostrarle los dibujos que había creado de ella siendo una bebé, de cuando su padre la tenía en sus brazos y todos juntos –no es igual…pero trate de que se viera igual –dijo sonriendo –que te parece?
Tom –increíble –dijo mientras miraba los decorados y diseños en las paredes –tu lo hiciste? –Ella asintió –se nota que eres una artista –a pesar que el cuarto era pequeño contaba con varios muebles repletos de pinturas de todos los colores, pinceles, lápices, hojas sin usar dispersas, cuadernos de bocetos. En una de las esquinas había una cama de barrotes color bronce en cada esquina, estaba cubierta por unas sabanas blancas algo arrugadas –una cama? –dijo curioso
Sindra –a veces pasaba días aquí completos tratando de dibujar algo pero no podía…o bueno, no quería…la cuestión es que no salía y me dormía ahí pensando en que si la inspiración me llegaba tendría un lápiz y hoja cerca de mí
Tom –ya veo –le sonrió –me gusta esta habitación –se sentó en la cama –es muy acogedora –ella se rió –estoy seguro que tu madre pienso lo mismo –un brillo apareció en sus ojos
Sindra –tu…crees? –él asintió –bueno…mejor nos ponemos manos a la obra –dio media vuelta y buscó entre las hojas –aquí esta –dijo sacando un carboncillo –donde…deje…aquí esta! –De un cajón sacó una navaja, él la miró extrañado –es para sacarle filo al carboncillo –se sentó en un banquito que había y empezó a sacarle filo –ahorita empezamos
Tom –de acuerdo –vio por el rabillo del ojo que se acostó en la cama. Volvió su mirada en la navaja antes de que se terminara cortando. Se demoró unos segundos más y sopló suavemente para quitar los restos que quedaban en sus manos
Sindra –listo –dijo para sí misma. Se levantó y jaló el cuaderno de bocetos que tenía abierto, con cuidado buscó un espacio que tuviera limpió y lo acomodo en la mesita –eh…Tom? –el se sentó –tan solo…ponte…ponte cómodo
Tom –no necesitas que este en alguna pose o algo? –se rió –o solo…así?
Sindra –bueno –se acercó al borde de la cama y lo miró atentamente –quizás…si... –su voz se apagó
Tom –si? –Su corazón se altero al sentir las manos de él sobre su cintura –tu eres la artista…solo dime y yo lo hago –él sonrió
Sindra –yo quiero…dibujarte
Tom –si lo sé…me lo dijiste –dijo interrumpiéndola –solo quería saber si…
Sindra –desnudo –sintió un nudo en su garganta al decirlo y se sonrojó, al instante agacho su rostro –quiero retratarte desnudo –lentamente levantó su mirada y cruzaron miradas –si no quieres…yo…está bien –se regañó mentalmente al ver como tartamudeaba
Tom –ey… –entrelazó sus manos –tan linda –se acercó y le beso suavemente sus labios, al separarse sonrió –entonces…empezamos? –ella asintió –deja que…me prepare si? –volvió a sentir y se volteó. Respiró profundo y acomodo lo que necesitaría para el dibujo, estando todo listo se giró y se sentó en el banco. Al subir la mirada se quedo absorta en él. Se había estaba quitando la chaqueta que traía, la dejo sobre un mueble que había al lado de la cama y la miró. Sin quitarle la mirada dirigió sus manos hacia el borde de su polo y jaló poco a poco subiéndolo hasta sus hombros, con un ágil movimiento se lo quitó por completo. Sus ojos se deslizaron por su piel bronceada y su abdomen, una risa traviesa se les escapó –ya no estás tímida? –dijo quitándose el cinturón y tirándolo al suelo
Sindra –no digas eso –se quejó, el sonrió. Se agacho para quitarse sus zapatillas una por una sin perder el contacto visual con ella, las dejó debajo de la cama. Sentía que su corazón saldría disparado de su pecho, las pulsaciones que daba la estaban mareando. Cerró sus ojos tranquilizándose, tragó saliva cuando vio las manos de él posarse sobre el botón del jean y su respiración se detuvo. Apretó con fuerza el cuadernillo que tenía observando cómo lentamente iba bajando el jean dejando a su vista sus piernas. Con cada segundo que pasaba sus mejillas iban tomando un tono rojizo. ¿Sería capaz de retratarlo así? Ya no había vuelta atrás, sino quedaría como una tonta si ella misma se lo había pedido. Respira…solo respira, pensó. Un sonido la sacó de sus pensamientos, al mirarlo se dio cuenta que ya se había quitado toda la ropa y estaba sonriéndole
Tom –como quieres que me ponga? –su voz la hizo reaccionar y temblando se acercó
Sindra –pon... –se aclaró la garganta –ponte recostado sobre estas almohadas –si…apóyate en este brazo para que quedes de lado mirándome
Tom –así? –estiró sus piernas levantando una y dejando recostada la otra sobre la colcha, sus ojos lo miraron rápidamente y se sonrojó –creo que te estás sonrojando más seguido…o me parece? –se rió coqueto
Sindra –silencio –intentó sonar enojada pero no pude, su voz apenas si le salía –ahora –se sentó tomando el cuaderno y el carboncillo –necesito que respires profundo y me mires…trata de no moverte mucho si?
Tom –está bien –cerró sus ojos y fijo sus ojos en ella, clavándole la mirada profundamente…ella se estremeció. Aferró el carboncillo en sus dedos y lo acercó a la hoja en blanco comenzando un trazo delgado. Conforme iba trazando las líneas del rostro su corazón se agitaba más y más y una alegría rebosaba dentro de ella.
Fue delineando el contorno de su pecho delicadamente siempre subiendo la mirada para no perder ningún detalle, ni el más pequeño lunar. Soplaba de rato en rato la hoja para no permitir que los restos del carboncillo dañaran la imagen que poco a poco cobraba vida. Mordió sus labios cuando bajo la vista a su entrepierna y se quedo mirándola unos minutos y volvió su vista al papel en donde plasmó cada detalle, podía sentir su rostro arder como si las brasas del infierno mismo estuvieran rodeándola.
Tom –todo en orden mi querida artista? –suspiró y lo miró
Sindra –todo bien –le sonrió –ahora…relájate…estas un poco tenso
Tom –supongo que eso pasa cuando estas desnudo frente a tu novia –se rió
Sindra –ya casi terminó, vuelve a la posición en que estabas –se movió –si…ahí…no te muevas –volvió su vista al cuaderno en donde la imagen de Tom estaba casi completa. Pasaron unos minutos más mientras que le daba los últimos retoques al dibujo entre sonrisas y miradas pícaras –listo –se paró con cuidado de no hacerlo muy rápido debido al tiempo que llevaba sentada. Sonrió al mirar el resultado, se acercó al borde de la cama y se sentó en la esquina donde él estaba apoyado –mira –le enseño el cuaderno –para el tiempo que llevo sin dibujar a alguien de cuerpo entero no me quedo tan mal…tu qué dices? –nerviosa observó como los ojos de Tom se paseaban de un extremo al otro de la hoja viendo su retrato. Su rostro no delataba decepción más sin embargo tampoco felicidad –no…te gusta?
Tom –es... –sonrió –estoy sin palabras –la miró –me gusta
Sindra –en serio? –Se sonrojo –es la primera vez que dibujo a alguien... –el la miró divertido –ya sabes
Tom –solo a mí –le susurró al oído, se estremeció al escucharlo
Sindra –q…que?
Tom –no dibujes a nadie más…así –hundió su rostro en el espacio del cuello y la besó –solo a mí…si? –un escalofrió recorrió su cuerpo al sentirlo cerca y se alejó
Sindra –lo prometo –le sonrió. Evitando verlo se volteó y se dirigió a la mesa para dejar sus instrumentos y el dibujo lo guardó en un portafolio en una gaveta –te…te dejaré solo en el cuarto para que puedas ponerte tu ropa –dijo rápido –te esperaré afuera –apenas dicho esto camino hacia la puerta y poso su mano sobre la perilla
Tom –espera –escuchó su voz algo ronca –ven –su cuerpo tembló, y se quedo ahí sin moverse
Sindra –necesitas algo? –eludió su comentario y no volteó
Tom –ven –dijo nuevamente, ella levemente negó con la cabeza. Un silencio se adueño de la habitación por tan solo unos minutos antes de que oyera el sonido de la cama, se había levantado. Pasaron unos agonizantes segundos y sintió las manos de Tom rozar sus brazos hasta llegar a sus muñecas –voltéate –sin tardarse obedeció y quedaron frente a frente
Sindra –Tom –intentó regañarlo pero de su voz solo salió un débil gemido
Tom –ven amor –guiada por sus manos caminó junto a él quedando cerca de la cama. Se puso detrás de ella ayudándola a recostarse sobre las sabanas cerca de donde estuvo antes acostado. Se sentó en la cama y gateó hacia ella
Sindra –tengo que levantarme –intentó salirse pero el rodeo su cintura con su brazo deteniéndola
Tom –quédate –se acercó a su rostro –conmigo –la besó –un rato más…solo un rato más –ella asintió
Sindra –no tienes frió? –dijo acariciando su espalda, a los segundos se rió por la pregunta que había hecho
Tom –contigo nunca –se sonrojó –tu sola presencia me acobija
Sindra –te amo –suspiró, llevo una de sus manos a su rostro acercándolo a ella –te amo tanto
Tom –y yo a ti preciosa –dejándose llevar cerró sus ojos al sentir sus labios rozarse. Sintió recorrer escalofríos por todo su cuerpo al momento en que sintió el peso del cuerpo de Tom sobre el de ella. Sus manos fueron detrás de su cuello acariciándolo mientras lo apegaba más a ella intentando profundizar más el beso. Desde el momento en que se juntaron en la playa había anhelado sus labios, quería sentir que era real…que estaba con ella y que no se había ido. Su mente no paraba de atormentarla pero no más, ahora eran solo él y ella…juntos. Su pecho subía y bajaba más rápido conforme el beso aumentaba su fuerza dejándola ansiando más. Fue bajando sus manos rozando sus hombros, su abdomen hasta llegar a su cintura, posó sus manos en su espalda baja y con fuerza lo apegó hacia ella causando un choque entre sus cuerpos. Un gemido ronco salió de los labios de Tom. Suspiros ahogados lograban escabullirse de sus labios al sentir las manos de él acariciando sus muslos lentamente mientras le besaba el camino del cuello a su pecho
Sindra –To…Tom –jadeó. Sintió como sus dedos tomaban el borde de su top subiéndolo cuando un sonido los detuvo…
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