CAPITULO 73
Pasaron unos minutos en que Afrodisia se quedó callada mientras recordaba el dolor que sintió, esa vez había sido tan intenso, como si miles de dagas estuvieran atravesándole todo el cuerpo dejándola fuera de combate. Una sombra se había apoderado de todo su cuerpo estando debilitada por el dolor y en todo lo que podía pensar era en saborear la muerte de todos los que estaban a su alrededor. Tener sus cuerpos sin vida a sus pies, la sangre caería por sus manos deleitándola en el placer que la muerte traería. Asustada se recostó sobre una pared y se abrazó a sí misma. ¿Qué me está pasando?, se dijo a sí misma. Una voz la sacó de sus pensamientos
Sindra –hey…estas bien? –Se acercó y tomó su mano –dime que paso
Afrodisia –no he dejado de sentir esos dolores y…cada vez son más fuertes –suspiró –me dejan completamente vulnerable y es como si luego algo estuviera sobre mí y me hiciera cambiar…pierdo el sentido y solo tengo un objetivo en mi mente –la miró a los ojos –matar….matar a todos –un escalofrío le recorrió la espalda –al principio no era tan fuerte pero…esta vez fue tan poderoso…como si me llamara para que cumpliera con la orden –se separó de su amiga, cruzó sus brazos sobre su pecho y frunció el ceño –no entiendo porque me está pasando y lo peor de todo es que no sé cómo detenerlo…
Sindra –linda… -la abrazó por detrás –no eres ningún monstruo, eso lo sé –la rodeo y le sonrió –nunca he conocido a alguien tan fuerte como tú…puedes combatir esta fuerza
Afrodisia –esto es algo que me sobrepasa Sindra –se mordió el labio nerviosa –tengo miedo de que vuelva a tomar posición de mí y no pueda detenerlo… ¿qué pasa si sucede cuando estemos en el castillo con ellos? –Cerró sus ojos y suspiró –esto es por mi sueño y lo sabes… algo va a pasar y yo… -tembló –yo perderé el control
Sindra –aun no está dicho todo…alguien está actuando contra ti sino como tendrías impulsos de este calibre? Es cierto que nuestra raza es conocida por ser violenta pero no así…alguien te manipula y pongo mi dedo sobre tu consejero…nunca me ha caído bien y lo sabes…oculta algo –se paseó por el cuarto mirando a su alrededor –apostaría mi vida a que él sabe lo que te está pasando
Afrodisia –si, tenemos que –unos pasos sonaron por los pasillos –alguien viene –antes de que tocaran la puerta, ella lo hizo y se encontró con un guardia –si?
Guardia –alteza –hizo una venia –el consejero solicita su presencia y la del primer al mando para discutir los detalles del ataque a los clanes Müller y Kaulitz, me mandó decirle que los carruajes del clan Müller que llevan a los jefes del clan y a las herederas ya llegó al castillo……
Mientras esperaba que contestaran la llamada, movía sus dedos hacia arriba y abajo sobre la mesa vieja. Tenía que hacer la llamada antes de que ellas llegaran y pudieran escuchar la conversación
–alo? –escuchó una voz temerosa contestar al otro lado del teléfono, roló los ojos ante el miedo en su voz
Gustav –tengo niñas que suenan más valientes que tu –bufó –quiero confirmar que el carruaje con los miembros reales del clan ya llegaron –unos suspiros se escucharon por el auricular
–Es correcto, mi señor…Georg confirmó su llegada al castillo –el sonrió –en estos mismos momentos los jefes están reunidos mientras los príncipes están yendo a conocer a sus prometidas
Gustav –perfecto, no realicen ningún movimiento hasta la noche, esta entendido?
–sí, señor
Gustav –quiero que todo quede bien, no perdonare ninguna falta….es vital que todos se lo crean –frotó nariz irritado –te lo repito…ninguna…falla….tienen que estar impecables e idénticos…será tu vida y la de tu compañero la que yo disfrutaré quitando si me fallan…y será una muerte muy lenta –se escucharon voces que provenían del pasillo –llamaré para confirmar el éxito de la operación –colgó el auricular y suspiró –inútiles –con cuidado guardó los libros de maldiciones, segundos después la puerta se abría dejando ver a Afrodisia y la soldado –veo que recibieron mi mensaje –sonrió –por favor, entren –señaló con sus manos las sillas –tomen asiento para que podamos empezar –con recelo ambas se sentaron y cruzaron miradas antes de fijar su atención a él –como el guardia ya les habrá avisado espero, en el castillo Kaulitz ya se encuentran hospedados los líderes del clan Müller y sus hijas, según informantes del clan sabemos que esta noche será el anuncio y compromiso de los herederos asique es vital que su alteza vaya escoltada –miró a Sindra –por usted para hacer un reporte del evento que se llevará a cabo….por la celebración las escoltas de los clanes estarán apostadas dentro del castillo y nadie estará vigilando los alrededores lo que nos daría la oportunidad perfecta para dar el ataque –al voltearse cerró los ojos saboreando su victoria –si este es el caso, la orden es que regresen para venir y dirigir el ejército para la batalla
Afrodisia –entiendo –se levantó seguida de Sindra y se encaminaron hacia la puerta, antes de salir ella se volteó y lo miró –al volver hablaremos y me dará unas respuestas…entendido?
Gustav –sí, mi señora –dijo inclinándose –la estaré esperando con ansias –disimulando su enojo abrió la puerta y salieron –la estaré esperando mi precioso demonio….
Tocaron levemente la puerta…
–mis señores, sus prometidas esperan –dijo….el sexto guardia que mandaban para llamarlos a reunirse con las princesas
Bill –y pueden seguir esperando –murmuró contra su cama, sintió un empujón en su pierna –que quieres Tom?
Tom –de verdad piensas quedarte tirado aquí toda la noche? –se rió –vamos…no puede ser tan malo o sí? –Se recostó a su lado –piénsalo de esta manera….bajamos…hablamos con ellas unos minutos y las dejamos…tan sencillo
Bill –no lo había pensado –se volteó
Tom –claro que no…yo soy el gemelo inteligente –se rieron –listo para bajar entonces? –Asintió –muy bien porque estoy seguro que si alguien más sube no será un guardia sino mamá –se levantó de la cama y abrió la puerta –no sé tú…pero yo no quiero enfrentarme a mamá
Madre –me alegra escuchar eso –dijo apareciendo delante de ellos –ahora…donde están los caballeros que eduque?
Bill –no prometo mucho –dijo saliendo del cuarto, parándose junto a su hermano
Madre –solo les pido que les den un recorrido del castillo luego yo iré con ustedes para estar con ellas, antes de la noche hablare con su padre para anular la alianza, de acuerdo?
Tom –gracias ma –ambos se despidieron dándole un beso en la mejilla y se fueron a la entrada principal donde estaban las princesas…
El viento corría libre por los árboles meciéndolos mientras la noche avanzaba dejando en oscuridad los caminos de piedra que recorrían el bosque. En la copa de un árbol estaba Sindra observando el movimiento dentro del bosque, con cuidado de no revelar su posición se bajo brincando hasta el suelo en donde estaba sentada Afrodisia, quien respiraba agitada y el sudor cubría su rostro, preocupaba por su amiga se agacho y le palmeó la espalda reconfortándola
Sindra –no creo que deberíamos seguir –miró a su alrededor –no nos falta mucho pero cada vez estas peor
Afrodisia –no –alejó su mano y la miró –no nos vamos a detener, tenemos que ir al castillo –tosió –estaré mejor –apoyándose en una roca se levanto tambaleándose
Sindra –no seas necia –resopló –no podrás seguir el paso, solo mírate! Regresa e iré yo…no me gusta para nada que estés tan débil
Afrodisia –entiendo –se levantó seguida de Sindra y se encaminaron hacia la puerta, antes de salir ella se volteó y lo miró –al volver hablaremos y me dará unas respuestas…entendido?
Gustav –sí, mi señora –dijo inclinándose –la estaré esperando con ansias –disimulando su enojo abrió la puerta y salieron –la estaré esperando mi precioso demonio….
Tocaron levemente la puerta…
–mis señores, sus prometidas esperan –dijo….el sexto guardia que mandaban para llamarlos a reunirse con las princesas
Bill –y pueden seguir esperando –murmuró contra su cama, sintió un empujón en su pierna –que quieres Tom?
Tom –de verdad piensas quedarte tirado aquí toda la noche? –se rió –vamos…no puede ser tan malo o sí? –Se recostó a su lado –piénsalo de esta manera….bajamos…hablamos con ellas unos minutos y las dejamos…tan sencillo
Bill –no lo había pensado –se volteó
Tom –claro que no…yo soy el gemelo inteligente –se rieron –listo para bajar entonces? –Asintió –muy bien porque estoy seguro que si alguien más sube no será un guardia sino mamá –se levantó de la cama y abrió la puerta –no sé tú…pero yo no quiero enfrentarme a mamá
Madre –me alegra escuchar eso –dijo apareciendo delante de ellos –ahora…donde están los caballeros que eduque?
Bill –no prometo mucho –dijo saliendo del cuarto, parándose junto a su hermano
Madre –solo les pido que les den un recorrido del castillo luego yo iré con ustedes para estar con ellas, antes de la noche hablare con su padre para anular la alianza, de acuerdo?
Tom –gracias ma –ambos se despidieron dándole un beso en la mejilla y se fueron a la entrada principal donde estaban las princesas…
El viento corría libre por los árboles meciéndolos mientras la noche avanzaba dejando en oscuridad los caminos de piedra que recorrían el bosque. En la copa de un árbol estaba Sindra observando el movimiento dentro del bosque, con cuidado de no revelar su posición se bajo brincando hasta el suelo en donde estaba sentada Afrodisia, quien respiraba agitada y el sudor cubría su rostro, preocupaba por su amiga se agacho y le palmeó la espalda reconfortándola
Sindra –no creo que deberíamos seguir –miró a su alrededor –no nos falta mucho pero cada vez estas peor
Afrodisia –no –alejó su mano y la miró –no nos vamos a detener, tenemos que ir al castillo –tosió –estaré mejor –apoyándose en una roca se levanto tambaleándose
Sindra –no seas necia –resopló –no podrás seguir el paso, solo mírate! Regresa e iré yo…no me gusta para nada que estés tan débil
Afrodisia –no…estoy…débil –respiro fuertemente –es un simple malestar, vámonos que estamos perdiendo tiempo valioso –sin escuchar una palabra más, Afrodisia saltó hacia las ramas más altas del árbol que tenía enfrente, pisando fuerte se sostuvo para no resbalar otra vez, sintió la presencia de Sindra detrás suyo, volteándose le sonrió y partieron nuevamente. No podía culpar a su amiga por su preocupación, ella también lo estaba. Nomas habían el camino hacia el castillo, pequeños dolores se habían albergado en su cuerpo sin embargo no les prestó atención pero conforme habían pasado las horas el dolor se había esparcido en todo su cuerpo logrando debilitarla. Se cayó cinco veces saltando entre las ramas y si no fuera por Sindra, estaría lastimada y a pedido de ella se detuvieron para descansar unos minutos. Ahora corrían contra el tiempo para llegar al castillo en donde la fiesta por el compromiso ya habría comenzado.
Estaban cerca del perímetro del castillo cuando sintió nuevamente a la sombra queriendo apoderarse de su cuerpo…“sangre….quiero sangre”, cerró sus ojos y siguió corriendo ignorando aquella voz.
Se detuvieron y saltaron ocultándose en uno de los arbustos más altos al ver que ya tenían el castillo frente a ellas…
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Estaban cerca del perímetro del castillo cuando sintió nuevamente a la sombra queriendo apoderarse de su cuerpo…“sangre….quiero sangre”, cerró sus ojos y siguió corriendo ignorando aquella voz.
Se detuvieron y saltaron ocultándose en uno de los arbustos más altos al ver que ya tenían el castillo frente a ellas…
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