CAPITULO 52
Una sonrisa apareció en su rostro y dejo a Sindra en el balcón del cuarto. Corrió por el pasillo hasta llegar a las escaleras en donde bajo de dos en dos saltando, al llegar a la ultima grada se tropezó y cayó al suelo. Sin acomodarse la ropa se levanto y salió apresurada por la puerta cerrándola de un golpe. Antes de subir a su moto se detuvo y marcó en el celular y se lo apegó a su oreja esperando pero nadie contestó
Afrodisia –demonios –susurró
Gustav –apresurada? –Se giró al escuchar la voz grave –deberías estar en tu habitación, no es seguro
Afrodisia –aja –bufó. Se sentó en su moto y la encendió. Lentamente vio como él se acercaba a ella –que quieres?
Gustav –informarle que con los jefes del clan Müller viniendo no sería sabio que saliera
Afrodisia –aun falta para que lleguen, les tomara tiempo venir –suspiró –estaré bien
Gustav –como usted diga –asintió inclinando levemente y le dio espacio para que se fuera. Miró atentamente como se iba dejando solo un rastro de polvo debido a la rapidez con la que conducía –ya veremos luego quien obedece a quien…princesa –sonriendo se adentro en el castillo…
Espero…y espero pero nadie le contestó….otra vez. Maldijo en su mente. Había llamado tantas veces al celular de Bill que ya se estaba quedando sin batería. Mientras daba vueltas por la plaza de la ciudad miraba por todos los locales, callejones esperando verlo pero no estaba ahí. Parqueó su moto en una esquina y se encaminó hacia cada bar, discoteca que conocía y lo buscó pero tampoco lo vio. Varios locales aun no estaban abiertos por la hora y en muchos no la dejaron entrar por su vestimenta. En unos cuantos pudo persuadir al gerente para que la dejara entrar mostrando su daga que cargaba escondida en su cintura. Pasaron las horas, había recorrido casi todos los lugares posibles en la plaza pero aun no lo había encontrado ¿Dónde estaría?
Y una pregunta que la angustiaba ¿Querría verla? Ella lo había ignorado por completo esperando si lo alejaba los sentimientos que sentía hacia él se fueran tan rápido como habían llegado pero se equivoco. Eran más fuertes. Y ahora estaba desesperada buscándolo ¿Qué pasaría al encontrarlo? Tenía miedo que le dijera que no lo viera nunca más pero…no lo culparía, no después de lo que ella había hecho. Cerró sus ojos tratando de alejar esos pensamientos, no importa lo que pasara ella lo vería y enmendaría lo que había hecho….
Observó su celular viendo el mensaje que decía que tenía una llamada perdida de Afrodisia. Suspiró, dudando si devolver la llamada. Dejo caer el celular en la cama y se recostó boca arriba frotándose sus ojos. Escuchó que tocaban la puerta, supo que no era Tom…lo había visto salir hace ratos
Bill –quien quiera que seas…vete –resopló esperando que le hicieran caso…. escuchó nuevamente dos toques en la puerta. Con el ceño fruncido se levantó de un golpe de la cama y abrió la puerta –mamá?
Madre –que son esos modales Bill? –encogió sus hombros –no me dejaras pasar? –retrocedió unos pasos dejando espacio para que pasara, al entrar el cerró su puerta
Bill –paso algo? –ella negó –entonces?
Madre –acaso no puedo estar contigo solo porque quiero? –dijo frunciendo el ceño igual que él
Bill –claro –se recostó nuevamente en la cama –siéntate si quieres –dijo mientras quitaba su chaqueta de la cama. Ella sonrió y se sentó junto a él, con su mano acarició su mejilla suavemente quitando algunos mechones que caían sobre su rostro, el cerró sus ojos y suspiró
Madre –que tienes hijo? –el abrió sus ojos y la miró extrañado –no me mires así, una madre sabe cuando algo no está bien…asique, que sucede? –se acomodo sentándose a su lado
Bill –no sucede nada –intentó mentirle –solo estoy cansado
Madre –si claro –sonrió –hijo…acaso crees que no te conozco? –Agacho su rostro –cuando eras pequeño siempre que tenías un problema me lo contabas –posó su mano sobre la de él –confía en mí –el suspiró
Bill –no es que no confié en ti mamá –frotó sus manos –es complicado
Madre –todo tiene solución pequeño –lo abrazo –se han peleado?
Bill –que?
Madre –que si te has peleado con tu novia
Bill –ma…no es eso –evitó su mirada
Madre –es a ella a quien estabas intentando llamar toda la mañana no? –rendido…asintió –entonces…?
Bill –no sé –suspiró –estábamos bien pero ahora…no quiere saber nada de mí
Madre –puede que haya algo que no hayas visto…seguro que todo está bien? –iba a contestarle cuando recordó lo que había pasado la otra noche, se quedo callado. Ella se había puesto un poco fría luego de despertar de esa pesadilla y no había querido contarle nada. ¿Sería eso? ¿Qué habría sido esa pesadilla para que lo alejara de él?
Bill –hay algo que no me ha dicho –dijo susurrando –creo…hay algo que la esta atormentando –ella le sonrió
Madre –entonces ve con ella –le besó su frente –a veces, uno se aleja por miedo a ser lastimado…o de que lastimen a quienes uno ama –se levantó con cuidado –si te quedas aquí jamás sabrás lo que esta alejándola de ti y…por como la describes….no es de las personas que saben cuando pedir ayuda, necesita a una mano que la guie
Bill –pero yo no te dije nada de ella –ella se rió
Madre –tus pensamientos son tan fuertes que no tengo que esforzarme en leer tu mente hijo –se sonrojó –ahora ve…que ella te está buscando –antes de que el dijera algo se marchó del cuarto, cerró la puerta sin hacer ruido y suspiró –algo me dice que esto no es nada con lo que Tom y tu tendrán que enfrentar –se abrazó a si misma mientras caminaba hacia su habitación…
Pateó fuertemente el barril de hierro y al instante salió disparado hacia la pared. Sin gasolina, sin celular y con hambre estaba hace horas. En su rostro solo demostraba furia y angustia. Era ya de noche y aun no había logrado dar con Bill. Se recostó sobre la pared de concreto y cerró sus ojos. No había parte de la ciudad que no hubiera registrado ni del bosque. No sabía donde más buscar. Si tan solo supiera en donde vivía podría ir. Pero el nunca le había donde era su casa, debería haberlo preguntado pero si lo hubiera hecho…ella también tendría que haberle dicho y no podría seguir con el cuento de que la casa de su amiga era suya. El se daría cuenta.
Mentiras….todo era más y más mentiras. Ella nunca podría decirle quien era, en donde vivía o de que raza era.
Afrodisia –no seas tonta –se reprochó –ahora no pienses en ello…luego tendrás tiempo –abrió sus ojos y se encaminó fuera del callejón en donde estaba descansando. No podrá ir hacia su moto ya que sería en vano, estaba sin gasolina y para suerte suya no cargaba su dinero –luego vendré por ti bebe –dijo mirando a lo lejos la calle en donde estaba parqueada su moto. Al darse la vuelta sintió una punzada dentro de ella. Escalofríos le recorrieron todo su cuerpo –mi…santuario –sin tiempo para buscar explicaciones se fue corriendo hacia el bosque. No sabía qué sucedía pero algo le decía que tenía que estar ahí…
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sábado, 11 de diciembre de 2010
viernes, 19 de noviembre de 2010
Fic Enemys or Lovers Capitulo 51
CAPITULO 51
Intentó levantarse pero no pudo puesto que él se lo impidió aferrándose de su cintura. Lo escuchó reírse y se separó lentamente de él
Sindra –tengo que…
Tom –no… –suspiró –no…tienes que –acarició su mejilla –deja que suene –antes de que pudiera contradecirle metió su mano dentro del bolsillo de su jean, sacó el celular que no paraba de sonar y lo tiro al suelo sonriendo
Sindra –puede... –jadeó –puede que sea urgente…solo deja que… –se quedo callada al sentir como los labios rozaron levemente sobre su pecho –que... –cerró sus ojos y se mordió el labio inferior –eres…
Tom –apuesto…sexy? –Se rió suavemente, se acercó y mordió el lóbulo de su oreja, ella gimió y se sonrojó –te ves hermosa
Sindra –lo sé –sonrió juguetona. Aprovechó que se había quedado quieto, se impulsó y rodaron sobre las almohadas quedando ella encima de él –y que…tramas ah? –Le sonrió coqueta –solo veníamos a que te dibujara…y ya lo hice –fue subiendo poco a poco sus manos acariciando su abdomen
Tom –no seas… –posó sus manos sobre su cintura, movió su cadera dando un ligero brinco logrando sacarle un gemido –mala…quedemos aquí un rato más –dijo jugando con el piercing que tenía en su labio
Sindra –no…sé –dijo mientras se acercaba a su rostro –como haces…para convencerme –lo besó apasionadamente al mismo tiempo en que se mecía sobre sus caderas de adelante hacia atrás sintiendo como el calor se esparcía, adueñándose de todo su cuerpo –ah... –tapó sus labios con su mano acallando los jadeos…sintió una manos posarse suavemente sobre la suya
Tom –no hagas eso preciosa –bajó sus manos entrelazándolas –quiero…escucharte –se sonrojó al oír aquella petición –no me niegues ese…placer –le besó la palma de la mano mordiéndole al final –tu voz es tan…sensual… –gimió al sentir los dedos de ella acariciar su entrepierna levemente –no… ¡aaah! …no me tortures
Sindra –sshh…. –lo calló rozando sus labios levemente. Acarició las trenzas que caían por su cuello, al separarse le sonrió –Tom…yo –su cuerpo tembló al reaccionar hacia donde los estaba llevando cada caricia –no puedo –suspiró –no puedo
Tom –no entiendo –acomodo los cabellos que caían ocultando su rostro ante él –que no puedes?
Sindra –esto…yo jamás he estado con alguien y aún no…me siento lista –se mordió el labio nerviosa –perdóname…no debí dejar que…. –titubeó –perdón –agacho el rostro acurrucándose en su pecho desnudo. Al instante sintió como él rodeo con sus brazos su espalda –debes creer que soy infantil –oyó una suave risa, subió su rostro y lo miró extrañada
Tom –crees que me voy a enojar porque no quieras? –suspiró. Con cuidado se movió dejándola recostada del borde de la cama y el a su lado aun abrazándola –no lo estoy linda
Sindra –pero…
Tom –más estoy enojado conmigo por ir muy rápido –le sonrió –debí de saberlo y no presionarte…no tienes que disculparte…okey? –Ella asintió –solo... –se aclaró su garganta –deja…que me ponga mi ropa –ella se sonrojó
Sindra –oh…claro –apoyándose en una de sus manos se sentó, se acomodo su ropa bajando el top y se abrocho el jean… ¿Cuándo lo desató?, pensó sonriendo
Tom –y esa sonrisa? –detuvo sus pensamientos al darse cuenta que la estaba mirando fijamente mientras se ponía su jean –y?
Sindra –acaso no puedo sonreír?
Tom –si puedes –se terminó de poner su polo –te gustó no? –dijo riendo
Sindra –no sé de que hablas –se levantó rápidamente y se quedo al lado de la mesa en donde tenía las pinturas
Tom –ah no? –camino hasta quedar detrás de ella y la abrazo por la cintura –te…lo recuerdo? –dijo presionando su cadera contra el cuerpo de ella logrando que suspirará fuertemente –ya?
Sindra –mmm…aun no –acarició sus manos y le sonrió
Tom –eres única –se acercó y besó su cuello –por eso me gustas
Sindra –te gusto? –dijo alzando una ceja
Tom –te quiero –caminó y quedo frente a ella
Sindra –me quieres? –cruzó sus brazos
Tom –te... –estiró su mano, tomo su mentón y lo levantó dejando sus rostros a escasos centímetros –amo
Sindra –mucho mejor –se rió y lo abrazó –ya terminaste de cambiarte?
Tom –si…tienes algo en mente?
Sindra –de hecho... –lo miró picara –si…
Tom –sabes…esto no era lo que tenía en mente –dijo frunciendo el labio, ella se rió
Sindra –no te gusta? –Dijo mientras se recostaba en el respaldar de la silla, la miró serio –jajajaja…pero si te ves bien
Tom –me veo ridículo –se alejo de la mesa y la miró –esto es necesario? –Señalo el mandil –que cruel eres
Sindra –te miras bien sexy –se rió –además que en serio estoy cansada –dijo recordando todo lo que había caminado para buscar información sobre los gemelos Kaulitz –si? –le guiñó
Tom –a la próxima no caeré en los pucheros que me hagas –se rió. Volteó quedando frente a una de las ollas en donde hervía el chocolate –que más desea la señorita? –lo miró sonriendo, se levantó y fue hacia el refrigerador que estaba en una de las esquinas de la cocina, abrió la puerta y se inclinó, para buscar entre los anaqueles –que haces?
Sindra –yo deje... –escuchó los ruidos de envases de vidrio –unas fresas por…aquí están! –al levantar su cabeza se golpeó con el borde de la puerta y dio un brinco –auch! –dejó el envase de vidrio en donde estaban las fresas
Tom –con que te golpeaste? –dijo dejando a fuego lento la hornilla, se acercó –estás bien?
Sindra –refrigerador del demonio! –se llevó sus manos a su nuca
Tom –supongo eso responde mi primera pregunta –suspiró –déjame verte
Sindra –no fue muy duro el golpe –dijo mientras el acariciaba el punto de su nuca en donde se había golpeado
Tom –ten más cuidado –la regañó sonriendo –ve a tu cuarto, ahorita subo esto
Sindra –seguro?
Tom –si…ve –asintió y se encamino hacia las escaleras, antes de subir dio un vistazo a la cocina y sonrió. Rápidamente subió y entro a su cuarto. Acomodo unas ropas que había dejado en el suelo y se recostó en su cama
Sindra –no he llamado a Afrodisia –dijo recordando que la llamada perdida había sido de ella –la llamo ahorita? –Buscó su celular entre sus ropas y lo sacó –mejor…no vaya a ser que luego me mate por no haberla llamado –marcó unos botones y se pegó el celular al oído –vamos…contesta –bufó –genial…ahora ella es la que no contesta…habrá ido con Bill? –suspiró –espero que este todo bien –se volteó al escuchar unos pasos que venían de las escaleras y sonrió –necesitas ayuda?!
Tom –no! –se mordió el labio inferior, se quedo mirando la puerta…esperando a que apareciera –aaah!
Sindra –que paso? –se acercó al borde de la puerta
Tom –nada…nada –estaba apoyado en el barandal –creo que tienes que hacer unas reparaciones en ese escalón –al mirar hacia abajo vio como estaba roto
Sindra –perdón? –Tomó la bandeja en donde traía la comida –no creí que estuvieran en tan mal estado –dejo las cosas en la mesita que tenía cerca de su cama –no te lastimaste ni nada?
Tom –pff…no es para tanto –levantó una ceja riéndose –soy muy fuerte como para que una simple caída me haga daño
Sindra –no me digas –dijo burlona –uuuy que fuerte…le ganas a una escalera
Tom –ya sabes que no puedes jugar con fuego –le rodeo su cintura con sus brazos –mejor... –se recostó con ella en la cama –nos quedamos un rato tranquilos
Sindra –que milagro que estés calmado –le sonrió –me parece –dejó que el se acomoda sobre sus almohadas y ella luego se recostó sobre su pecho y se acurrucó…
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jueves, 11 de noviembre de 2010
Fic Enemys or Lovers Capitulo 50
CAPITULO 50
Instantáneamente sintió como él acariciaba sus manos que las tenía a la altura de su cintura. Cerró sus ojos alejando las dudas que atropellaban su mente, ahorita estaba junto a él y nada más importaba
Tom –a que se debe este abrazo? –dijo riendo
Sindra –no es nada –se separo y camino quedando frente a frente –no puedo abrazarte?
Tom –claro que puedes –le sonrió –solo que…sentí algo raro –ella se quedo callada –tienes algo que te este molestando? –rápidamente bajo su vista nerviosa –o quizás me equivoque?
Sindra –si…te equivocaste –intentó sonreír –y para que querías juntarte?
Tom –tengo que tener un motivo en especifico para verte? –dijo juguetón y ella solo sonrió
Sindra –aja
Tom –bueno…en parte es porque si quería hablar contigo sobre algo –ella bufó
Sindra –lo sabía –dicho esto y se sentó en sobre la arena –y que es?
Tom –ni hola me has dicho –se quejó. Se agacho y sentó a su lado
Sindra –tu tampoco –se rió. Se quedaron mirándose por unos instantes –hola
Tom –hola hermosa –se sonrojó –no me das un beso?
Sindra –estas exigente hoy verdad? –dijo mientras se recostaba en su hombro –y si no quiero?
Tom –entonces tendré que ser más persuasivo –se rió –porque no quieres…ah? Es que ya te arrepentiste de estar conmigo? –dijo riendo. Sin embargo ella recordó lo sucedido horas atrás, las dudas que habían surgido gracias a la información que obtuvo en ese bar acaso…ella lo dejaría? El solo pensarlo le causo escalofríos –ey estás bien? Te ha puesto algo pálida –maldijo el acordarse aquellas palabras –ey…mírame –suspiró y lentamente subió su rostro cruzando miradas –que sucede? –sus ojos la miraron preocupados –que es lo que te está molestando?
Sindra –es que... –se quedo callada unos segundos y luego habló –estoy algo cansada…nada más
Tom –segura? –le acarició su rostro quitando unos mechones que caían sobre sus mejillas
Sindra –segura –mintió. Perdóname…no puedo decirte nada…no hasta ver por mis propios ojos que es mentira, pensó –y…que me querías decir? –le sonrió
Tom –ah eso –se rascó la nuca y se rió nervioso –pues, verás…
Sindra –aja?
Tom –bueno…ya sabes, como eres mi novia pues…ella quiere conocerte –dijo resoplando
Sindra –mmm…quien quiere conocerme? –dijo tensa
Tom –mi madre
Sindra –ah? Tu….tu madre? –su corazón se agito –pero…porque?
Tom –la verdad que no lo sé –jugó con la arena que había en su mano –cosas de madres supongo
Sindra –ay dios –llevo una de sus manos a su pecho y suspiró –pero…no sé qué decir…digo
Tom –no quieres? –la abrazo –mi madre es una buena persona, solo quiere conocerte
Sindra –lo sé pero…no es algo…pronto para eso? –trató de excusarse
Tom –tú crees? –Sonrió –si…podría decirse que es rápido –se quedo pensando unos segundos y la miró –no quieres verdad? –Ella negó –me lo imagine
Sindra –no lo tomes a mal –por favor…líbrenme de esta, pensó –pero…no creo que sea…apropiado
Tom –tranquila –le besó el cabello –no te obligaré a ir –la abrazó
Sindra –gracias por comprender –se acurrucó –no tendrás problemas con tu madre?
Tom –la convenceré con mis encantos –dijo sonriendo coqueto
Sindra –uff…entonces vas perdido –se rió y el la miró serio –que?
Tom –no crees que sea encantador?
Sindra –mmm…la verdad? –dijo seria
Tom –que chistosa –bufó –tú... –no pudo continuar y agacho la mirada
Sindra –dime –dijo mientras le tomaba la mano y acariciaba las yemas de los dedos
Tom –crees que le habría caído bien a tus padres? –Preguntó nervioso, ella le sonrió –no te burles…lo digo en serio
Sindra –no pareces del tipo que se mezclaría con los padres de una chica, estoy sorprendida…solo eso
Tom –nunca estuve con alguien así…de novio
Sindra –no?
Tom –no, si alguien me interesaba no era nada serio…solo de juego –la miró –pero…ahora que estoy contigo es diferente y…todo es nuevo...no sé….es nuevo –se rió –es como si no supiera que hacer…como si todo lo que sé se esfumara…y me convirtiera en ese chico pequeño de hace años, que está nervioso por hablar con la chica que le gusta –sonrió –no puedo creer que te haya dicho eso –se sonrojó. Una alegría la inundo por completo al verlo tan vulnerable ante ella. Sabía que él no era del tipo de chicos que contaban lo que sentían a cualquiera sin embargo se lo había dicho…a ella. Su corazón latió más rápido; se movió logrando quedar sentada en las piernas de él aun estando de lado, alzó sus brazos rodeando su cuello y lo besó suavemente
Sindra –gracias –le sonrió
Tom –porque?
Sindra –por confiar en mí y contarme esto –se acomodó y se recostó sobre su pecho –sabes…no eres el único
Tom –ah no?
Sindra –no –se rió –yo…bueno, nunca... –dudó unos segundos pero decidió decirlo –nunca he estado con alguien –se mordió el labio y desvió su mirada hacia el mar, sintió como el tomaba su rostro moviéndolo hasta que quedaran frente a frente –que?
Tom –es…en serio? –dijo dudando –nadie? Pero…se pueden contar si estuviste con alguien pero nada formal
Sindra –nada de nada –dijo avergonzada –nunca tome tanta atención a ese lado…supongo, además –dijo antes de que el dijera algo –mi carácter no ayudo mucho creo
Tom –son unos idiotas –ella lo miró sorprendida –como pueden ignorar a semejante chica? –se sonrojó –pero mejor para mí –dijo coqueto
Sindra –y como es mejor?
Tom –pues –le dio un beso en su mejilla –eso significa que yo he sido tu primer beso…si?
Sindra –si
Tom –tu primer novio
Sindra –si –se rió
Tom –y seré el primero en…
Sindra –Tom! –lo regañó. Sus mejillas estaban rojas –cállate –dijo bajito, él la miró pícaro –odio que tengas esa mirada
Tom –porque? –se acercó y jugo rozando suavemente sus narices
Sindra –porque ya no puedo enojarme contigo –le dio un beso fugaz en sus labios
Tom –no debiste decirlo –dijo serio –ahora…lo tendré en cuenta para convencerte en futuras ocasiones –se rió –y bien señorita…que haremos?
Sindra –haremos? –
Tom –o quieres quedarte todo el día aquí?
Sindra –no pero no se me ocurren muchas ideas…decide tu
Tom –segura? –levantó una ceja juguetón
Sindra –si…y si es algo que implique estar recostada mejor –dijo cerrando los ojos y acurrucándose
Tom –bueno…se de algo en donde podemos estar recostados…implicaría estar desnu…
Sindra –no –lo cortó al instante
Tom –pero no lo has escuchado –dijo haciendo un puchero
Sindra –ya sé que es –dijo aguantando la risa –y no…acaso no piensas en otra cosa que no sea eso?
Tom –claro que sí –ella se rió –no me crees?
Sindra –ya….ya… te creo –le sonrió –ahora dime que haremos el día de hoy que no sea eso
Tom –pues si es así…acortas la lista de actividades –se rieron –que tal si?
Sindra –que tal si? –dijeron al mismo tiempo. Se miraron y sonrieron –que?
Tom –las damas primero
Sindra –quiero... –suspiró profundamente y lo miró fijamente –quiero dibujarte –su cuerpo tembló al recordar el retrato de sus padres –o…mejor…no –titubeó
Tom –me gusta –tomo su mano y la besó delicadamente –la idea…entonces?
Sindra –vamos a mi casa –se levantó con cuidado de no lastimarlo y ambos se encaminaron a su moto –viniste en tu moto?
Tom –no
Sindra –de acuerdo, iremos en la mía –el asintió y se fueron. En todo el camino sintió como Tom se aferraba a ella a su cintura, sus manos jugaban con la hebilla de su jean, sonrió. No importaba cuanto le advirtiera el seguiría jugando. Apretó el timón y se concentró en el sendero que tenía por delante, pero rápidamente su mente se perdió por lo sucedido en la mañana. Intento ignorarlo pero no pudo. Las preguntas aun rondaban libremente, quería…deseaba preguntarle pero ¿qué pasaría si…? No, se dijo a sí misma. Estaba sacando conclusiones apresuradas…eso era. Podría ser una coincidencia solamente. Despertó al sentir unas manos sobre las suyas, se giró mirándolo
Tom –tranquila –le sonrió –solo te ayudo…ya que tu quieres matarnos –al volver sus ojos al frente notó que podrían haberse estrellado contra unas rocas que estaban atravesadas con unos troncos caídos. Quiso disculparse pero de sus labios no salió ni un sonido –está bien –dijo acariciando su mano mientras dirigía la moto –no es incomodo conducir así –dejó que el manejará lo que faltaba para llegar, estando cerca de su casa retomo el mando y aceleró para llegar más rápido. Parqueó la moto de un costado de su casa y se acercaron a la puerta
Sindra –pasa –le invitó apenas entrar ella. Cerró la puerta con cuidado debido a que antigüedad y dejo su chaqueta en la sala –acompáñame –le hizo una seña con su mano mientras se acercaba a una puerta de madera con unos diseños en el frente
Tom –no será en tu cuarto? –dijo mientras abría la puerta
Sindra –no…yo prefiero este cuarto –bajó un escalón –lo diseñe por si…en algún momento volvía a dibujar –se volteó y siguió bajando la escalera que estaba alumbrada por unas pequeñas lámparas –mi…madre –dijo al terminar de bajar –tenía un cuarto parecido en nuestra antigua casa –él se paró a su lado observando cada detalle de la habitación –ella decía…que era para mí –suspiró –un lugar en donde podría dibujar tranquila y donde nadie más podría entrar –se limpió una lágrima –ese cuarto desapareció cuando fue el ataque…ellos lo destruyeron…junto con los dibujos que había hecho mi madre –cerró sus ojos recordando el rostro de su madre al demostrarle los dibujos que había creado de ella siendo una bebé, de cuando su padre la tenía en sus brazos y todos juntos –no es igual…pero trate de que se viera igual –dijo sonriendo –que te parece?
Tom –increíble –dijo mientras miraba los decorados y diseños en las paredes –tu lo hiciste? –Ella asintió –se nota que eres una artista –a pesar que el cuarto era pequeño contaba con varios muebles repletos de pinturas de todos los colores, pinceles, lápices, hojas sin usar dispersas, cuadernos de bocetos. En una de las esquinas había una cama de barrotes color bronce en cada esquina, estaba cubierta por unas sabanas blancas algo arrugadas –una cama? –dijo curioso
Sindra –a veces pasaba días aquí completos tratando de dibujar algo pero no podía…o bueno, no quería…la cuestión es que no salía y me dormía ahí pensando en que si la inspiración me llegaba tendría un lápiz y hoja cerca de mí
Tom –ya veo –le sonrió –me gusta esta habitación –se sentó en la cama –es muy acogedora –ella se rió –estoy seguro que tu madre pienso lo mismo –un brillo apareció en sus ojos
Sindra –tu…crees? –él asintió –bueno…mejor nos ponemos manos a la obra –dio media vuelta y buscó entre las hojas –aquí esta –dijo sacando un carboncillo –donde…deje…aquí esta! –De un cajón sacó una navaja, él la miró extrañado –es para sacarle filo al carboncillo –se sentó en un banquito que había y empezó a sacarle filo –ahorita empezamos
Tom –de acuerdo –vio por el rabillo del ojo que se acostó en la cama. Volvió su mirada en la navaja antes de que se terminara cortando. Se demoró unos segundos más y sopló suavemente para quitar los restos que quedaban en sus manos
Sindra –listo –dijo para sí misma. Se levantó y jaló el cuaderno de bocetos que tenía abierto, con cuidado buscó un espacio que tuviera limpió y lo acomodo en la mesita –eh…Tom? –el se sentó –tan solo…ponte…ponte cómodo
Tom –no necesitas que este en alguna pose o algo? –se rió –o solo…así?
Sindra –bueno –se acercó al borde de la cama y lo miró atentamente –quizás…si... –su voz se apagó
Tom –si? –Su corazón se altero al sentir las manos de él sobre su cintura –tu eres la artista…solo dime y yo lo hago –él sonrió
Sindra –yo quiero…dibujarte
Tom –si lo sé…me lo dijiste –dijo interrumpiéndola –solo quería saber si…
Sindra –desnudo –sintió un nudo en su garganta al decirlo y se sonrojó, al instante agacho su rostro –quiero retratarte desnudo –lentamente levantó su mirada y cruzaron miradas –si no quieres…yo…está bien –se regañó mentalmente al ver como tartamudeaba
Tom –ey… –entrelazó sus manos –tan linda –se acercó y le beso suavemente sus labios, al separarse sonrió –entonces…empezamos? –ella asintió –deja que…me prepare si? –volvió a sentir y se volteó. Respiró profundo y acomodo lo que necesitaría para el dibujo, estando todo listo se giró y se sentó en el banco. Al subir la mirada se quedo absorta en él. Se había estaba quitando la chaqueta que traía, la dejo sobre un mueble que había al lado de la cama y la miró. Sin quitarle la mirada dirigió sus manos hacia el borde de su polo y jaló poco a poco subiéndolo hasta sus hombros, con un ágil movimiento se lo quitó por completo. Sus ojos se deslizaron por su piel bronceada y su abdomen, una risa traviesa se les escapó –ya no estás tímida? –dijo quitándose el cinturón y tirándolo al suelo
Sindra –no digas eso –se quejó, el sonrió. Se agacho para quitarse sus zapatillas una por una sin perder el contacto visual con ella, las dejó debajo de la cama. Sentía que su corazón saldría disparado de su pecho, las pulsaciones que daba la estaban mareando. Cerró sus ojos tranquilizándose, tragó saliva cuando vio las manos de él posarse sobre el botón del jean y su respiración se detuvo. Apretó con fuerza el cuadernillo que tenía observando cómo lentamente iba bajando el jean dejando a su vista sus piernas. Con cada segundo que pasaba sus mejillas iban tomando un tono rojizo. ¿Sería capaz de retratarlo así? Ya no había vuelta atrás, sino quedaría como una tonta si ella misma se lo había pedido. Respira…solo respira, pensó. Un sonido la sacó de sus pensamientos, al mirarlo se dio cuenta que ya se había quitado toda la ropa y estaba sonriéndole
Tom –como quieres que me ponga? –su voz la hizo reaccionar y temblando se acercó
Sindra –pon... –se aclaró la garganta –ponte recostado sobre estas almohadas –si…apóyate en este brazo para que quedes de lado mirándome
Tom –así? –estiró sus piernas levantando una y dejando recostada la otra sobre la colcha, sus ojos lo miraron rápidamente y se sonrojó –creo que te estás sonrojando más seguido…o me parece? –se rió coqueto
Sindra –silencio –intentó sonar enojada pero no pude, su voz apenas si le salía –ahora –se sentó tomando el cuaderno y el carboncillo –necesito que respires profundo y me mires…trata de no moverte mucho si?
Tom –está bien –cerró sus ojos y fijo sus ojos en ella, clavándole la mirada profundamente…ella se estremeció. Aferró el carboncillo en sus dedos y lo acercó a la hoja en blanco comenzando un trazo delgado. Conforme iba trazando las líneas del rostro su corazón se agitaba más y más y una alegría rebosaba dentro de ella.
Fue delineando el contorno de su pecho delicadamente siempre subiendo la mirada para no perder ningún detalle, ni el más pequeño lunar. Soplaba de rato en rato la hoja para no permitir que los restos del carboncillo dañaran la imagen que poco a poco cobraba vida. Mordió sus labios cuando bajo la vista a su entrepierna y se quedo mirándola unos minutos y volvió su vista al papel en donde plasmó cada detalle, podía sentir su rostro arder como si las brasas del infierno mismo estuvieran rodeándola.
Tom –todo en orden mi querida artista? –suspiró y lo miró
Sindra –todo bien –le sonrió –ahora…relájate…estas un poco tenso
Tom –supongo que eso pasa cuando estas desnudo frente a tu novia –se rió
Sindra –ya casi terminó, vuelve a la posición en que estabas –se movió –si…ahí…no te muevas –volvió su vista al cuaderno en donde la imagen de Tom estaba casi completa. Pasaron unos minutos más mientras que le daba los últimos retoques al dibujo entre sonrisas y miradas pícaras –listo –se paró con cuidado de no hacerlo muy rápido debido al tiempo que llevaba sentada. Sonrió al mirar el resultado, se acercó al borde de la cama y se sentó en la esquina donde él estaba apoyado –mira –le enseño el cuaderno –para el tiempo que llevo sin dibujar a alguien de cuerpo entero no me quedo tan mal…tu qué dices? –nerviosa observó como los ojos de Tom se paseaban de un extremo al otro de la hoja viendo su retrato. Su rostro no delataba decepción más sin embargo tampoco felicidad –no…te gusta?
Tom –es... –sonrió –estoy sin palabras –la miró –me gusta
Sindra –en serio? –Se sonrojo –es la primera vez que dibujo a alguien... –el la miró divertido –ya sabes
Tom –solo a mí –le susurró al oído, se estremeció al escucharlo
Sindra –q…que?
Tom –no dibujes a nadie más…así –hundió su rostro en el espacio del cuello y la besó –solo a mí…si? –un escalofrió recorrió su cuerpo al sentirlo cerca y se alejó
Sindra –lo prometo –le sonrió. Evitando verlo se volteó y se dirigió a la mesa para dejar sus instrumentos y el dibujo lo guardó en un portafolio en una gaveta –te…te dejaré solo en el cuarto para que puedas ponerte tu ropa –dijo rápido –te esperaré afuera –apenas dicho esto camino hacia la puerta y poso su mano sobre la perilla
Tom –espera –escuchó su voz algo ronca –ven –su cuerpo tembló, y se quedo ahí sin moverse
Sindra –necesitas algo? –eludió su comentario y no volteó
Tom –ven –dijo nuevamente, ella levemente negó con la cabeza. Un silencio se adueño de la habitación por tan solo unos minutos antes de que oyera el sonido de la cama, se había levantado. Pasaron unos agonizantes segundos y sintió las manos de Tom rozar sus brazos hasta llegar a sus muñecas –voltéate –sin tardarse obedeció y quedaron frente a frente
Sindra –Tom –intentó regañarlo pero de su voz solo salió un débil gemido
Tom –ven amor –guiada por sus manos caminó junto a él quedando cerca de la cama. Se puso detrás de ella ayudándola a recostarse sobre las sabanas cerca de donde estuvo antes acostado. Se sentó en la cama y gateó hacia ella
Sindra –tengo que levantarme –intentó salirse pero el rodeo su cintura con su brazo deteniéndola
Tom –quédate –se acercó a su rostro –conmigo –la besó –un rato más…solo un rato más –ella asintió
Sindra –no tienes frió? –dijo acariciando su espalda, a los segundos se rió por la pregunta que había hecho
Tom –contigo nunca –se sonrojó –tu sola presencia me acobija
Sindra –te amo –suspiró, llevo una de sus manos a su rostro acercándolo a ella –te amo tanto
Tom –y yo a ti preciosa –dejándose llevar cerró sus ojos al sentir sus labios rozarse. Sintió recorrer escalofríos por todo su cuerpo al momento en que sintió el peso del cuerpo de Tom sobre el de ella. Sus manos fueron detrás de su cuello acariciándolo mientras lo apegaba más a ella intentando profundizar más el beso. Desde el momento en que se juntaron en la playa había anhelado sus labios, quería sentir que era real…que estaba con ella y que no se había ido. Su mente no paraba de atormentarla pero no más, ahora eran solo él y ella…juntos. Su pecho subía y bajaba más rápido conforme el beso aumentaba su fuerza dejándola ansiando más. Fue bajando sus manos rozando sus hombros, su abdomen hasta llegar a su cintura, posó sus manos en su espalda baja y con fuerza lo apegó hacia ella causando un choque entre sus cuerpos. Un gemido ronco salió de los labios de Tom. Suspiros ahogados lograban escabullirse de sus labios al sentir las manos de él acariciando sus muslos lentamente mientras le besaba el camino del cuello a su pecho
Sindra –To…Tom –jadeó. Sintió como sus dedos tomaban el borde de su top subiéndolo cuando un sonido los detuvo…
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martes, 9 de noviembre de 2010
Fic Enemys or Lovers Capitulo 49
CAPITULO 49
Al cerrar la puerta de salida del local observó que nadie la viera salir, se acomodo su ropa y caminó hacia su moto que la había dejado a unos metros al lado de la puerta. Se sentó, sacó la llave y la encendió, se quedo pensando unos momentos “ –no! espera! –Gritó asustado –son…altos…uno…tiene estilo rapero…y el otro…es más de rock…no sé –dijo jadeando –ellos….ellos vienen dentro de unos días al club –esas palabras la reconfortaron y sonrió –yo….yo puedo conseguir que los vean” las palabras se repetían en su mente “son…altos…uno…tiene estilo rapero…y el otro…es más de rock” cerró sus ojos suspirando
Sindra – ¿qué…qué estas pensando Sindra? –Dijo mirando al cielo –que estas pensando... –se llevo sus manos a su rostro y froto sus ojos – ¿qué tonterías estas pensando? –Sonrió insegura –mejor me voy –cerró sus ojos deteniendo las lágrimas que querían salir y se puso en marcha hacia el castillo….
En aquel cuarto la oscuridad reinaba y el silencio era interrumpido cada minuto que pasaba, por un sonido suave que indicaba que le había llegado un mensaje nuevo a su celular. Estiró su mano y recogió el aparato del suelo en donde caído al ella tirarlo. Abrió la tapa y dio clic al botón “leer”
Amor… ¿Por qué no contestas? …estoy preocupado…te quiero –se mordió el labio inferior al leerlo. Desde que había llegado al castillo había estado recibiendo llamadas y mensajes
Hola, te fuiste sin avisar…estás loca?
Aun estás débil…llámame
No respondes las llamadas…estarás ocupada, no hagas esfuerzo…reposa si? ;)
Que mala…manda un mensaje así sabré que estás bien Afrodisia…
¿qué sucede?
Cariño…está todo bien?
No has respondido…no me preocupes, si?
¿Por qué no contestas?
No entiendo que está pasando…háblame si?
Te amo
No sé qué hacer…dime ¿dónde estás?
Estás…evitándome?
Y a ninguno le respondió, por más que quiso. Con cada llamada que recibía su corazón se agitaba y se repetía a sí misma “esto es lo mejor”. Con el pasar de las horas las llamadas fueron disminuyendo las llamadas y mensajes…hasta que su celular dejó de sonar. ¿Se habrá rendido?, pensó entristecida…aunque no fuera a contestarle…tenía la esperanza que la llamará una vez más…quizás…quizás tendría el valor de contestarle pero esa llamada…no llegó
Afrodisia –si…. –dijo mirando al cielo que se podía apreciar a través de su ventana –esto…es lo correcto…porque... –sintió una lágrima correr por su mejilla –porque…me duele tanto? –cerró sus ojos dejando que las lágrimas bañaran su rostro –porque tiene que doler? –sollozó –porque –se abrazó a sí misma tratando de proporcionarse calor –te extraño…como se supone que pase mi vida sin ti? ¿Cómo? Pero…no quiero que mueras por mi culpa…no puedo permitirlo –escuchó unos ruidos que venían de su puerta –déjenme en paz!
Sindra –ábreme…soy yo! –de un brinco se levantó de la cama, fue hacia el espejo y borró las lágrimas que tenía –que tanto haces? Abre ya!
Afrodisia –ya voy…que odiosa –abrió la puerta dejándola pasar –que quieres? –se quedo alejada de ella para que no la viera bien –si es para el entrenamiento ya lo hice sola con los soldados…asique si es eso puedes irte
Sindra –nada de eso –dijo seria –dime que te está pasando? –caminó hacia una de las paredes y prendió la luz –acaso te convertiste en topo?
Afrodisia –quiero la luz apagada –intentó prenderla pero Sindra se interpuso –no quiero…
Sindra –has estado llorando –la interrumpió –verdad?
Afrodisia –déjame –intentó nuevamente moverla pero no pudo –muévete
Sindra –vamos –le tomo el hombro –porque…
Afrodisia –vete! –se volteó y caminó hacia su terraza. Sonrió melancólica y salió junto con ella –he dicho que te vayas…no oíste?
Sindra –claro –le sonrió –pero no lo haré –la miró –lloraste? –dijo mirando sus ojos
Afrodisia –no sé para qué preguntas si ya sabes la respuesta –bufó –tuve un mal día…eso es todo
Sindra –no será porque Bi…
Afrodisia –no lo menciones –la calló –es eso de lo que vienes a hablarme?
Sindra –te escuche
Afrodisia –de que hablas?
Sindra –escuche lo que dijiste antes de que tocara –ella abrió sus ojos –no lo tomes a mal…no te estaba espiando –dijo al ver la mueca que hizo –porque quieres mentirme…y más importante…mentirte a ti misma?
Afrodisia –es mi vida o no?
Sindra –pero no por eso tienes que privarte de estar con él…acaso lo estas pasando muy bien? –Bajo su rostro –te divierte todo? –derramó unas lágrimas –acaso crees que a él le gusta? Ah? –suspiró y fue dentro del cuarto, tomo el celular y regresó –no le has respondido verdad? Porque te torturas?
Afrodisia –yo... –sollozó –el…el sueño
Sindra –al diablo el sueño! –golpeó la baranda del balcón –lo amas? –dijo seria
Afrodisia –mira…
Sindra –te pregunté si lo amas?
Afrodisia –si
Sindra –entonces –le demostró el celular –habla con el
Afrodisia –pero
Sindra –vamos…no seas así –le dio el celular –hazme caso…no lo dejes pasar…yo tampoco lo haré…asique no lo hagas
Afrodisia –a…que te refieres?
Sindra –luego te explico...ahora llámalo que debe estar angustiado –le sonrió
Afrodisia –que haría sin ti?
Sindra –no mucho –se rió –pero ahora….anda…ve…llámalo –ella asintió y salió corriendo del cuarto –será…que te lo podre decir? –suspiró –que…que pasaría si te lo digo? Que harías?....que haría yo? –sacó su celular de su jean y apoyo sus brazos en la baranda sosteniendo su celular –ahora soy yo…la que quiere esconderse –se rió –que ridículo –sintió su celular vibrar –vaya... –se pegó el celular al oído –alo?
–que mala….me dejaste en espera no? –escuchó cómo se reía
Sindra –no fue mucho…o sí? –camino hacia el pasillo después de cerrar la puerta del cuarto
–claro que fue mucho…no me crees?
Sindra –exagerado –se rió –ya te iba a llamar –resopló –pero ya llamaste tú
–aja…me debes una –sonrió. Al salir del castillo observó que ya no estaba la moto de Afrodisia y suspiró aliviada –y ese suspiro? No será por otro chico verdad? –notó su tono de voz serio
Sindra –mmm…puede ser –se tapó con su mano los labios para no reír –tu qué crees?
–Que patearé al idiota que ande por ahí –dijo serio y ella estalló en risas –te ríes? Y bien…quién es?
Sindra –no es nadie…mis ojos solo tienen un dueño –dijo sonrojándose, roló sus ojos al darse cuenta que el no la veía –querías juntarte no? por eso llamaste?
–a las dos preguntas…si –suspiró –puedes ahorita?
Sindra –claro…en donde?
–a…nuestro lugar? –sonrió
Sindra –de acuerdo, nos vemos –colgó y guardó su celular en uno de los bolsillos de su chaqueta. Dudo en ir por unos segundos pero cerró sus ojos y suspiró –ya le dijiste que sí…no seas tonta y ve –se dijo a sí misma. Revisó su moto para saber cuánto tenía de gasolina, viendo que tenía lo suficiente encendió la moto y se dispuso a ir con Tom.
Mientras manejaba por el bosque, los recuerdos de cuando conoció por primera vez a Tom le vinieron uno a uno en su mente y una sonrisa adorno su rostro
“Tom –hola preciosa –sintió como alguien le hablaba, se detuvo y se volteó quedando frente a frente con el chico –como una lindura como tu esta tan sola esta noche? –vio como se acercaba a su rostro y le besó la mejilla
Xx –tu? –Dijo más para ella –que pequeño es el mundo
Tom –perdón? –al instante notó que rodeó con sus brazos su cintura –tu nombre hermosa? Xx –no tan rápido galán –quito los brazos de su cuerpo –y…porque habría de decirte mi nombre si no se el tuyo?
Tom –me llamo Tom –él se agacho y quedo muy cerca de su cuerpo –que te parece si vamos a un lugar en donde podamos conversar más tranquilos?
Xx –otro lugar? –el asintió. Ella se acercó más –más…más tranquilos? –dijo acercándose hasta rozar sus labios
Tom –si –vio como el cerraba sus ojos para besarla y se alejo rápidamente
Xx –no gracias, buen intento! –le dio una palmada en su pecho y se fue a la barra…”
Y creer que en ese momento lo quería matar, se rió. Pero luego…todo cambió
"Conforme la noche pasaba, el frió se hacía aun más fuerte pero no me quería ir. Hacía tiempo que no venía a ese lugar para poder estar tranquila. Sin nadie quien me perturbe y así poder cantar. Si, el canto es un don que tenía…o mejor dicho había heredado de mi padre. El solía cantarle a mi madre cada noche, lo sé porque me escondía detrás de su puerta y escuchaba como mi padre le cantaba a ella para que durmiera arrullada bajo su voz. Mientras cantaba escuché unos ruidos entre los arbustos que tapaban ese claro pero luego hubo un silencio. Que hermosas las estrellas, estaba viéndolas recostada sobre aquella roca. Me quede asombrada al ver como poco a poco las luciérnagas iban saliendo y se quedaban alrededor de mi brazo, sin moverlo mucho jugué con las que habían, era divertido. Me quede callada de un momento a otro al sentir como alguien estaba cerca. Podía sentir su débil respiración, el latir de su corazón…era él. Me senté en la roca y fije mis ojos en aquel árbol en donde se escondía, espere unos segundos hasta que vi su rostro asomarse por el borde de la corteza…era Tom, ¿cómo olvidarlo? Se quedo ahí sin decir nada, asique decidió ser quien rompiera el silencio
Sindra –hace cuanto estás parado ahí? –le pregunté aun sabiendo ya la respuesta, le sonreí –no me dirás?
Tom –solo…solo un rato –dijo tartamudeando
Sindra –mientes –vi como se mordía el labio inferior tenso
Tom –bueno, un buen rato –me sonrió…que hermosa sonrisa, no quería que se fuera asique extendí mi mano –que?
Sindra –te quedarás ahí?... –sonrió –acércate…no muerdo –reí juguetona, se acercó poco a poco –bueno quizás si…pero ahorita no –se sentó en la roca y me miró examinándome –que pasa? Tengo algo en mi cara?
Tom –no
Sindra –entonces, porque me miras raro?
Tom –es que…creo que me acostumbre a los gritos que das al verme y no a este trato
Sindra –y como te estoy tratando ahorita? –pregunté nerviosa…no lo trataba especial, es que…me sentía bien con él aquí…tan solo me sentía bien
Tom –mmm…bien? –no pude evitar reírme al oír su voz…y el rió conmigo
Sindra –será porque ahorita no estás siendo un idiota –dije entre risas
Tom –idiota? –repitió y yo asentí
Sindra –esa actitud de soy todo un galán…irrita, eso juntando lo pretensioso, ególatra y –sonreí al ver su rostro serio
Tom –creo que capte –frunció su ceño, reí suave –te puedo decir algo sin que me pegues o enojes?
Sindra –depende de que me digas pero…a ver
Tom –bueno… –se quedo callado por unos momentos –tu…
Sindra –yo? –que quería decirme?
Tom –cantas lindo –vi que al instante volteó su rostro avergonzado, que tierno…me sonroje pero él no lo noto
Sindra –gracias –suspiró –me gusta venir por estos lados y cantar un rato –se que no debería habérselo dicho pero…quería
Tom –ya veo
Sindra –y tú…que hacías pro el bosque eh? Es peligroso a estas horas –le bromeé
Tom –insinúas que no puedo defenderme? –dijo con esa voz de presumido
Sindra –no claro que no –me reí fuertemente
Tom –apuesto que soy más fuerte que tú
Sindra –ya quisieras niño –dije segura –suspiré y mire al cielo, me recordé que Afrodisia había ido con Bill –oye…sin parecer muy curiosa pero…ese chico Bill
Tom –si que tiene? –respondió enojado
Sindra –está esperando a mi amiga? –quería averiguar si es que lo haría
Tom –porque lo preguntas?
Sindra –quería saber
Tom –ella fue?
Sindra –yo pregunte primero –le sonreí
Tom –cierto…pues sí, sí fue y ella?
Sindra –algo me dice que sí –empecé a jugar con mis manos –no me sorprendería que algo pasar entre ellos –dije tranquila
Tom –que? Porque dices eso? –me miró extrañado
Sindra –debes ser ciego o el más tarado para no verlo…me creas o no –mi amiga estaba enamorada lo sabía y ese chico…le correspondía
Tom –bueno…no te llevare la contraria en eso –dijo sonriendo
Sindra –ah no? –qué raro…siempre lo haces
Tom –digamos que yo…pienso lo mismo –me pareció curioso que dijera algo así y lo mire seria, pensando si sería una mentira o verdad lo que decía –mi hermano no es el mismo…y se debe a ella Sindra –si... –suspiré. De pronto sentí un dolor fuerte dentro de mí, aunque no me gustaba sentir esa curiosidad…yo quería saber que era estar enamorada…que era estar con alguien. Pero…yo lo había prometido…jamás
Tom –ey…estás bien? –quise huir…me sentía muy vulnerable pero antes de que pudiera hacer o decir algo sentí como con su mano me tomaba mi rostro levantándolo hasta quedar mirándonos frente a frente. Cuando me miró fue como si atravesará todo mi cuerpo con solo su mirada, me sentí como si estuviera ahí junto a él desnuda…sin ninguna barrera que pudiera ocultar mis sentimientos ante él. Con cuidado acarició con el dorso de su mano mi mejilla, automáticamente cerré mis ojos al contacto tan dulce de su piel. Mi piel entera se erizó, ¿cómo era posible que con solo un roce suyo sintiera un calor envolverme calmando el latir de mi corazón desbocado? Me levanté bruscamente y me aleje de él Sindra –adiós –no quise esperar ni un momento más y me fui, era demasiado lo que estaba sintiendo en esos momentos… "
Sin darse cuenta ya había llegado a la playa en donde había estado el otro día junto a Tom. Este mismo ahí la estaba esperando, mirando hacia el mar. Como no la había escuchado llegar, bajo de su moto sin avisarle nada y se fue acercando hacia él. Estando a pocos centímetros de él, lo abrazo fuertemente…
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sábado, 6 de noviembre de 2010
Fic Enemys or Lovers Capitulo 48
CAPITULO 48
Madre –y…siguen sin decir nada? –se rió –o lo negarán? –ninguno dijo nada –Tom?
Tom –porque yo? –Bufó –pregúntale a Bill
Bill –ey! –Lo empujó –vaya apoyo
Madre –tan terrible es que lo sepa? –Suspiró –lo único que quiero es que ustedes encuentren a esa chica que este a su lado pase lo que pase, que sepan lo que es amar a alguien –se acercó a ellos –que su corazón este completo…ya están grandes…tienen de todo en la vida…todo lo que les he podido brindar pero…el amor es algo que solo ustedes podrán encontrar…no quiero que se quiten esa oportunidad de vivirlo –les sonrió –me alegraría saber que lo han hecho –alzó sus manos y les acarició su rostro,
Bill –odio que pongas esas caras –suspiró –eso es manipular…sabes? –ella se rió suave –hace cuanto que lo notaste?
Madre –hace unos días atrás…ambos regresaron a casa con una mirada tan…diferente
Tom –te dije que eras obvio –le quejó bromeando
Bill –ella dijo “regresaron”…asique tu también lo eres
Madre –luego de verlos me di cuenta de lo que pasaba –los abrazo –ay mis pequeños…
Tom –mamá!
Bill –mamá! -dijeron a coro –no somos pequeños
Madre –tienes razón…ya están creciendo –sus ojos brillaron por las lágrimas acumuladas –y…quiénes son? –ambos se miraron –porque las tengo que conocer
Bill –que?
Madre –claro…que esperabas
Tom –pero…
Madre –nada de peros, espero que pronto me las presenten…sin excusas –dicho esto se retiro. Pasaron unos minutos en silencio, mirando al suelo, pensando en las palabras de su madre. ¿Sería buena idea? Ninguno lo sabía pero tampoco podrían persuadir a su madre de lo que había dicho, la conocían muy bien. Se sentaron en la banca que tenían enfrente y suspiraron al unísono
Tom –que piensas?
Bill –lo mismo que tu supongo
Tom –que has pensado hacer?
Bill –hay otra opción?
Tom –no lo creo…ya sabes cómo es mamá
Bill –lo sé…lo tengo presente –bufó –demonios
Tom –tarde o temprano se enteraría no?
Bill –creo que preferiría tarde –se rieron –lo harás?
Tom –no sé como reaccionara al verla
Bill –yo tampoco –lo miró –será…que le caerán bien?
Tom –tienen carácter…son independientes…lindas…con buena personalidad…no dudo que le agraden
Bill –es…bastante formal no? –el asintió –me siento tan raro
Tom –te entiendo –miró al cielo –pero…vas en serio con ella no?
Bill –por supuesto
Tom –entonces nos corresponde el presentarlas…al menos a mamá…a papá…bueno, a él no –se rió –puede que le dé un ataque si las presentamos como nuestras novias
Bill –si pero…que pasara cuando lleguen las locas del clan Müller? –Dijo preocupado –no lo había pensando para nada…si la noticia se esparce…no quiero que Afrodisia piense otra cosa
Tom –tendremos que decirles pero…bueno…aclarar lo que en realidad sucede no?
Bill –si…oye…te has dado cuenta que…no sabemos de donde son ellas?
Tom –si…quería preguntárselo pero no he podido
Bill –yo también
Tom –entonces…nos juntamos con ellas hoy? Digo…para hablarles
Bill –si…aunque
Tom –que pasa?
Bill –ayer…cuando la acompañaba para su casa….bueno tuvimos un percance –él lo miro extrañado –se puso mal…y tuve que llevarla a la casa de nosotros
Tom –y?
Bill –cuando desperté no estaba…y no ha respondido a ninguna de mis llamadas…no sé si estará bien, ayer estaba bien delicada
Tom –tranquilo hermano…iremos con Sindra…estoy seguro que ella nos podrá decir más de algo
Bill –gracias
Tom –si pero…antes nos toca dar el
Bill –entrenamiento…si lo sé
Tom –entonces no se diga más…vamos –angustiado siguió a su hermano quien lo jaloneaba hacia el gimnasio para que entrenaran a los soldados.
Al entrar todos se formaron rápidamente en varias filas por orden de rangos mientras ellos se adentraban, dejaron sus cosas en las bancas que había y se separaron para entrar. Pasaron las horas más sin embargo la preocupación no lo dejaba. En su mente las preguntas no paraban de ahogarlo ¿Por qué se fue? ¿A qué hora se abra ido? ¿Estará bien? Esperaba que le contestará las llamadas y los mensajes que le había dejado o que Sindra pudiera decirles donde encontrarla. Pero…seguía sin obtener respuesta… ¿por qué se fue? ¿Sería por la manera en que la había tratado al regañarla? Podría ser…si se había pasado pero se disculpo y ella…ella le señalo que todo estaba bien, le habría mentido? No…sus ojos no mentían, no era eso. Entonces ¿Qué sería? Se alejo un momento de la lona de combate y suspiró. Recordó la pesadilla que ella había tenido, se había alterado bastante…podría…? Salió de sus pensamientos al escuchar que lo llamaban
Tom –ey…Bill! –Se volteó y miró a su hermano –ya se fueron todos
Bill –ah…okey
Tom –que…te pasa?
Bill –no sé –se froto la cara –vamos a cambiarnos mejor, si?
Tom –de acuerdo –se fueron hacia los vestidores y sin perder tiempo se ducharon y se cambiaron, de reojo observó a su hermano…tenía la mirada fija en el suelo y suspiraba a cada segundo. Al guardar sus cosas se acercó –sigues así…que sucede?
Bill –no me hagas caso –cargó su traje de combate –vamos
Tom –ey… –lo jaló del hombro –animo…si? No te angusties antes de tiempo –le sonrió
Bill –tienes razón –se rió –gracias
Tom –siempre la tengo…por algo soy tu hermano mayor no? –Ambos rieron –llamare a Sindra…
En uno de los clubes más populares entre los vampiros se encontraba, entró por la puerta de empleados tratando de no causar ruido. Miró a su alrededor, las luces estaban apagadas excepto la luz que alumbraba la barra. Todas las sillas estaban acomodadas sobre las mesas, no había música. Y como no, aun era temprano para que empezara a funcionar. Unos sonidos que provenían de un pequeño cuarto que estaba al final de un pasillo le llamaron la atención, caminó sigilosamente siempre observando por si alguien aparecía por detrás. Estando frente a la puerta apoyo su rostro sobre esta para escuchar, sonrió. Giró la perilla con cuidado, poco a poco fue abriendo la puerta dejando ver tras de esta a un hombre alto que estaba de espaldas organizando unos papeles en un escritorio. Cerró la puerta y lo miró, seguía de espaldas sin darse cuenta de su presencia. Dio unos pasos cuando él se volteó mirándola sorprendido, ella sonrió quedando frente a frente
Sindra –hola…Joseph…verdad? –Se acercó a una silla y se sentó tranquila –linda oficina para ser el gerente
Joseph –quien eres preciosa? –Dijo con voz grave –esta área está prohibida
Sindra –esperaba que me pudieras ayudar en algo –suspiró –estoy en busca de unas personas y pues…me contaron que tú me podrías dar la información que necesito
Joseph –depende... –camino lento hacia ella relamiendo sus labios –de que…busques –apoyo sus brazos en el borde del respaldar de la silla apresándola
Sindra –a los hermanos Kaulitz –él la miró serio y retrocedió –tengo entendido que frecuentan tu bar, no es así?
Joseph –no creo que pueda ayudarte –dijo serio –no los conozco
Sindra –pero si han venido a tu club
Joseph –tampoco –se volteó –y…para que los buscas?
Sindra –seguro que no han venido? –preguntó ignorando su comentario
Joseph –si, muy seguro –se dirigió a la puerta y la abrió –ahora, si me disculpas…estoy ocupado linda –se levantó de la silla y se acercó, se paró frente a la puerta y la cerró
Sindra –creo que no entendiste –dijo poniéndole seguro a la puerta –necesito esa información…lindo –dijo imitando su voz –y se que si los conoces…asique porque no nos ahorramos la discusión y me das lo que te estoy pidiendo
Joseph –no sé de que hablas –dijo cruzando sus brazos –estas en el lugar equivocado –suspiró enojada –ahora…te vas…estoy muy ocupado como para seguir perdiendo mi tiempo con una niña jugando a ser adulta –le tomó su brazo y la jaló hacia la puerta
Sindra –que dijiste? –bufó –tu me dirás lo que sabes…ahora! –le dio un puñetazo en su vientre dejándolo sin aire por unos segundos. Se quedo tirado en el suelo mirándola sorprendido –las apariencias engañan –le sonrió –en caso quieras seguir viviendo…me dirás todo lo que sabes de ellos –él negó –no? pff…como se nota que aprecias tu vida
Joseph –quien eres? –Dijo nervioso –que quieres con ellos? –se intentó levantar pero tambaleó
Sindra –ninguna de las dos te incumbe –lo miró seria –ahora…me dirás?
Joseph –púdrete –ella roló sus ojos, se agacho, le tomo del cuello y lo alzó
Sindra –no…ese serás tú –dijo sonriendo, estaba a punto de morderlo cuando un sonido particular la hizo detenerse, libero una mano y sacó su celular de su bolsillo y lo acercó a su oído –alo?
–Hola guapa –sonrió al reconocer la voz
Sindra –y eso que llames? –dijo apretando más fuerte el agarre de sus manos contra el cuello de Joseph causando que sangre y gima por el dolor
–oye…que fue eso sonido? –volteó su vista hacia él y bufó
Sindra –no fue nada
–okey…te llamaba para ver a qué horas nos juntamos…ahora o más tarde?
Sindra –sería más tarde…ahorita estoy algo ocupada
–de acuerdo….oye y puedes…sabes ¿dónde está Afrodisia? –Tragó saliva –mi hermano ha intentado llamarla pero no contesta
Sindra –no he hablado con ella para nada –perdóname por mentirte, pensó –mira…te llamo luego si?
–está bien, nos hablamos luego…te quiero
Sindra –yo también…adiós –colgó la llamada y guarde el celular –bueno…en que estábamos? –lo miró divertida –ah sí –se acercó a su cuello –seguro…que no sabes nada?
Joseph –yo….si los conozco –dijo agachando su rostro, ella sonrió –vienen no tan seguido…siempre están en el área VIP
Sindra –que más? Como son…físicamente?
Joseph –nunca los he visto de cerca…no lo permiten
Sindra –entonces…ya no me sirves
Joseph –no! espera! –Gritó asustado –son…altos…uno…tiene estilo rapero…y el otro…es más de rock…no sé –dijo jadeando –ellos….ellos vienen dentro de unos días al club –esas palabras la reconfortaron y sonrió –yo….yo puedo conseguir que los vean –se rió sonoramente
Sindra –harías eso? –él asintió –muy bien…por ahora te quedarás con vida –lo bajo y dejo tirado en el suelo –pero…te recuerdo que si tratas de huir…si dices algo a alguien o si intentas arruinarme…yo misma te cortaré el pescuezo…quedo claro? –temblando asintió –muy bien…estaré comunicándome contigo pronto entonces –se agacho y le dejo un beso en su mejilla –recuerda que te estaré vigilando –dicho esto le sonrió y se fue….
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lunes, 1 de noviembre de 2010
Fic Enemys or Lovers Capitulo 47
CAPITULO 47
¿Será la única solución?...
¿Lo será?...
No…no quiero que lo sea…no quiero alejarme cuando recién te he encontrado. El dolor que sentiría estando lejos de ti es tan fuerte que me aterra solo pensarlo. Pero los recuerdos de tu cuerpo lastimado, de tus ojos llenos de miedo y tristeza…causados por mí me impulsan a alejarme de ti. El saber que estarás bien será mi fuerza para hacerlo –abrió sus ojos y lo miró, estaba tarareando una canción mientras le acariciaba su cabello
Afrodisia –te amo –susurró, se aferró hacia él y cerró sus ojos deseando que la mañana no llegara….
El sol aun no salía sin embargo ella ya estaba levantada al pie de la cama observando como él estaba durmiendo plácidamente entre las sabanas. Sin hacer ruido busco su celular entre sus ropas, lo sacó y marcó un número
Afrodisia –alo? –Suspiró –si…ya sé que es temprano pero necesito que me hagas un favor…bueno perdón –bufó –necesito que vayas al barranco y busques mi moto…te daré el encuentro ahí ¿sí?...gracias, adiós –guardó su celular y se dirigió a la puerta, antes de salir se detuvo, se volteó y miro a la cama. Nerviosa camino hacia esta, se inclinó hacia su rostro y dejo un beso en sus labios.
Al salir de la casa miró a su alrededor asegurándose de que no hubiera nadie por los alrededores y se encaminó hacia el barranco en donde la estaría esperando Sindra. Daba gracias a que su cuerpo se hubiera recuperado rápido, aunque le quedaba claro que no era nada sencillo lo que le estaba pasando, en varias ocasiones había sentido esos dolores…tendría que averiguarlo
Me preocupa averiguar qué fue lo que paso…en cuanto puedas hablar mejor lo discutiremos si?
Se regaño interiormente al recordar lo que le había dicho. En su vida no había lugar para él, ya lo había decidido. Siguió caminando hasta que diviso a Sindra, esperándola apoyada en su moto
Sindra –hombre…ya creí que no vendrías –se rió, ella se quedo callada –ey…no estamos de buen humor o qué? –ella negó –que paso mujer? –su cuerpo tembló –no te quedes así…me asustas
Afrodisia –no pasó nada –dijo seria
Sindra –no sé a quién quieras convencer pero a mí no –se cruzó de brazos –de donde venías?
Afrodisia –de ningún lugar –se agacho revisando su moto
Sindra –de donde? –insistió
Afrodisia –no eres ni mi padre…ni mi madre para reclamarme –se giró hacia ella y la miró enojada
Sindra –no lo seré…pero si soy tu amiga –suspiró –dime qué te pasa?
Afrodisia –nada –se monto en la moto
Sindra –no te vas sino me dices –se puso enfrente –que paso? O que…ya no puedes decirme nada?
Afrodisia –sabes que no es eso –se apoyo sobre el manubrio con sus manos –ya sé
Sindra –sabes que?
Afrodisia –ya sé….quien… –la miró –es quien aparecía en mi sueño
Sindra –en serio? –ella asintió –quien?
Afrodisia –Bill
Sindra –es…Bill? –arqueo una ceja –pero…como?
Afrodisia –ayer lo descubrí –resopló
Sindra –segura?
Afrodisia –si
Sindra –vaya…
Afrodisia –me preguntas de donde vengo….vengo de estar con él –ella la miro desconcertada –ayer…cuando volvía al castillo me dio unos dolores…más fuertes que los anteriores y él me llevo a una casa…ahí estuve
Sindra –pero…porque te fuiste? El sabe?
Afrodisia –no
Sindra –como haces eso? Seguro que luego te buscara preocupado –se rió –deberías regresar…te acompaño si quieres
Afrodisia –no –dijo rápido –no iré con él, y si él te busca no le digas nada…si?
Sindra –no te entiendo…paso algo?
Afrodisia –no….al menos no aún
Sindra –espera…no….Afrodisia ya sé lo que estás pensando pero
Afrodisia –no digas nada –la interrumpió –no cambiaré de parecer….ya lo pensé…toda la noche de hecho –bajo su rostro –no me arriesgaré a que algo suceda…no si puedo evitarlo
Sindra –se que ese sueño te ha tenido angustiada pero…no es razón para alejarlo
Afrodisia –ah no? –la miró seria –no lo es? No? –se levanto y se acercó a ella –acaso quieres decirme que su vida no corre riesgo estando cerca de mí? Es eso?
Sindra –es que…
Afrodisia –no! –Gritó golpeando su moto con una patada –no me digas eso…porque no te hare caso…ya perdí a dos personas que amaba por no darme cuenta de lo que sentía…mis padres estarían vivos si es que hubiera hecho caso a lo que sentía ese día…. –una lágrima corrió por su mejilla –no dejaré que Bill corra la misma suerte….lo quiero… lo amo Sindra –dijo afligida –y por lo mismo…no le haré esto…el estará mejor lejos de mí
Sindra –y tu como sabes eso? –la abrazo –estando separados ambos sufrirán…lo sabes…ese sueño tu…puedes cambiarlo…no te alejes de él…te lastimarás
Afrodisia –sufriré aun peor si el muere –se alejo –ya sabes –se limpio las lagrimas –si te pregunta…tú no sabes nada…no importa que te diga –se montó a su moto –ahora mi preocupación será la batalla…que está cerca…y nada más, nos vemos más tarde en el entreno –sin darle tiempo a decir una palabra encendió la moto y se fue dejando un rastro de polvo
Sindra –cometes un error –dijo mirando en la dirección por donde se había ido –ya te darás cuenta –suspiró, viendo que ya empezaba a aclarecer se subió a su motocicleta –bueno…hora de averiguar más sobre estos hermanos escurridizos –con una sonrisa en los labios se marchó en dirección a la ciudad…
Fijo sus ojos en él, se paseaba de un lado a otro de la habitación con el ceño fruncido y los brazos cruzados, estaba enojado. Bufó aburrido, hace más de media hora que lo habían despertado para que bajara y ahora estaba parado en la sala principal junto a sus padres
Tom –ya te dije que no sé en donde está –suspiró cansado –porque no me escuchas?
Padre –mentiroso! –gritó asustando a su esposa –si sabes donde esta…a donde se fue? Ah? Tanto es su fastidio que quiere esconderse y no ir a los entrenos? –él rolo sus ojos –mírame cuando te hablo!
Tom –cuando entenderás que no se en donde esta…no lo sé…así de sencillo
Padre –no es cierto –se acercó hasta él –ustedes dos siempre se han apoyado…cuando uno mentía el otro lo encubría…acaso crees que no lo sé? Me crees idiota?
Tom –quizás –susurró
Padre –tu hermano siempre necesito de ti…nunca pudo hacer algo solo –sonrió burlón –tan débil
Tom –no lo conoces –dijo serio
Padre –que no lo conozco? –Bufó –todos estos años que han pasado…y tú no has estado aquí no hizo nada bueno…siempre solo en su cuarto…ocultándose como una niña
Tom –cuidado con lo que dices –lo miró enojado
Padre –yo digo lo que se me da la gana! –gritó y alzó la mano empuñándola para golpearlo
Madre –basta! –se interpuso entre ambos –ya fue suficiente! Suficiente…los dos –los alejo con sus brazos –no puedo creer que sean ustedes a quienes escucho…así no lograrán nada
Padre –estás de su lado? –La miró serio y sonrió –y pensé que lo que me habías dicho era una mentira
Madre –no…no lo es
Padre –entonces no hay más que decir –miró a Tom –si ves a tu hermano dile que tiene que ir al entrenamiento –se alejo y se fue hacia las escaleras –dentro de unos cinco días vendrán las herederas del clan Müller a nuestro castillo…les sugiero prepararse –dijo riendo y se fue. En la sala un silencio hubo por unos minutos hasta que él escucho un sollozo salir de los labios de su madre, preocupado caminó quedando frente a ella, al verla notó que tenía lágrimas en sus mejillas
Tom –mamá –con una de sus manos tomo su mentón y levantó su rostro para que lo mirara –que ha pasado entre tú y papá?
Madre –nada hijo –suspiró –no ha pasado nada
Tom –sabes? –le dijo al instante en que limpiaba los rastros de lágrimas –no eres buena mintiendo –le sonrió y la abrazó fuertemente –no me puedes decir? A tu hijo preferido? –ella se rió
Madre –no tengo preferencias con ustedes
Tom –no te preocupes…Bill no está cerca puedes decirlo –le guiñó
Madre –gracias por hacerme sonreír –se acercó y le beso su mejilla –pero los problemas son entre tu padre y yo…no hay lugar para que te metas
Tom –no quiero meterme…solo quiero saber si lo tengo que golpear por hacerte llorar –ella sonrió –porque te dijo eso…que le has dicho?
Madre –vamos a los jardines….
Por una pequeña ventana que había en la habitación, los rayos del sol se colaban rozando su cuerpo brindándole calor. Se giró quedando boca abajo entre las almohadas, bostezó y siguió durmiendo por unos minutos hasta que sonó una alarma. El despertador. Con pereza estiró su brazo buscando el aparato en la mesa de noche, al sentirlo lo apagó y se volvió a acomodar en la cama. Al instante abrió sus ojos y de un brinco se sentó en la cama mirando a su alrededor…no estaba. Sin cambiarse de ropa se levantó y salió del cuarto para buscarla. Sin hacer ruido camino por la cocina, el comedor, la sala, el cuarto extra que tenía pero no la encontró. Regresó a la habitación y se fijo que sus cosas no estaban
Bill –se fue –suspiró. Camino hasta la mesita de noche y tomo su celular que estaba ahí, lo abrió y marcó su número, se lo llevó a su oído y espero a que contestara pero no lo hizo –que raro –miró la hora que marcaba el reloj y bufó –espero que no se hayan dado cuenta que no estoy –fue al baño, se ducho y se cambió rápidamente. Guardo sus cosas y se fue hacia el barranco esperando encontrar ambas motos en donde las había dejado. Caminó lo más rápido que pudo, al llegar pudo observar su moto tirada….solo su moto –tenía que ser ella –bufó. Se acercó a su moto, con cuidado la levantó, le quito el polvo que tenía del suelo y se monto –vamos al castillo….
…Tomo su mano y caminaron juntos pasando las puertas que daban hacia los jardines del castillo, se sentaron en una de las bancas y ella suspiró –con tu padre…bueno, ya no estamos de acuerdo en varias cosas –se quedo callado esperando que continuara –hace ni un par de días que…discutimos sobre todo lo que está pasando, los problemas que hay con el clan… sobre ustedes y el acuerdo de matrimonio que ha hecho –agacho su rostro –y fue ahí cuando me di cuenta cuan equivocada estaba –lo miró apenada –no me había dado cuenta a lo que los estaba obligando…no lo había pensado…por eso quiero pedirte perdón a ti…y a tu hermano –suspiró –estaba cegada por las palabras de tu padre que olvidé cuidarlos de lo que él quería hacer
Tom –no nos tienes que pedir perdón… –la abrazó
Madre –si…si tengo que –le acarició la mejilla –ustedes son mis hijos…cuando nacieron me prometí que los cuidaría y no dejaría que sufran….asique hable con tu padre…le dije que no estaba de acuerdo –se estremeció al recordar sus palabras –le dije que no podíamos obligarlos a casarse…es un compromiso muy fuerte el cual no se puede tomar a la ligera…que no podían hacerlo sin sentir amor y…él –lágrimas corrieron libres por su rostro –él me grito…reacciono muy alterado diciendo que estaba equivocada, que el amor era basura y que no servía para nada –sollozó –nunca lo había visto así…trate de entrar en razón con él pero no pude…el sigue con sus ideas para lo que es “lo mejor para el clan”…por eso…ahora…se quien en realidad es, no la mentira que he visto todos estos años –alzó el rostro y lo miró –he sido engañada por la máscara que él llevaba puesta ante mí pero ya no… no más –se acomodo en la banca –no dejaré que las cosas pasen y no haga nada
Bill –que cosas? –Dijo acercándose a ellos –hola Tom
Tom –hasta que llegas –lo miro serio –ya pensaba que no lo harías
Bill –no seas ridículo –roló sus ojos –hola ma –le beso su mejilla –tus ojos…están rojos
Madre –tranquilo hijo
Bill –has llorado –dijo sorprendido –Tom que le hiciste?
Tom –ey! Me ofendes –se cruzó de brazos –yo no hice nada
Bill –ah no?
Madre –no seas así con tu hermano Bill
Tom –eso…no seas así conmigo –le sacó la lengua juguetón
Madre –Tom –lo reto, el se quedo callado –no fue tu hermano…fue…. –su voz se apagó
Tom –fue papá –dijo abrazándola
Bill –que te hizo? –se agachó hasta quedar frente a ella
Madre –hacerme ver la realidad –le sonrió, él la abrazó fuertemente…al separarse ella se fijo en “algo” peculiar que tenía ese día –Bill... –dijo sugestiva –se puede saber qué es eso? –le señalo su cuello, Tom lo miró y se rió fuertemente
Tom –atrapado –se burló
Bill –de que hablas? –su madre sacó un espejo pequeño que cargaba en una bolsa y se lo paso, lo sostuvo a la altura de su cuello y se fijo…tenía una marca rojiza al final del cuello
Madre –deberías decirle que no te deje esas marcas hijo –dijo riendo
Bill –mamá –se quejo –no digas eso
Madre –que? –se sorprendió –crees que no sé qué es eso? –el se mordió los labios –por favor…no nací ayer
Bill –entonces porque preguntas?
Madre –quería ver tu reacción –le sonrió –y…quién es?
Bill –quien es quien?
Madre –Bill Kaulitz –le regaño
Tom –uuuuuh….está usando tu nombre completo –se burló
Madre –tu calladito Tom que luego sigues tú –él se levantó de golpe
Tom –pero porque? Yo no he hecho nada
Madre –aja…y porque llegaste agitado el otro día? –se quedo callado –ahí si no te burlas verdad? –ella negó riendo –acaso creen que no sé que algo está pasando aquí? Soy su madre…los conozco, se cuando les sucede algo…y cuando no…y a ustedes –los señaló –les pasa algo... –ambos se miraron –quien será el que me diga? –ambos negaron –ooh…ya veo, no me quieren decir no? entonces tendré que averiguarlo por mi cuenta?
Tom –no es eso
Madre –entonces?
Bill –no hay nada que contar…solo eso –dijo nervioso
Madre –no puedo creer que no confíen en mí –dijo “apenada” –no por nada me opuse a su padre
Bill –ah?
Madre –cierto…tú no sabes –dijo sentándose nuevamente en la banca
Tom –ella –dijo mirándolo –se puso en contra del matrimonio con el clan Müller
Bill –es…en serio? –la miró
Madre –si…es cierto –suspiró –lo hice porque mi intuición de madre no me falla…y yo sé que ustedes dos…están enamorados….
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viernes, 29 de octubre de 2010
Fic Enemys or Lovers Capitulo 46
Bueno, solo esto faltaba.. jejejeje.. uuuuuh... ya las cosas van descubriendose no? *OOO* he visto que por como voy.. el nudo del fic.. pronto se vera.. *-* a ver que tal queda..
CAPITULO 46
Bill –¡Afrodisia! –gritó al bajarse de su moto –Afrodisia! –corrió hacia ella y al tirarse a su lado vio como estaba tirada, aplastada por la llanta trasera de la moto –demonios... –sintió como liberaran del aprisionamiento a sus piernas –demonios! –oyó gritar. Sintió como la cargaba en sus brazos acomodándola entre sus piernas mientras acariciaba su rostro –me oyes? –Sí –por favor…di algo –Bill... –demonios….estas sangrando –duele mucho – ¿qué te paso linda? –Oyó como suspiraba –no te preocupes, curaré esta herida –lentamente él la dejó recostada sobre la grama y se fue hacia su moto, abriendo el compartimiento trasero. Intentó abrir sus ojos o mover sus brazos pero no pudo. ¿Qué me pasa? Pensó –vamos a ver –sintió como con cuidado él subía su top negro dejando descubierta su cintura –es un pequeño corte, que bueno –tomo unas gasas y lo limpió –listo…con esto cubriéndote te pondrás mejor –gracias –no…no puedes oírme? –si puedo –yo…creo que te desmayaste –no…si te escucho –si tan solo supiera….espera…si es que puedes oírme…intenta…intenta mover tus dedos –junto todas las fuerzas que tenía e intento mover la mano que estaba entrelazada junto la de él –funciono! –se rió –muy bien…mmm…haremos esto, ya que no puedes hablar me contestarás así; si es un si…mueves tu dedo…y si es no…no lo haces –ella lo movió –excelente…sientes mucho dolor? –movió el dedo –si, lamento que haya tenido que botarte de la moto pero iba ser peor con la caída….tu…sabes que te paso? –no movió el dedo –de acuerdo…te ha pasado antes? –lo movió –ok….tu casa queda lejos? –su corazón se altero…él no podía ir al castillo por ninguna manera, rápidamente movió el dedo –mmm…pre…prefieres ir…a…bueno…tu…preferirías quedarte conmigo en la casa subterránea? –Movió el dedo –okey…así podre cuidarte –la beso en la frente –ahora…como hare para irnos –oyó su suspiro –creo que lo mejor será que te cargue, la casa no queda lejos y no puedes estar en la moto…te lastimarías mas –intentó decirle lo contrario pero no pudo –se que no te gustara la idea pero…es lo mejor si? Ya verás que llegamos rápido –en su interior sonrió, estando con él se sentía protegida…
Habían pasado ya unos diez minutos desde que dejaron aquel barranco, sus motos se quedaron ahí debido a que no podía llevárselas. Conforme la noche iba pasando y la mañana avanzaba el frio entumecía cada parte de su cuerpo, al sentir como ella temblaba se detuvo a la mitad de camino y se quito su abrigo de cuero que traía puesto para ponérselo a ella
Bill –casi llegamos –sintió como la abrazaba fuertemente, sonrió –ey…ya puedes moverte más
Afrodisia –cr….creo que…si –dijo agitada
Bill –no hables…será mucho esfuerzo para tu cuerpo –ella asintió –listo…ya llegamos –al escucharlo fijo su vista enfrente –ahí esta, te lo dije…no estaba muy lejos, además soy muy fuerte…podría cargarte por varias horas –ella bufó –ah…incluso estando delicada estas con ese carácter –empujo la puerta y entraron –de verdad que eres única –ella sonrió –que linda sonrisa
Afrodisia –ton…tonto
Bill –que no hables –dijo serio, entraron a su habitación y la recostó en la cama –no debes forzar a tu cuerpo –se sentó a su lado –no harás nada que implique “esfuerzo” si? –le acaricio el rostro –y menos hasta que no sepa porque paso…creo que deberías quedarte aquí –ella intento levantarse –te dije que no te debes mover…se que no será de tu agrado el estar recostada por varios días pero tu cuerpo necesita descansar…no sabes el susto que me diste –agacho su rostro y suspiro –parecías estar en otro lado…no me respondías, no reaccionabas, en serio me asuste.…no puedes moverte ahorita, no hasta que estés mejor si? –se recostó a su lado abrazándola por la cintura –déjame cuidarte…no quiero que te pase algo y no estar ahí para ayudarte –ella suspiro –si? –la miro –me dejas? –Asintió –genial –se acerco y le dio un corto beso en sus labios –ya veras que en un santiamén te curarás y estarás regañándome como siempre –ella se rió suavemente –asique por ahora –se levanto y la cubrió con las mantas –usted señorita –se aclaro la garganta juguetón –no se levantara para absolutamente nada de nada, si necesitas algo me lo puedes pedir a mi –se señalo –ahorita prepare un te relajante…así podrás dormir tranquila –se fue hacia la puerta y la abrió –no me tardo –dicho esto salió del cuarto dejándola sola. Costosamente se acomodo en la cama para quedar sentada contra las almohadas, se quito las mantas dejándolas a la altura de sus rodillas y bajó la intensidad de la lámpara que estaba en el mueble del lado de la cama.“no se levantara para absolutamente nada de nada” recordó las palabras de Bill. ¿Quedarme sin hacer nada?...ni loca, pensó. Fijo su vista en la puerta, se escuchaba el ruido de él en la cocina, no hay moros en la costa, sonrió traviesa. Juntando fuerzas lentamente movió un brazo y se apoyo para quedar al borde la cama. Ahora tengo que levantarme, vamos…tu puedes, se dijo a si misma. Puso sus dos manos al lado de sus piernas sobre la cama, respiro fuertemente e intento pararse, se impulso con sus brazos y también con sus piernas pero no pudo. Su rostro se frunció enojada, no estaba tan mal o ¿si? Negó con su cabeza, ella podía y lo haría. Empuño sus manos nuevamente en la cama y se impulso fuertemente, un dolor sintió por su abdomen debido a la caída que tuvo con la moto pero no le importo y se paro. Agitada sonrió victoriosa, ¿Quién dijo que no podía?, pensó.
Bill – ¡¿que haces?! –escucho la voz de él mientras entraba por la puerta, al verlo perdió el equilibrio y cayo al suelo –rayos! –Dejo la bandeja de madera que traía en una mesita y se agacho para cargarla –ya sabia yo que no me harías caso –dijo serio, la tomo en brazos y la volvió a recostar sobre la cama –que paso por tu cabeza?! –le grito mientras caminaba de un lado a otro –estas mal! No lo entiendes?! –ella miro para otro lado –no entiendes que te lastimaste?! Ni sabes porque fue y quieres ponerte peor al exponer a tu cuerpo a mas esfuerzo? Ah? –no lo miró y siguió jugando con sus dedos nerviosa –que acaso no te importa? ¿Es eso? Ah? –siguió callada –que te cuesta quedarte un rato ahí…tan difícil es?! –se asusto con el grito –no entiendo para que me molesto en cuidarte –suspiró –si tanto quieres…ya…vete –lo miró sorprendida –no quieres eso? Pues eso…no te molestare…vete –se estremeció al oír su voz….triste –que idiota debo ser no? –Se sentó al borde la cama –creyendo que te ayudo…cuando no quieres mi ayuda –negó aunque él no la vio. Quería decirle que no…que si quería…que era una tonta por no hacerle caso en algo tan sencillo…que su orgullo era la razón de su terquedad…y que se odiaba por ser la razón de su tristeza –yo…olvida mejor lo que acabo de decir –antes de que una lágrima cayera sobre sus mejillas se paso su mano y froto sus ojos. Notó que él quería irse, con cuidado de su vientre se acercó empujándose con sus manos hasta que quedo a centímetros de su espalda. Con una sonrisa en su rostro recostó su cuerpo sobre él y lo abrazo de la cintura
Afrodisia –n…no –se aclaró su garganta –te…va…vayas –lo apretó más fuerte –que…date –él se volteó quedando frente a ella
Bill –no me iré –le sonrió –perdón si te grite…yo…no debí hacerlo –ella encogió los hombros –no…claro que no debí…sé que me preocupe pero tampoco tengo el derecho de hablarte así –ella sonrió –pero…tu pondrás de tu parte si? –Ella asintió –que linda –se sonrojo y lo miro seria –si…si…ya sé –se rió –un tonto no? –ella sonrió y asintió –claro…ahora, tienes que estar acostada y descansando –se levantó y la acomodo nuevamente –no te levantes, estas muy delicada –se recostó junto a ella –y me preocupa averiguar qué fue lo que paso…en cuanto puedas hablar mejor lo discutiremos si? –ella asintió y se quedo mirando detrás de él –que pasa? –ella le señalo con la mirada el mueble –cierto! casi me olvido –se rió juguetón, se levantó y tomó la bandeja y la puso sobre la cama –te traje el té que te había dicho, te hará sentir mejor –con una mano tomo la taza de vidrio y se la acercó a sus labios –esta tibio asique no tienes que soplar…a ver –le indico que abriera la boca pero ella lo miró seria –es mejor que yo te lo de…tus manos…tus piernas…todo tu cuerpo está débil…paciencia, estoy seguro que dentro de unas horas estarás bien, vamos se linda... –ella abrió sus labios –muy bien –inclinó la taza y ella fue tomando el té poco a poco hasta que la taza quedo vacía –listo, tardará unos minutos en hacer efecto –dejó la taza en la bandeja y la acomodo en el mueble cerca de la cama. Al volverse a recostar junto a ella paso su brazo detrás de su cuello para que se apoyara en él, le besó la frente –descansa amor –ella se estremeció –estas bien? –dijo asustado –te duele algo? –Ella negó –es que…tienes frío? –volvió a negar –que raro –ella sonrió –dije algo chistoso? –se mordió sus labios, lo miró divertida y le señalo con su mano su boca –tengo algo en mi boca? –ella negó –mmm…dije algo malo? –ella se rió –ah…no te –se quedo callado por unos momentos –no te gusta que te diga…así? Si te molesta lo dejo de hacer –dijo suspirando, ella se acercó, lo beso suavemente y se volvió a acurrucar junto a él –te quiero –sonrió al escucharlo –te quiero mucho… –yo también te quiero….mi amor…cerró sus ojos, estaba sintiendo sueño….
Se podía ver a si misma rodeada de cientos de hombres, todos cubiertos en sangre por la pelea, solo ella quedaba de su clan…se acercó hacia donde estaba para mirar mejor y al hacerlo se dio cuenta que se veía diferente…su rostro…sus ojos…su cuerpo…no era ella.
Cerca de ella había un chico tirado, con grandes heridas en su pecho pero aun vivía. Trató de ver quien era pero su rostro era borroso, solo pudo sentir un gran cariño hacia él. Vio como de entre todos los vampiros que la rodeaban uno se acercó y le susurro al oído “Mátalo…el te odia…mátalo” Su corazón se detuvo…matarlo…tan solo escuchar esa orden sintió como su alma se apagaba, negó varias veces mientras veía como “ella” se acercaba lentamente hasta él con sus garras llenas de sangre, lista para atacar. Escuchaba como el gritaba, pedía y suplicaba por qué no lo hiciera…“No…por favor” “Tú no eres así” “No lo escuches” “Mi amor…no lo hagas” “Yo…yo te amo”
Se vio, como ignorando aquellas palabras se acercó más hacia él, lo levantó del cuello y de su mano sacó una cuchilla…trato de detener a su “yo” pero al intentar apresarla noto que sus manos traspasaban por todo el cuerpo como si fuera un fantasma…arrodillada enfrente de sí misma, gritó desconsolada esperando poder detener la muerte de aquel chico, su corazón estaba latiendo fuertemente, le dolía…no quería verlo morir, lo amaba…¿lo amaba…a él?. No podía ser cierto…ella amaba a Bill….a nadie más. ¿Cómo podía ser que sintiera cariño hacia ese vampiro que estaba a punto de morir? ¿Acaso lo que sentía por Bill era mentira? ¿Se estaría mintiendo a sí misma? Cada palabra, cada pensamiento…era una mentira? Claro que no, lo que ella sentía era real…tenía que serlo pero entonces que significaba lo que estaba viendo? Serían juegos de su mente, su mente quería engañarla…hacerle creer que quería a alguien más…o no? Levantó la mirada hacia ellos; él la miraba tiernamente mientras que “ella” estaba lastimándole la garganta. Sus labios temblaron al ver como un hilo de sangre corría por el cuerpo de él, su cuerpo se estremeció. Rápidamente se levantó acercándose hacia ellos temerosa, estando a su lado poso su mano sobre el hombro de ella intentando transmitirle la calma y paz que necesitaba. Al instante su “yo” cayó al suelo, él sin dudarlo se agacho abrazándola fuertemente y diciéndole que todo estaba bien, que todo estaría bien. Una lágrima corrió por su mejilla al escucharlo…esa voz….no puede ser…esa voz….era…era….
Afrodisia –n…no…no! –gritó sollozando –no! –Se sacudió fuertemente –no más... –lloró, sintió como alguien la abrazaba
Bill –que paso? –la miró asustado –ey…no no…no llores –le fue quitando los mechones de su cabello que caían por su rostro –dime…que paso? –Cerró sus ojos dejando caer más lágrimas –está bien….ssshh….está bien –le acarició su cabello –estoy aquí….estoy aquí contigo –estiró su brazo y prendió la lámpara de la mesa de noche –no pasa nada…tranquila…me puedes decir que paso? –ella negó –una pesadilla?
Afrodisia –no…sé –sollozó –no sé... –será solo…una pesadilla? –es…estoy…confundida –dijo entrecortada por el llanto
Bill –tranquila…si? –Le besó la mejilla –ssh….ya pasó –lo abrazó más fuerte –si? –tomo su mentón y levantó su rostro poco a poco –no llores más preciosa…me destroza verte así –ella asintió y se acurrucó –cierra tus ojos tranquila…yo estoy aquí – ¿cuánto tiempo estarás junto a mí? –no me iré a ningún lado –no? –te quiero –si te lastimo…aún me querrás? –yo te cuidaré –y….quien te cuidará de…mí?
¿Cómo fui tan tonta de no saberlo?...
¿Cómo no me di cuenta antes?....
Aquel a quien veía en mis sueños…ese a quien sentía cariño…a quien no quería lastimar…ese quien robo mi corazón…eres tú...
¿Qué debo hacer?...
¿Quién me puede decir que hacer?...
No quiero lastimarte…y lo haré…porque ese sueño…no es solo un sueño…yo….yo…tendré…que alejarme…de ti mi amor….
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Bill –¡Afrodisia! –gritó al bajarse de su moto –Afrodisia! –corrió hacia ella y al tirarse a su lado vio como estaba tirada, aplastada por la llanta trasera de la moto –demonios... –sintió como liberaran del aprisionamiento a sus piernas –demonios! –oyó gritar. Sintió como la cargaba en sus brazos acomodándola entre sus piernas mientras acariciaba su rostro –me oyes? –Sí –por favor…di algo –Bill... –demonios….estas sangrando –duele mucho – ¿qué te paso linda? –Oyó como suspiraba –no te preocupes, curaré esta herida –lentamente él la dejó recostada sobre la grama y se fue hacia su moto, abriendo el compartimiento trasero. Intentó abrir sus ojos o mover sus brazos pero no pudo. ¿Qué me pasa? Pensó –vamos a ver –sintió como con cuidado él subía su top negro dejando descubierta su cintura –es un pequeño corte, que bueno –tomo unas gasas y lo limpió –listo…con esto cubriéndote te pondrás mejor –gracias –no…no puedes oírme? –si puedo –yo…creo que te desmayaste –no…si te escucho –si tan solo supiera….espera…si es que puedes oírme…intenta…intenta mover tus dedos –junto todas las fuerzas que tenía e intento mover la mano que estaba entrelazada junto la de él –funciono! –se rió –muy bien…mmm…haremos esto, ya que no puedes hablar me contestarás así; si es un si…mueves tu dedo…y si es no…no lo haces –ella lo movió –excelente…sientes mucho dolor? –movió el dedo –si, lamento que haya tenido que botarte de la moto pero iba ser peor con la caída….tu…sabes que te paso? –no movió el dedo –de acuerdo…te ha pasado antes? –lo movió –ok….tu casa queda lejos? –su corazón se altero…él no podía ir al castillo por ninguna manera, rápidamente movió el dedo –mmm…pre…prefieres ir…a…bueno…tu…preferirías quedarte conmigo en la casa subterránea? –Movió el dedo –okey…así podre cuidarte –la beso en la frente –ahora…como hare para irnos –oyó su suspiro –creo que lo mejor será que te cargue, la casa no queda lejos y no puedes estar en la moto…te lastimarías mas –intentó decirle lo contrario pero no pudo –se que no te gustara la idea pero…es lo mejor si? Ya verás que llegamos rápido –en su interior sonrió, estando con él se sentía protegida…
Habían pasado ya unos diez minutos desde que dejaron aquel barranco, sus motos se quedaron ahí debido a que no podía llevárselas. Conforme la noche iba pasando y la mañana avanzaba el frio entumecía cada parte de su cuerpo, al sentir como ella temblaba se detuvo a la mitad de camino y se quito su abrigo de cuero que traía puesto para ponérselo a ella
Bill –casi llegamos –sintió como la abrazaba fuertemente, sonrió –ey…ya puedes moverte más
Afrodisia –cr….creo que…si –dijo agitada
Bill –no hables…será mucho esfuerzo para tu cuerpo –ella asintió –listo…ya llegamos –al escucharlo fijo su vista enfrente –ahí esta, te lo dije…no estaba muy lejos, además soy muy fuerte…podría cargarte por varias horas –ella bufó –ah…incluso estando delicada estas con ese carácter –empujo la puerta y entraron –de verdad que eres única –ella sonrió –que linda sonrisa
Afrodisia –ton…tonto
Bill –que no hables –dijo serio, entraron a su habitación y la recostó en la cama –no debes forzar a tu cuerpo –se sentó a su lado –no harás nada que implique “esfuerzo” si? –le acaricio el rostro –y menos hasta que no sepa porque paso…creo que deberías quedarte aquí –ella intento levantarse –te dije que no te debes mover…se que no será de tu agrado el estar recostada por varios días pero tu cuerpo necesita descansar…no sabes el susto que me diste –agacho su rostro y suspiro –parecías estar en otro lado…no me respondías, no reaccionabas, en serio me asuste.…no puedes moverte ahorita, no hasta que estés mejor si? –se recostó a su lado abrazándola por la cintura –déjame cuidarte…no quiero que te pase algo y no estar ahí para ayudarte –ella suspiro –si? –la miro –me dejas? –Asintió –genial –se acerco y le dio un corto beso en sus labios –ya veras que en un santiamén te curarás y estarás regañándome como siempre –ella se rió suavemente –asique por ahora –se levanto y la cubrió con las mantas –usted señorita –se aclaro la garganta juguetón –no se levantara para absolutamente nada de nada, si necesitas algo me lo puedes pedir a mi –se señalo –ahorita prepare un te relajante…así podrás dormir tranquila –se fue hacia la puerta y la abrió –no me tardo –dicho esto salió del cuarto dejándola sola. Costosamente se acomodo en la cama para quedar sentada contra las almohadas, se quito las mantas dejándolas a la altura de sus rodillas y bajó la intensidad de la lámpara que estaba en el mueble del lado de la cama.“no se levantara para absolutamente nada de nada” recordó las palabras de Bill. ¿Quedarme sin hacer nada?...ni loca, pensó. Fijo su vista en la puerta, se escuchaba el ruido de él en la cocina, no hay moros en la costa, sonrió traviesa. Juntando fuerzas lentamente movió un brazo y se apoyo para quedar al borde la cama. Ahora tengo que levantarme, vamos…tu puedes, se dijo a si misma. Puso sus dos manos al lado de sus piernas sobre la cama, respiro fuertemente e intento pararse, se impulso con sus brazos y también con sus piernas pero no pudo. Su rostro se frunció enojada, no estaba tan mal o ¿si? Negó con su cabeza, ella podía y lo haría. Empuño sus manos nuevamente en la cama y se impulso fuertemente, un dolor sintió por su abdomen debido a la caída que tuvo con la moto pero no le importo y se paro. Agitada sonrió victoriosa, ¿Quién dijo que no podía?, pensó.
Bill – ¡¿que haces?! –escucho la voz de él mientras entraba por la puerta, al verlo perdió el equilibrio y cayo al suelo –rayos! –Dejo la bandeja de madera que traía en una mesita y se agacho para cargarla –ya sabia yo que no me harías caso –dijo serio, la tomo en brazos y la volvió a recostar sobre la cama –que paso por tu cabeza?! –le grito mientras caminaba de un lado a otro –estas mal! No lo entiendes?! –ella miro para otro lado –no entiendes que te lastimaste?! Ni sabes porque fue y quieres ponerte peor al exponer a tu cuerpo a mas esfuerzo? Ah? –no lo miró y siguió jugando con sus dedos nerviosa –que acaso no te importa? ¿Es eso? Ah? –siguió callada –que te cuesta quedarte un rato ahí…tan difícil es?! –se asusto con el grito –no entiendo para que me molesto en cuidarte –suspiró –si tanto quieres…ya…vete –lo miró sorprendida –no quieres eso? Pues eso…no te molestare…vete –se estremeció al oír su voz….triste –que idiota debo ser no? –Se sentó al borde la cama –creyendo que te ayudo…cuando no quieres mi ayuda –negó aunque él no la vio. Quería decirle que no…que si quería…que era una tonta por no hacerle caso en algo tan sencillo…que su orgullo era la razón de su terquedad…y que se odiaba por ser la razón de su tristeza –yo…olvida mejor lo que acabo de decir –antes de que una lágrima cayera sobre sus mejillas se paso su mano y froto sus ojos. Notó que él quería irse, con cuidado de su vientre se acercó empujándose con sus manos hasta que quedo a centímetros de su espalda. Con una sonrisa en su rostro recostó su cuerpo sobre él y lo abrazo de la cintura
Afrodisia –n…no –se aclaró su garganta –te…va…vayas –lo apretó más fuerte –que…date –él se volteó quedando frente a ella
Bill –no me iré –le sonrió –perdón si te grite…yo…no debí hacerlo –ella encogió los hombros –no…claro que no debí…sé que me preocupe pero tampoco tengo el derecho de hablarte así –ella sonrió –pero…tu pondrás de tu parte si? –Ella asintió –que linda –se sonrojo y lo miro seria –si…si…ya sé –se rió –un tonto no? –ella sonrió y asintió –claro…ahora, tienes que estar acostada y descansando –se levantó y la acomodo nuevamente –no te levantes, estas muy delicada –se recostó junto a ella –y me preocupa averiguar qué fue lo que paso…en cuanto puedas hablar mejor lo discutiremos si? –ella asintió y se quedo mirando detrás de él –que pasa? –ella le señalo con la mirada el mueble –cierto! casi me olvido –se rió juguetón, se levantó y tomó la bandeja y la puso sobre la cama –te traje el té que te había dicho, te hará sentir mejor –con una mano tomo la taza de vidrio y se la acercó a sus labios –esta tibio asique no tienes que soplar…a ver –le indico que abriera la boca pero ella lo miró seria –es mejor que yo te lo de…tus manos…tus piernas…todo tu cuerpo está débil…paciencia, estoy seguro que dentro de unas horas estarás bien, vamos se linda... –ella abrió sus labios –muy bien –inclinó la taza y ella fue tomando el té poco a poco hasta que la taza quedo vacía –listo, tardará unos minutos en hacer efecto –dejó la taza en la bandeja y la acomodo en el mueble cerca de la cama. Al volverse a recostar junto a ella paso su brazo detrás de su cuello para que se apoyara en él, le besó la frente –descansa amor –ella se estremeció –estas bien? –dijo asustado –te duele algo? –Ella negó –es que…tienes frío? –volvió a negar –que raro –ella sonrió –dije algo chistoso? –se mordió sus labios, lo miró divertida y le señalo con su mano su boca –tengo algo en mi boca? –ella negó –mmm…dije algo malo? –ella se rió –ah…no te –se quedo callado por unos momentos –no te gusta que te diga…así? Si te molesta lo dejo de hacer –dijo suspirando, ella se acercó, lo beso suavemente y se volvió a acurrucar junto a él –te quiero –sonrió al escucharlo –te quiero mucho… –yo también te quiero….mi amor…cerró sus ojos, estaba sintiendo sueño….
Se podía ver a si misma rodeada de cientos de hombres, todos cubiertos en sangre por la pelea, solo ella quedaba de su clan…se acercó hacia donde estaba para mirar mejor y al hacerlo se dio cuenta que se veía diferente…su rostro…sus ojos…su cuerpo…no era ella.
Cerca de ella había un chico tirado, con grandes heridas en su pecho pero aun vivía. Trató de ver quien era pero su rostro era borroso, solo pudo sentir un gran cariño hacia él. Vio como de entre todos los vampiros que la rodeaban uno se acercó y le susurro al oído “Mátalo…el te odia…mátalo” Su corazón se detuvo…matarlo…tan solo escuchar esa orden sintió como su alma se apagaba, negó varias veces mientras veía como “ella” se acercaba lentamente hasta él con sus garras llenas de sangre, lista para atacar. Escuchaba como el gritaba, pedía y suplicaba por qué no lo hiciera…“No…por favor” “Tú no eres así” “No lo escuches” “Mi amor…no lo hagas” “Yo…yo te amo”
Se vio, como ignorando aquellas palabras se acercó más hacia él, lo levantó del cuello y de su mano sacó una cuchilla…trato de detener a su “yo” pero al intentar apresarla noto que sus manos traspasaban por todo el cuerpo como si fuera un fantasma…arrodillada enfrente de sí misma, gritó desconsolada esperando poder detener la muerte de aquel chico, su corazón estaba latiendo fuertemente, le dolía…no quería verlo morir, lo amaba…¿lo amaba…a él?. No podía ser cierto…ella amaba a Bill….a nadie más. ¿Cómo podía ser que sintiera cariño hacia ese vampiro que estaba a punto de morir? ¿Acaso lo que sentía por Bill era mentira? ¿Se estaría mintiendo a sí misma? Cada palabra, cada pensamiento…era una mentira? Claro que no, lo que ella sentía era real…tenía que serlo pero entonces que significaba lo que estaba viendo? Serían juegos de su mente, su mente quería engañarla…hacerle creer que quería a alguien más…o no? Levantó la mirada hacia ellos; él la miraba tiernamente mientras que “ella” estaba lastimándole la garganta. Sus labios temblaron al ver como un hilo de sangre corría por el cuerpo de él, su cuerpo se estremeció. Rápidamente se levantó acercándose hacia ellos temerosa, estando a su lado poso su mano sobre el hombro de ella intentando transmitirle la calma y paz que necesitaba. Al instante su “yo” cayó al suelo, él sin dudarlo se agacho abrazándola fuertemente y diciéndole que todo estaba bien, que todo estaría bien. Una lágrima corrió por su mejilla al escucharlo…esa voz….no puede ser…esa voz….era…era….
Afrodisia –n…no…no! –gritó sollozando –no! –Se sacudió fuertemente –no más... –lloró, sintió como alguien la abrazaba
Bill –que paso? –la miró asustado –ey…no no…no llores –le fue quitando los mechones de su cabello que caían por su rostro –dime…que paso? –Cerró sus ojos dejando caer más lágrimas –está bien….ssshh….está bien –le acarició su cabello –estoy aquí….estoy aquí contigo –estiró su brazo y prendió la lámpara de la mesa de noche –no pasa nada…tranquila…me puedes decir que paso? –ella negó –una pesadilla?
Afrodisia –no…sé –sollozó –no sé... –será solo…una pesadilla? –es…estoy…confundida –dijo entrecortada por el llanto
Bill –tranquila…si? –Le besó la mejilla –ssh….ya pasó –lo abrazó más fuerte –si? –tomo su mentón y levantó su rostro poco a poco –no llores más preciosa…me destroza verte así –ella asintió y se acurrucó –cierra tus ojos tranquila…yo estoy aquí – ¿cuánto tiempo estarás junto a mí? –no me iré a ningún lado –no? –te quiero –si te lastimo…aún me querrás? –yo te cuidaré –y….quien te cuidará de…mí?
¿Cómo fui tan tonta de no saberlo?...
¿Cómo no me di cuenta antes?....
Aquel a quien veía en mis sueños…ese a quien sentía cariño…a quien no quería lastimar…ese quien robo mi corazón…eres tú...
¿Qué debo hacer?...
¿Quién me puede decir que hacer?...
No quiero lastimarte…y lo haré…porque ese sueño…no es solo un sueño…yo….yo…tendré…que alejarme…de ti mi amor….
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domingo, 24 de octubre de 2010
Fic Fallin' for you Capitulo 38
CAPITULO 38
Georgi: ya vienes? –Escuche que gritó desde la sala –me aburro –dijo desperezándose en el sillón, con ropa en la mano vine corriendo y la tire en el lado del sillón que estaba libre –ya?
Sofía: perdón ¬¬
Georgi: te trajiste todo el closet? xD –se rió –pero…si dijimos que solo veríamos más o menos que nos pondríamos
Sofía: es que –me desplomé en el sillón aplastando mi ropa –no sé que ponerme T.T
Georgi: vamos…no creo que sea tan grave –me sonrió intentando tranquilizarme –yo tampoco lo he pensado mucho de hecho
Sofía: en serio?
Georgi: bueno…de que he pensado lo hecho pero…ya de tener algo en mente no –encogió los hombros –mmm…pero no te parece curioso?
Sofía: qué?
Georgi: pues, que ambos nos pidieran salir…el mismo día…y quedar en juntarnos
Sofía: el mismo día –complete su oración –mmm…si, tienes razón –jale unos jeans –que crees sobre eso?
Georgi: supongo que coincidieron…no? –asentí –oye…y como fue? –me sonrió –porque cuando entramos ustedes se veían algo…juntos
Sofía: no paso nada –resoplé
Georgi: querías que pasara algo? e.e
Sofía: si –dije sin pensarlo y ella me miró aguantándose la risa –eh!...bueno…no…o sea… >.<
Georgi: tranquila ^^ no tiene nada de malo –posó su mano sobre mi hombro
Sofía: y…a ti? –ella desvió la mirada –nada…en especial?
Georgi: yo…diría que no…
Sofía: buuu –dije fingiendo tristeza ella nada más se sonrojo –a que querías besarlo? –la pique e_e
Georgi: porque no mejor no miramos las ropas? –que astuta…me cambió el tema ¬¬
Sofía: está bien…
Es que ya nos tocaba verlas…o no? *-*
Aja…y cuéntame una de vaqueros ¬.¬
Bueno…pues…en una cantina, en el lejano oeste…
O.o
No me dijiste que una de vaqueros? xD
Ja…ja… que chistosa…
Así me quieren ^^
Aaah…lo dirás por….
Sssshhh….no podemos decir más…sino soplamos como termina!
o.o cierto! ….uufff esa estuvo cerca…seguimos contando no?
Sip, sip…
Pasamos unas horas bromeando mientras nos recomendábamos las ropas que podríamos usar para nuestras “citas”. Al final terminamos como eso de las doce de la noche entre que tomábamos y comíamos nuestra cena, que decir de nuestros “conjuntos”…no escogimos nada! Porque entre risa y risa se nos pasó el tiempo, para cuando nos dimos cuenta ya era tarde asique decidimos que nos iríamos a dormir porque sino…ninguna se levantaría. Después de desearle buenas noches a mi gemela entre a mi cuarto, sin hacer ruido cerré la puerta y apague la luz. Deje todo en un caos con lo que respecta a mi ropa pero mañana lo hago no? Me quite el lazo que sostenía mi cabello y me acosté. Permanecí varios minutos dando vueltas en la cama, debía tranquilizarme al fin que era una salida como amigos, no pasaría nada fuera de lo normal. Cerré nuevamente mis ojos repitiendo eso en mi mente pero no lograba calmarme. De alguna manera sentía “especial” esa salida…me sonrojé al recodar cuando estuve recostada sobre su cuerpo. El era tan lindo, tierno, chistoso, caballeroso…dulce, tenía una mirada tan profunda que de tan solo pensarlo se me ponía la piel de gallina…y mañana pasaríamos la tarde juntos *-* ¿qué más se puede pedir en la vida? Bueno, bueno…estoy exagerando. Me voltee quedando recostada boca abajo y abracé mi almohada cayendo en un profundo sueño….
Riiiiiing…..riiiiiiiing…..riiiiiiing….
Escuche fuertemente sonar la alarma de mi celular cerca de mí, que alguien la apague. Me removí un poco dentro de las colchas y estire mi brazo tanteando por la cama a ver si lo encontraba y lo apagaba de una vez. Unos minutos y lo logré encontrar, con pereza arrastre el celular y como ya sabía las teclas apague la alarma. Lo deje tirado en una de las almohadas y me destape un poco…era sábado. Sonreí al recordar lo que tenía planeado para la tarde
–Sofía! –escuché detrás de la puerta –se que ya estarás vistiéndote pero no te vayas a tardar okey? Que ya es un poco tarde…no sé a qué horas quedaron con Bill pero sería bueno que tomarás algo antes de salir si? –esperen…dijo “un poco tarde”?....a que se refiere? De acuerdo, no hay por qué alarmarse me dije a mí misma. Busque “sin alterarme” mi celular para ver qué hora era, lo abrí y fije mi vista en la pantalla
Sofía: ¡AAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHH! –Demonios ¬¬ – ¡ESTOY TARDE! –esto me pasa por dormir tarde –pero…si son la UNA! –solo tengo una hora exacta para bañarme, elegir mi ropa, cambiarme y estar lista. De un tirón me levante de la cama dispuesta a entrar al baño cuando una melodía me detuvo antes de entrar y me di cuenta que era –mi celular! –regresé y lo busque entre las almohadas, ni me fije en quién era y conteste
–alo?!
alo…Sofía?
Sofía: quien…habla? –dije algo agitada –alo?
soy Bill –lo escuche reír –no llamo en mal momento?
Sofía: no…no para nada –que diga que se retrasara….por favor
Bill: oh, qué bien –suspiró –pues…te volvía a llamar porque –esperen…volvía?
Sofía: me llamaste antes? –separé el celular de mi oído y me fije que si…tenía dos llamadas perdidas T.T –ay! Perdón…yo…es que estaba dormida y… –ups…porque me delato solita…alguien que me diga? –lo que…quería decir es
Bill: no te preocupes –casi podía verlo sonreír, que sonseras digo –yo también duermo hasta tarde los sábados
Sofía: ah sí? –entonces no soy la única dormilona *-*
Bill: sí…bueno, te llamaba para avisarte que ya voy en camino –ay que lindo que es….esperen…en camino? O.o oh oh –sucede que como vivo lejos pues salgo ahorita así llego a las dos
Sofía: oh…está bien, entonces te espero
Bill: claro…nos vemos –espere unos segundos a que colgará y apenas lo hizo salí disparada para la ducha. Me tarde un poco bañándome ya que se me había olvidado prender el regulador para que hubiera agua caliente asique me bañe con agua fría. Al salir fui directo hacia la montaña de ropa que tenía, buscando entre todo lo que deje, encontré una chaqueta ligera de tela gris claro, una blusa larga con unos bolsillos delante que me llegaba arriba de las rodillas color gris oscuro, junto con unos leggins de un tono azul marino. Antes de cambiarme me fije en el reloj del tocador, eran la una y media…que lenta era ¬¬. Trate de cambiarme y maquillarme lo más rápido que pude y ya lista salí del cuarto para conversar un rato con GG antes de que Bill viniera a recogerme
Sofía: buenas tardes –dije al entrar a la cocina, al voltearse me miró de pies a cabeza –dime que queda bien sino me pegaré un tiro T^T –ella se rió –no me parece chistoso
Georgi: luego dices que yo soy una exagerada –bufó, se acercó y me abrazo –estas muy bien…te ves linda…tranquila si? –Asentí –te lo pasarás excelente, solo…relájate
Sofía: si –suspiré –y tú?
Georgi: bueno –se sentó en una silla –pues ahorita almorzaré…Tom vendrás hasta las cinco –escuchamos el timbre –debe ser él no? –dijo fastidiando –que esperas? –yo la miré desconcertada –ve a abrirle!
Sofía: ah –con los nervios camine hasta la puerta, me detuve antes de abrirle y acomode mi ropa, respire y gire la manija encontrándome con esos ojos caramelo –ho…hola –lo “salude”, si es que a eso se le puede llamar saludo –wow…que guapo te ves –el me miró sonriendo y me di cuenta que lo había dicho en voz alta, agache mi rostro apenada
Bill: gracias –me sonrió –tu también te ves guapa –aish.... –nos vamos? –algo ida asentí, en cuanto iba a cerrar la puerta me detuve
Sofía: espera –entre y me acerque a mi gemela –nos vemos…suerte con Tom
Georgi: suerte con Bill –me guiño un ojo y ambas reímos –ve…no lo hagas esperar mucho –al salir lo encontré esperando el elevador
Sofía: listo –las puertas del elevador se abrieron, entramos y él presiono el botón del sótano. En cuanto se cerraron las puertas el silencio reino entre los dos. Me dedique a ver como venía vestido, si cuando estábamos en la oficina se vestía bien…decir que se veía bello quedaba corto, sin poder evitarlo suspire llamando su atención, al cruzar miradas baje el rostro. Antes de que me dijera algo sobre ello, hable –y…a dónde iremos?
Bill: pues… –alargó la última letra mirándome juguetón…me dará un ataque –a donde quieres? –se acercó y quedamos frente a frente –quieres ir a algún lugar en especial?
Sofía: la verdad que no conozco mucho…asique…no sé –me reí –además…tu eres quien invito no?
Bill: si
Sofía: asumí que ya tendrías pensado ya uno –y era la verdad
Bill: tienes razón –escuchamos el sonido del elevador indicando que ya habíamos llegado al piso –aunque –se mordió su labio –la verdad…no he pensado en uno –me sonrió coqueto –pero te lo pasarás genial, te lo aseguro –me limite a asentir y salimos camino a su carro. No tardamos mucho ya que él había parqueado cerca, estando ya dentro encendió el auto y salimos del edificio –ya almorzaste?
Sofía: no –claro…si me había levantado tarde
Bill: entonces…eso haremos primero –dijo contento –puede ser más lindo? *-* aish…epa! ò.ó concéntrate…tienes que estar tranquila –tengo algo en mi cara? –salí de mis pensamientos al escucharlo –como me mirabas –si seré…ahora qué?
Sofía: no….nada –me voltee y mire hacia la ventana. Al instante se me vinieron las palabras de mi gemela, debería relajarme más y disfrutar de este día…para eso había salido. Y seguro que si seguía con ese comportamiento lo asustaría e.e –y... –que pregunto? o.o mmmm….rápido…piensa! –como estas? –algo es peor que nada. Nos detuvimos en un semáforo y él me miró sonriente –que?
Bill: no….nada –respondió imitándome, no pude evitar reírme
Sofía: ya pues…
Bill: jajaja…okey –puso el carro en marcha –estoy bien…algo cansado pero bien –dijo mientras giraba dando hacia una zona de restaurantes –pero dormí hasta tarde asique estoy con mucha energía –le sonreí –y tu…dormilona? –x___x aish…todo iba bien…y tenía que mencionarlo ò.ó, inevitablemente me sonroje
Sofía: es que…me acosté tarde –lo miré “enojada” –no soy tan así
Bill: “tan”? –y sigue ¬¬
Sofía: bueno…no soy de las que se levantan temprano…no es un crimen –dije seria y me acomode viendo a la venta, soy bipolar…ya es definitivo u.u. escuche como él se aclaraba la garganta y se adentraba en el parqueo de un restaurante…cuál no sé, sentí como el carro se detenía y el abría su puerta, me quite el cinturón de seguridad pero antes de que pudiera abrir mi puerta…se abrió sola o.o…vale no xD…fue él
Bill: no te enojes…si? –me dijo sonriendo y me extendió la mano para ayudarme a salir…*-* , como pude asentí, tome su mano y baje, estaba por empezar a caminar cuando él se agacho y me beso la mejilla…por apenas unos segundos pude sentir el aroma de su colonia y la suavidad de sus labios…wow... –entramos? –tuve que cerrar mis ojos y volverlos a abrir para volver a la realidad, me puse a su lado y caminamos hacia la entrada del restaurante….
Bill: si, es todo…gracias –le dijo al mesero y este se fue. El lugar estaba hermoso, era un restaurante de comida italiana, todo el estilo del lugar era como si estuvieras en la misma Italia, no que yo haya ido para saber sino por todo lo que he visto en libros –te gusta? –si…me gustas *-*…ah no! se refiere al lugar
Sofía: si, es bien lindo –dije viendo a mi alrededor –hace mucho que vienes aquí?
Bill: diría que si…aunque no vengo siempre
Sofía: ah no?
Bill: vengo…en ocasiones especiales –dijo mirándome fijamente
Sofía: ocasiones especiales?
Bill: si…a este lugar solo he ido con Tom…y mi madre –pero…entonces…?
Sofía: y…que hay de especial hoy?
Bill: estar contigo
Sofía: ah? –No me esperaba que dijera…eso –no juegues –no quiero que mi corazón salga lastimado….no otra vez
Bill: porque habría de jugar? –me miró…preocupado? –sabes? –hizo una pausa y apoyo sus manos en la mesa –el jueves…cuando estaba contigo –trague saliva –tenía nervios al preguntarte si querías salir conmigo –me sonrió –y cuando me dijiste que sí…fue un alivio –me reí por la mueca que hizo –no te hubiera invitado a salir conmigo si es que no quería…y menos lo haría por molestarte…si? –si tenía dudas…ya se me fueron, como pude asentí y le sonreí
Sofía: gracias
Bill: no me lo agradezcas –nos quedamos callados al ver que el mesero llego con la comida, acomodo ambos platos en la mesa y las bebidas –muchas gracias –y se retiro –espero te guste…es mi plato favorito
Sofía: se nota –me reí al ver lo rápido que empezó a comer –deberías comer más lento…te puedes atorar –levantó su rostro para mirarme y vi que tenía unas pequeñas manchas de la salsa del espagueti –quédate quieto –me acerque a él y tome una de las servilletas para limpiarle las manchas –listo –al ver que estaba muy cerca me aleje y me sonroje –perdón
Bill: que linda –se rió y tomo un poco del jugo. El resto del almuerzo se paso bastante rápido diría yo. A pesar de mi timidez hablamos un montón. De varios temas, lo que nos gustaba, lo que no nos gustaba, gustos en música, sobre el tiempo que llevaba aquí en Alemania, sobre nuestras familias…en fin, de todo. Demás está decir que me divertí mucho, el era muy atento. Ni nos dimos cuenta y ya estaba siendo de noche asique algo apenados salimos del restaurante…nos habían aguantado toda la tarde. En cuanto estuvimos en el auto me preguntó “¿a dónde quieres ir?” y lo que le dije fue lo que me gustaba era la tranquilidad, poder estar en un lugar y sentirme libre…a lo que él solo me miro sonriendo y sin decirme a donde nos pusimos en camino. Estuvimos largo rato en la autopista por lo cual no pude evitar dormirme, lo sé…me agarra sueño en las situaciones menos deseadas. No sé cuanto habré estado dormida pero me desperté al sentir algo “tibio” en mi mejilla, abrí mis ojos y lo primero que vi fue el rostro de Bill cerca de mí. Al parecer ya habíamos llegado y me estaba despertando. Al salir del auto sentí una brisa fresca atrapar mi cuerpo, me fije en donde estábamos y por poco y me caigo…estábamos en la playa. Bill tomo mi mano y la entrelazo con la suya, en silencio caminamos hacia la orilla del mar y nos quedamos parados unos momentos mirando el atardecer. Gire mi rostro y lo miré, el noto que lo estaba viendo asique se volteó y me sonrió por millonésima vez…mi corazón se agito
Sofía: porqué eres tan lindo? –pensé…esperen…eso…lo…lo dije en voz alta? x___x , al fijarme nuevamente en él vi que tenía sus ojos bien abiertos, se paseaban de lado a lado mirándome –yo…yo… –di algo! o.o –mejor volvamos al carro –dije rápido e intente regresar…digo intente porque al instante me detuvo
Bill: no hagas eso –dijo suave y me jaló quedando frente a él –no lo hagas
Sofía: hacer qué? –me hice la desentendida
Bill: siempre que me dices algo de lo que piensas y te avergüenzas por decirlo…cambias de tema –atrapada u.u
Sofía: no es cierto –mentirosa…trate de zafarme de él pero no pude –suéltame por favor
Bill: no –me sonrió –no hasta que lo admitas –dijo juguetón
Sofía: no seas –intente nuevamente alejarme pero me atrajo aun más –se hace tarde…tengo que irme
Bill: ya te dije que no –se rió. Enojada y decidida a irme forcejee y quite su mano de mi brazo, camine rápido hacia el carro –espera! –sentí como corrió detrás de mí y poso su mano sobre mi mano, pero al girarme para que me soltara me tropecé con una piedra que estaba escondida bajo la arena –cuidado! –me rodeó con sus manos por la cintura y caímos a la arena. Auch, eso sí que dolió. Al intentar levantarme descubrí que no era arena en lo que estaba recostada, era en
Sofía: Bill! –estaba con sus ojos cerrados…ay no! –es…estas bien? Ay dios –acaricie su mejilla –Bill? –lentamente abrió sus ojos –oh que bien…te lastimaste?
Bill: no mucho…y tú? –Negué –que bueno
Sofía: te debo de estar aplastando, perdón –me acomode para levantarme pero sentí sus manos rodearme por mi cintura, me apegó más hacia él…estaba…demasiado cerca de su rostro…demasiado –q...q…ue haces? –logré preguntar. Él solo se quedo callado mirándome y me sonrió tierno mientras que acercó una de sus manos a mi rostro y me rozo con la palma de su mano, se fue acercando más –mejor me… –y no pude decir más…sus labios tenían aprisionados a los míos. Cerré mis ojos en segundos y me deje llevar. Sus manos me aferraron con más fuerza, levante mis manos rodeando su cuello deseando quedarme así para siempre pero el sonido de un mensajito entrante nos hizo separarnos, era mi celular. Me levante rápidamente y saque el celular de mi bolsillo, al abrirlo le di “leer” al mensaje “Hola, solo te avisaba que hace unos minutos me vino a recoger Tom, todo bien? En fin…ahí nos vemos de regreso en la casa…GG” En buen momento que me mando el mensaje ¬¬ pero…pensándolo mejor, me salvo. No debería haber pasado nada…solo…solo somos amigos
Bill: todo bien?
Sofía: si –guarde el celular –podemos volver? Tengo un poco de frío –no espere a que me contestara y camine hacia el auto. En todo el camino de regreso al departamento no hablamos nada, supongo que no hallaba el modo de decir una sola palabra…que se supone que dices después de haber besado a alguien?
Llegamos en poco tiempo debido a que no había nada de tráfico, se parqueo y me quite el cinturón. Mi corazón empezó a latir rápidamente. ¿Me diría algo? ¿Se disculparía por darme ese beso? Y si…para él no significo nada y me dice que fue un error…pero, el me beso primero ¬¬ yo…yo tan solo…no lo aleje. Salí de mis pensamientos al escuchar cómo se aclaraba la garganta
Bill: yo…sobre lo que paso –oh oh –quisiera…
Sofía: no tienes que decirlo –me mordí los labios nerviosa –fue un error…no volverá a pasar –me sentí mal al decirlo, levanté la mirada y al verlo note que estaba sorprendido. Estire mi mano y tome mi cartera dejándola sobre mis piernas
Bill: eso…piensas? –me miró serio –que…fue un error? –su voz hizo desvanecerme –dime –ayuda! x__x
Sofía: lo que…bueno yo quería decir…es que... –ya podía sentir mis mejillas rojas a más no poder –yo…para mí... –valor…valor –no fue…un error –lo dije agachando mi rostro, pasaron unos minutos…tan desesperantes hasta que sentí como me hizo mirarlo al tomar mi rostro en su mano, él se acercó quedando frente a mí
Bill: entonces… –me sonrió –porque lo dijiste? –muy bien…ahora que le digo?
Sofía: pensé…que tu…
Bill: que yo?
Sofía: que para ti eso había sido –sentí un nudo en la garganta –no lo fue? –tenía que saberlo. El al escucharme se rió
Bill: recuerdas que te dije en el almuerzo? –Asentí –es lo mismo…para mí no fue un error…nunca lo tomaría como uno…porque yo quería hacerlo –ay dios
Sofía: tu…querías? –el asintió
Bill: de hecho... –me miró coqueto y se acercó aun más –ahora quiero…besarte –y……así tan…fresco lo dice ò.ó vi que se acercaba y como pude…me volteé y sentí sus labios en mi mejilla. Al mirarlo vi que estaba desconcertado
Sofía: no puedes –dije calmada –no puedes hacerlo...somos solo amigos y los amigos no se andan besando a cada rato –me sonrió –sonará…algo chapada a la antigua pero…así pienso
Bill: perdón si te incomode –me dijo sonriéndome…aish... –no puedo creer que se haya olvidado
Sofía: ah?
Bill: quieres ser mi novia? –ustedes que están leyendo en casa…el…no…no…x____x moriré
Sofía: qué? –me aleje –pero…
Bill: puede sonar algo…apresurado pero…estoy seguro de lo que siento y me gustas….mucho
Sofía: yo... –cerré mis ojos y suspiré. Podía sentir el latir de mi corazón tan rápido que se me saldría –no puedo responderte ahorita –suspiré otra vez –pue…puedes darme tiempo…digo…para…
Bill: está bien –me sonrió –te esperaré –se acercó y me beso la mejilla –feliz noche
Sofía: ah…si…para ti también –como pude tome la manija de la puerta y salí. Camine rápido ya que hacía bastante frío, ingrese al departamento y escuche como el carro se alejaba. Subí al elevador y marque el piso, espere unos minutos y salí. Estando en el pasillo busque las llaves, abrí la puerta, entre y cerré con seguro. Me senté en uno de los sillones…no podía creer lo que hace un par de minutos había escuchado…y lo peor es que no sé qué hacer…esperaré a mi gemela…quizás hablando pueda ver la respuesta…miré la hora…aun no era tarde, asique encendí la televisión mientras la esperaba…
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