lunes, 24 de enero de 2011

Fic Enemys or Lovers Capitulo 58


CAPITULO 58

Se quedaron en silencio mientras observaban a los ocho hombres que estaban de espaldas a solo unos metros debajo de ellas. En su mente maldijo Afrodisia, por no poder ver los rostros de quienes ella asumía eran los príncipes. Miró de reojo a Sindra e intentando no causar que la rama crujiera comenzó a moverse lentamente hasta llegar a la punta de esta
–“¿estás loca?” –se detuvo al escuchar la voz de su amiga en su mente. Giró su rostro y la encontró negando con su cabeza –“no se supone que debemos estar ¿ocultas?” –Ella asintió –“entonces ¿qué diablos haces?” –Bufó molesta –“no me hagas esas muecas” –suspiró –“no te acerques más…la rama puede ceder y nos delatarás” –la reprochó
–“¿me estás diciendo gorda?”
–“no seas tonta…este árbol se nota que es viejo y solo falta un movimiento en falso para que ceda” –la miró suplicante –“quédate ahí nomás”
–“si tú no quieres está bien pero yo si quiero ver sus rostros” –la miró seria –“además que hay algo en esos cuerpos” –frunció el ceño –“no son vampiros” –la miró extrañada –“no…tampoco son humanos, me refiero a que son ilusiones y los tarados esos no se han dado cuenta…te lo dije” –resopló –“Gustav me mando aquí por otra cosa…no por esa “pelea” –fijo su vista a los soldados que miraban hacia el bosque, se rió suavemente…ellos jamás las verían, no tenían los poderes que su clan tenía. Sin dejar de sonreír trató de ver a esos dos que estaban conversando mientras señalaban los cuerpos y el camino de retorno a la ciudad.
Sus ojos lentamente se pasearon por el primero; estaba con los brazos cruzados por su pecho, hablándole a un soldado, vestía como si fuera un rapero o algo parecido…frunció el ceño desconcertada. Al mirar al chico que estaba a su lado su corazón se agito. Cerró los ojos y espero unos segundos, volvió a abrirlos. Jamás había visto a alguien vestir de esa manera….solo a una persona. No pudo quitar los ojos, necesitaba ver su rostro…tenía que verlo. Por un momento se le cruzó la idea de manipular su mente pero prefiero no hacerlo, podría sentirla y saber en dónde estaba ubicada. Ellos no eran tan fuertes pero nunca subestimaría a un adversario. Suspiró fastidiada al ver que no había forma de ver su rostro. Cansada se volteó para mirar a Sindra quien estaba respirando agitada, su cuerpo tenía pequeños escalofríos que hacían temblar su cuerpo y por ende la rama en la que estaba apoyada. Sabía lo que ella estaba pensando….ya que era el mismo pensamiento que la atormentaba a ella. Pero no podía precipitarse. Ella no era así, tenía que tener pruebas sino no sería cierto pero ¿Cómo conseguir esas pruebas? No podía arriesgar a que las descubrieran…no quería eso…no todavía…

Kel –tal parece que no hay señales de los agresores señor –miró a los hermanos –si gusta podemos adentrarnos hacia el bosque y seguir rastreando –ambos se miraron –que ordenan?
Tom –no, regrese a la ciudad
Bill –llévese los cuerpos y quémenlos –suspiró –si el rey pregunta, infórmele que nosotros nos quedamos investigando –asintió levemente y se fue ordenando a los soldados que cargaron los cuerpos, los vieron alejarse –Tom
Tom –quieres llamarla? –Asintió –está bien –sacó con cuidado su celular y marcó lentamente cada número queriendo retrasar el momento –ey…tranquilo –le palmeó la espalda –estoy seguro que hay un malentendido ok? –sonrió
Bill –eso espero –mordió su labio al instante en que pegó el celular a su oído….

–“Ya se van los demás” –le dijo mientras miraba como los soldados se iban llevándose los cuerpos –“Afrodisia... ¿seguimos esperando?” –repitió la pregunta una y otra vez en su mente. Y la respuesta que le gritaba todo su cuerpo era irse. Sabía que si se quedaba lo que vería no sería de su agrado pero ¿y si estaba equivocada? Todos sus miedos se irían y podría seguir viviendo tranquila
–“Nos quedamos” –la miró intentando sonreír –“no vinimos aquí por nada” –Sindra le devolvió la sonrisa y giró su rostro para mirarlos
–“uno de ellos está llamando por celular” –al instante en que giró su rostro para mirarlo sintió una vibración en su ropa, con miedo buscó y buscó hasta dar con su celular que vibraba indicando una llamada entrante. “B llamando” aparecía en la pantalla negra de su celular. Apretó fuertemente el celular en su mano, cerró sus ojos intentando reprimir las lágrimas que se acumulaban en ellos –“Afrodisia” –a lo lejos escuchó que la llamaba –“ey…vamos, seguro es….una casualidad” –como quería creerlo pero no podía. A los segundos de sentir el vibrar pasó a escuchar una tonada que proveía del mismo –“ey…apágalo ahora sino lo escucharán” –abrió sus ojos y observó su celular mordiendo sus labios para no sollozar –“vamos chica…apaga tu celular ahora o será demasiado tarde” –levantó el rostro al ver como ellos clavaron sus ojos en el árbol donde estaba ellas y por fin pudo ver sus rostros. Sintió como si todo su cuerpo se comprimiera, dejándola sin aire. ¿Cómo fue que no se dio cuenta antes? ¿Sus sentimientos la habrían cegado tanto? Suspiró afligida mientras ellos se acercaban cada vez más a ellas –“creo que es hora de irnos” –Sindra jaló su brazo –“oh vamos…no me hagas esto ahora, Afrodisia…vamos…se fuerte” – ¿fuerza? Sacudió su rostro y se quitó las lágrimas que habían logrado salir, ella no era débil…y lo demostraría –“ay no, conozco esa mirada…no, no bajarás”
–“obsérvame” –sonrió mostrando sus colmillos, y antes de que pudiera detenerla se lanzó hacia abajo a unos 5 metros delante de ellos.
–“demonios” –bufó –“odio estar de niñera” –observó las miradas confundidas de los gemelos “esto no terminara nada bien” –suspiró y sin pensarlo dos veces bajó posicionándose al lado de Afrodisia…

Todos los músculos de su cuerpo se habían paralizado al ver el rostro de quien había bajado del árbol. Miro perplejo a Tom quien tenía el ceño fruncido pero su rostro se altero por completo al ver que en segundos se le unió otra persona. Por el rabillo del ojo vio como cerraba su puño, listo para pelear. Volvió su mirada a Afrodisia quien tenía las manos en sus caderas mirándolos sonriente ¿Qué estaba pasando?

Afrodisia –parece que están sorprendidos de vernos –sonrió –o es que esperaban a alguien más? –ladeó la cabeza mirándolos de arriba hacia abajo –entonces?
Bill –yo... –titubeó –no entiendo
Afrodisia –oh vamos…es fácil no? –se acercó unos pasos más –creo que ya todo es obvio ahorita…príncipe –dijo seria –aunque esperaba algo más de los herederos al clan Kaulitz –miró a Sindra –tu qué opinas? –su cuerpo tembló al cruzar miradas con Tom, podía sentir su tristeza por todo su cuerpo pero no podía perder su enfoque. Ellas tenían una tarea y esa era liderar la batalla contra ellos…los sentimientos no podían traicionarla ahora. Volviendo su rostro a Afrodisia le sonrió
Sindra –no creo que podamos pedir más de ellos –cruzó sus brazos sobre su pecho –es una pena que no sean dignos adversarios
Tom –basta! –se estremeció al escucharlo gritar –Sindra... –se acercó hacia ella pero al instante ella retrocedió –que significa todo esto?
Sindra –soy del clan Wendorf –miró a Afrodisia –mejor dicho…somos
Bill –que? Pero…tiene que haber un error –miró a su hermano suplicando por que fuera otra de sus bromas pesadas pero el no dijo nada, solo agacho su rostro –tu... –señalo a Afrodisia –no es cierto
Afrodisia –si lo es –reprimió la voz que le decía que fuera a abrazarlo y consolarlo, esto era lo mejor –el único error aquí…es que ustedes aun siguen respirando –bostezó –pero hoy no es su día…es mejor que se preparen para que al menos den una buena batalla –sintió un dolor en su pecho, ardía…como si todo su cuerpo estuviera en llamas –Sin…Sindra –su voz salió cortada, ella la miró y vio como su piel del cuello se tornaba negra
Sindra –que diablos…
–“llévame fuera de aquí” –asintió y se acercó hacia ella, con cuidado la abrazó por toda su espalda
Bill –Afrodisia…por favor –ambas lo miraron
Afrodisia –somos enemigos ahora Bill….asique cuídate tu espalda –antes de que pudiera responderle, desaparecieron…
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