domingo, 29 de agosto de 2010

Fic Enemys or Lovers Capitulo 12


CAPITULO 12

En la terraza que poseía su habitación se encontraba Bill observando la luna. No habían pasado ni tres días y seguía sin poder sacar de sus pensamientos a la chica que vio esa noche en la ciudad y a quien besó en el bosque esa misma noche. Aun podía sentir sus labios moviéndose suavemente sobre los de él. ¿Qué estaría haciendo ella ahora?
Se la había pasado el día entero dentro de la biblioteca buscando en los registros pero sin resultado alguno, ella no era de su clan sería del Müller? Tendría que pedir los archivos de ellos pero primero pensaría una buena excusa para ello. Apoyo sus manos en el barandal y dio un fuerte suspiro. Loco, eso pensaba su amigo de él. Le había comentado de su encuentro y del sentimiento que sintió al estar junto a ella…

Georg –por cómo me la describes, no…no es de nuestro clan
Bill –entonces?
Georg –no soy adivino…puede ser de otro clan o bien no ser de Alemania…es como buscar una aguja en un pajar…olvídalo
Bill –no puedo… hay algo en ella Georg, es como si me sintiera unido a ella
Georg –mmm…almas gemelas? –Lo miró serio –ey…tu eres quien busca respuestas, yo solo te doy una opción
Bill –eso no existe
Georg –no lo sabes, quien sabe…quizás ella es a quien has estado esperando no?....

Esas últimas palabras retumbaban en su mente. Tiempo atrás aun creía en encontrar a ese “alguien” con quien compartir su vida, con quien pudiera reír, llorar, pasar cada momento de sus días pero con el pasar de los años esas ideas se olvidaron. Era absurdo creer en el amor. Asique rápidamente descartó esa opción.
Estuvo horas meditando en el balcón hasta que decidió recostarse en su cama por el resto de la noche y esperar al día siguiente para continuar su búsqueda.

Como los anteriores días se levantó, se cambió y sin saludar a sus padres emprendió su camino para el portón principal pero no contó con que sus padres lo estuvieran esperando justamente ahí.
Madre –tenemos que hablar contigo Bill
Bill –tengo que salir –intento pasar pero su padre le tomo del brazo –suéltame
Padre –tú hablarás con nosotros aunque te tenga que amarrar a la silla –y dicho y hecho…ahora Bill se encontraba sentado junto a sus padres, atado por una soga –bien
Bill –no lo haré –dijo adelantándose
Madre –hijo, ni nos has escuchado
Bill –se de lo que me hablarán, es del matrimonio y repito no lo haré
Padre –ya está pactado, dentro de un mes vendrá la familia real del clan Müller y te casarás con su hija
Madre –hijo, ya es hora que estés con alguien a tu lado…yo he conocido a su hija, es linda y
Bill –¡No me interesa! –gritó
Padre –pues como a ti no te interesa los bienes del clan…a nosotros no nos interesa lo que tú quieras, te casarás y punto! –se levantó de su silla y se fue. Su madre despacio y sin prisa soltó a su hijo de la soga
Madre –a veces uno tiene que sacrificar las cosas que desea por el bien de los suyos…espero sepas comprender la decisión que hemos tomado –y salió del salón. Permaneció unos minutos sentado pensando en lo que le había dicho su madre, ¿acaso era necesario la unión para eliminar a esa raza de vampiros?
El sabía la historia, sabía que no eran aceptados por nadie, eran diferentes a ellos, mucho más fuertes seguro, por ello los eliminarían…por miedo a una sublevación.
Cuando le informaron que el sería el líder de la batalla estuvo orgulloso, podría demostrar cuanta era su fortaleza matando sin piedad a esas criaturas. Incluso había propuesto hacerles una emboscada pero su padre lo retuvo y le dijo que esperarían. Pero algo que no aceptaría era su unión con alguien a quien no conocía en lo absoluto. A pesar de lo endurecido que estaba su corazón había una pequeña parte que días atrás había revivido, que pedía a gritos que no se casara, como si estuviera traicionando a alguien más. Pero ¿A quién? Todas las chicas que alguna vez tuvo fueron solo para la noche, para satisfacer sus deseos carnales, nunca involucro sentimientos. Entonces, ¿por qué le costaba tanto aceptar estar con alguien más? Podría simplemente convivir con ella, despertar las mañanas a su lado, ser a ella a quien abrazara, a quien tocara pero…con tan solo pensarlo su corazón se partía en dos.
Movió las sogas de sus piernas, se levantó y salió, montó en su motocicleta y se dirigió hacia el bosque, iría nuevamente a buscarla……

El choque de las espadas, los gritos de ataque se podía escuchar claramente a metros de aquel salón. Sabía que la encontraría ahí, todas las mañanas practicaba con los soldados. Entró y con la mirada busco a Sindra. No tardo mucho en encontrarla, con un poco de sudor en su rostro, se movía de un lado a otro mientras daba golpes certeros al soldado. Camino hacia las bancas que habían en las paredes y se sentó esperando a que terminara. Cerca del mediodía y ella seguía esperando, tenía los ojos cerrados, estaba por dormirse pero no pudo debido a un pequeño empujón en su hombro. Sin mirar sonrió y al abrir sus ojos la vio.
Xx –oye, aquí no se viene a dormir perezosa –dijo riendo mientras se limpiaba el sudor con una toalla
Afrodisia –hola Sindra –se levantó –y no soy perezosa –la empujo
Sindra –¿perdón? ¿No eres tú, a quien levanta ese viejo todas las mañanas? –rió
Afrodisia –ay dios, no me lo menciones –fueron caminando a la salida
Sindra –uff… ¿ahora qué paso?
Afrodisia –pues lo de siempre…él y sus problemas menopáusicos
Sindra –jajaja creo que ya deberías estar acostumbrada
Afrodisia –si… pero no es de eso de lo que quiero hablarte
Sindra –ah no? entonces ¿de qué?
Afrodisia –es…es sobre un sueño pero no lo hablemos aquí…vamos a otro lugar
Sindra –de acuerdo –esperó a que ella se cambiara de ropa y luego se fueron juntas…al bosque.
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