sábado, 14 de agosto de 2010

Fic Enemys or Lovers Capitulo 4


El siguiente capitulo, les deje un link para que escuchen mientras leen, en la parte marcada le dan play

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: http://www.youtube.com/watch?v=N_2FjJqDBMw&feature=related




CAPITULO 4


Tomada de la mano de su madre, bajo las escaleras principales encontrándose con su padre quien ya las esperaba para salir a un encuentro con las cabezas de los clanes Müller y Kaulitz. Irían para sellar un acuerdo de paz entre los tres clanes o eso pensaban sus padres. Habían quedado en reunirse a las afueras del bosque que rodeaba su castillo.

Padre –ya están listas?
Madre –si amor –dijo parándose a su lado y dándole un beso, al separarse de su esposa miro a su pequeña quien fruncía el ceño
Padre –no pongas esa cara hija –suspiró –se que no te gusta mucho pero ya estás en edad para que veas a tus padres tomar estas decisiones, así cuando estés al mando sepas…
Afrodisia –“sepas que hacer en esos momentos” –dijo imitando su voz –me lo has dicho varias veces…ya entendí –el volvió a suspirar y tan solo le hizo la seña a su esposa y salieron del castillo.
Había pasado ya hora y media en la cual reinaba el silencio, Afrodisia miraba a todos lados algo nerviosa. Días atrás sus padres le habían informado de que ella los acompañaría pero ella como primera respuesta les dijo que no; les dijo que tenía un presentimiento malo con respecto a esa reunión pero su papá no le hizo caso creyendo que serían excusas de su hija por no querer ir, en cambio su madre tenía sus sospechas pero no replicó pensando en no crear una discusión sobre el tema.
Madre –estaremos así todo el camino? –Preguntó mirando a ambos –cariño –dijo mirando a su esposo. El viendo la preocupación de ella se detuvo y se posiciono enfrente de su hija
Padre –hija mía… -ella levantó su mirada –perdón, no quise ser duro contigo pero es porque quiero que estés preparada, nosotros…no siempre estaremos contigo y llegará el momento en que tu tengas que tomar el mando del clan y no estaremos para decirte lo que se tiene que hacer…debes estar lista
Afrodisia –lo sé papa, lo siento
Padre –siempre ten presente el cariño que tu madre y yo tenemos para ti, si? –Ella asintió, el solo se limitó a abrazarla –ahora –dijo separándose –sigamos que todavía nos falta mucho que caminar
Afrodisia –si

Luego de esa pequeña parada siguieron tranquilamente su camino hacia las afueras del bosque. Pasaron apenas unas dos horas y recién llegaron al punto de encuentro, algo sorprendidos al no ver a nadie presente. Decidieron esperar más tiempo pensando en que ellos se hubieran adelantado a la hora pactada, mientras el padre se separo de ellos fijando su vista en las salientes del camino, Afrodisia se sentó a las raíces de un árbol recostada en el pecho de su madre.
Cerca de media hora que estaban esperando, su padre detuvo su caminar ante una presencia que se acercaba, pensó que sería los jefes de los clanes pero sus ojos crecieron al sentir que si bien alguien venía no era precisamente en forma de paz. Alterado se acercó hacia donde estaba su esposa y tomando de su mano la alejo de su hija, estando ya metros de ella le habló susurrando.

Padre –si no actuamos rápido nuestras vidas correrán gran peligro y la de nuestra hija
Madre –pero…porque, que sucede?
Padre –nos han engañado, en este instante vienen cazadores –iba a decir algo pero el se adelanto –no hay tiempo que perder, toma a Afrodisia y lleguen al castillo lo más rápido que puedan, informa a Gustav de la situación y dile que se preparen, él sabrá qué hacer
Madre –no…y tú?
Padre –yo nada, rápido antes de que ellos las alcancen
Madre –no me puedes pedir que te abandone –dijo reteniendo un sollozo –me quedaré contigo
Padre –no, no puedes quedarte…nuestra hija no puede ir sola, no me perdonaría si a ella o a ti les pasa algo..
Madre -¡No te dejaré! –gritó. Afrodisia quien no había prestado oído a su conversación se sobresalto al escuchar el grito de su madre y curiosa se acercó
Afrodisia -¿Qué pasa? –ambos padres se miraron tratando de aparentar
Padre –iras con tu madre de vuelta al castillo, se están tardando asique me quedare solo a esperar
Afrodisia –pero
Padre –nada de peros, vamos…váyanse –ante el mandato, se dio la vuelta esperando a su madre. Cuando estaba adentrándose en el bosque giro su rostro y vio a sus padres que se abrazaban con fuerza. Al rato se soltaron y su madre tomándole de la mano se encamino con ella a paso apresurado
Afrodisia –porque tanta prisa mamá?
Madre –por nada –dijo cortante. Miro hacia el frente tratando de comprender lo que estaba sucediendo, todo le parecía extraño, el comportamiento de sus padres, la repentina decisión…algo no cuadraba. Enfocó nuevamente sus ojos en el rostro de su madre y se percató de una pequeña lágrima que atravesaba su mejilla. Consternada detuvo su andar obligando a su madre a detenerse –hija que haces? Vamos…
Afrodisia –no!
Madre –por favor, no ahora quieres –replico
Afrodisia –algo pasa…porque estas llorando? Porque papá nos manda de regreso?! –al ver que se quedaba callada se alejo y corrió para encontrar a su papá
Madre –regresa! –en cortos minutos ambas estaban de regreso. Ahí estaba su padre de espaldas con los brazos cruzados pero debido a los pasos se volteó y miro sorprendido al verlas
Padre –pero… ¡¿QUE HACEN AQUÍ?! –al llegar junto a el, Afrodisia extendió sus brazos y lo rodeo en su cintura
Afrodisia –porque quieres que me vaya de aquí? Algo…algo está pasando y no me lo quieres decir…papá que pasa?! –dijo llorando
Padre –hija mía… -suspiró –nos han tendido una trampa –ella se separó –tu madre te llevara de vuelta al castillo, no mires para atrás…solo corre de acuerdo?
Afrodisia –pero…y tú? ¿Qué pasara contigo? –Se quedo callado -¿papá?
Padre –yo estaré bien, luego las alcanzó
Afrodisia -¡no! yo…yo quiero quedarme contigo –sollozó –yo quiero quedarme contigo…soy fuerte…soy fuerte papá
Padre –claro que eres fuerte por eso no te separes de tu madre, cuídala mientras llegan…no te quedarás hija…los que vienen no les importará que seas pequeña y te matarán…ahora váyanse –fijó la vista en su esposa –llévatela!
Madre –te amo –dijo antes de tomar el brazo de su hija y jalarla hacia dentro del bosque…

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