martes, 19 de octubre de 2010

Fic Enemys or Lovers Capitulo 43


En este capitulo, hay un link de audio. Si desean lo cargan y cuando indique lo ponen para escuchar con la lectura ;)

Audio: http://www.youtube.com/watch?v=YkB5qmD7BQg

CAPITULO 43

Estaba sostenido por un viejo cuaderno pero aún así la mitad de la hoja estaba caída. Los rayos de luz que penetraban la ventana no le dejaban ver completamente asique con cuidado se quito encima de ella, gateo a través de la cama sin decir nada y se acercó a la mesa de noche en donde estaba el dibujo. Ella al notar el rostro de él se acomodo en la cama mirando hacia donde él se acercaba y al fijarse en que el dibujo que había hecho seguía ahí se altero
Sindra –eh…no….no –dijo nerviosa –no lo toques –el sonrió y juguetón sostuvo el dibujo en sus manos mirándola a ella –déjalo donde estaba
Tom –porque?
Sindra –no es tuyo
Tom –no quieres que lo mire? –rió –muy tarde –bajo su rostro y se quedo en silencio al ver que el retrato, ese dibujo…era él. Absorto observó cada detalle de su retrato, con las yemas de sus dedos rozo lentamente cada línea trazada en esa vieja hoja –tu…tu lo hiciste? –preguntó sin mirarla
Sindra –si –se sentó a su lado –fue después de que me viniste a dejar a mi casa, la otra noche
Tom –en serio? –Ella asintió –estoy…sorprendido –sonrió –esta precioso –la miró tiernamente –dibujas increíble
Sindra –no lo creo –se levanto, tomo el cuaderno abriéndolo al final y le quito el dibujo, se dio la vuelta sin darse cuenta que uno hoja resbalo del cuaderno quedando a los pies de Tom –te dije que no tocarás mis cosas –sin decirle nada más se acercó al mueble en donde estaba el cofre, con cuidado lo guardo y lo cerró con llave
Tom –son tus padres? –dijo mientras recogía la hoja. Al escucharlo se giró y rápidamente le quito la hoja –que pasa?
Sindra –nada –dijo seria –y si, son mis padres –dejo la hoja en el mueble de sus ropas
Tom –seguro les encantan tus dibujos
Sindra –no lo sé –dijo poniendo boca abajo el retrato de sus padres
Tom –lo digo como los retrataste –se quedo callada –se nota que son bien unidos –ella lo miró de reojo –se nota en sus ojos, por la manera en que se miran en ese retrato –vio como tomaba el cofre y lo guardaba en un baúl más grande –no deberías tenerlos guardados, tendrías que tenerlos al aire así los verían, no creo que les guste verlos ahí ocultos –se levanto y se agacho quedando detrás de ella –vamos, porque no los ponemos…?
Sindra –no –se sacudió al sentir uno de sus brazos cerca de ella
Tom –pero
Sindra –se…se quedan ahí –su voz salió débil, suspiró –no quiero sacarlos
Tom –que dices…si son hermosos –le sonrió
Sindra –deja de decirlo! –lo empujo –no quiero y punto! –De su cuello sacó una llave grande y delgada con la cual cerró el baúl –ahí se quedan
Tom –pero que dirán…. –se levantó
Sindra –nada! No dirán nada porque ya están muertos ok?! –el se sorprendió –nadie se dará cuenta que están guardados…nadie! Asique deja de decirlo
Tom –yo… -suspiró –perdón…no sabía
Sindra –ahora lo sabes –se fue hacia la puerta y se detuvo –creo que debes irte –dicho esto salió. Al quedarse solo en la habitación se froto sus ojos enojado, había hablado demás y terminó todo mal pero a pesar que sabía que ella no quería hablar sobre ello, tenía que hacerlo. Ahora que lo pensaba cuando vieron el dibujo de sus padres, sus ojos se habían entristecido…habían perdido el brillo que tenían momentos atrás, el tenía que ayudarla y eso haría.
Al salir del cuarto cerró la puerta sin hacer ruido, se alejo y fue por las escaleras sabiendo que ella lo estaría esperando en la puerta para despedirlo y así era. Terminando de bajar la encontró parada frente a la puerta que ya estaba abierta, se acercó y sin decirle nada la tomo de su mano y cerró la puerta
Sindra –ey! Que….que haces?! –se quedo callado –suéltame! –la cargo y la sentó en la moto –tu que te crees?! Déjame! –intento bajarse pero él la detuvo
Tom –deja de gritar así, crearan que te estoy matando o algo así
Sindra –y qué?! Loco! Déjame!
Tom –no –se sentó, aprovechando la situación ella se bajo –no! espera! –De un salto se puso delante de ella –bueno, lo haremos de otra manera –le dijo sonriendo, la tomo de la cintura y al llegar a la moto la sentó enfrente y el detrás –si tengo que conducir así pues así lo haremos
Sindra –que?!
Tom –es eso o quieres que te desmaye? –Se rió –tú eliges
Sindra –eres….
Tom –según tu un “Dios” –dijo imitando su voz
Sindra –creído –bufó –ya está bien pero espera que me acomode –se giró quedando de espaldas y él se rió –no te rías!
Tom –eres tu quien se sentó de esta manera –dijo apegando su cuerpo más al de ella –debo decir que me gusta –le susurró al oído
Sindra –ah sí? –se recostó sobre su pecho –entonces…me cambió –dijo seria –se bajo de la moto y se volvió a sentar adelante pero quedando de espaldas del manubrio, por el espacio se corrió sentándose en las piernas de él y cruzando sus brazos por la cintura –podrás conducir así? –dijo sonriendo
Tom –claro –encendió el motor –no tengo nada que me distraiga –apenas dijo esto se pusieron en camino hacia la ciudad
Sindra –ya veremos…
Llevaban unos diez minutos y ya estaban por adentrarse en la plaza de la ciudad, por la hora había muchas personas comprando en las tiendas, niños corriendo alrededor de la fuente principal. Los humanos los veían pasar y negaban con sus ceños fruncidos por la imagen que demostraban hacia los pequeños, Sindra al notarlo se rió. “A ver que dicen con esto” –pensó. Se fijo por el rabillo de su ojo el rostro de Tom, estaba centrado en el camino sin mirarla y apretaba con fuerza el manubrio de la moto, lo podía sentir por el roce de sus brazos con su cuerpo. Se mordió sus labios y sonriendo se acercó a su cuello, estando a escasos centímetros paso suave y lentamente su lengua, al instante sintió como se estremecía y se rió. Sin detenerse siguió jugando con él; acariciando su cuello, mordiéndole de vez en cuando
Tom –que…que intentas? –dijo suspirando, ella se acomodo y lo miró
Sindra –nada –se acercó y lo beso, subió sus brazos quedando alrededor de su cuello para no caerse. Por segundos él tuvo los ojos abiertos perplejo por lo atrevida que estaba siendo pero entre el beso sonrió, le encantaba que tuviera carácter. Con cuidado y manteniendo balance llevo una de sus manos hacia la cintura de ella para apegarla más a él. Siguieron besándose hasta que se separaron y ella le sonrió –yo que tu giraría
Tom –por…? -no terminó de preguntar cuando vio que frente a ellos, a unos pocos metros estaban unos humanos caminando de espaldas a ellos –demonios! –estando a un metro giró de golpe causando que las llantas rechinen. Su pecho subía y bajaba rápidamente, mientras escuchaba a lo lejos los gritos y reclamos de aquellas personas –estás loca!
Sindra –quizás –se rió –y…falta mucho? –le dio un corto beso
Tom –no mucho –le sonrió –que inquieta
Sindra –si claro –bufó –a donde vamos? –pregunto al notar que estaban pasando los limites de la ciudad y cruzaban otro bosque

PLAY: http://www.youtube.com/watch?v=YkB5qmD7BQg

Tom –ahí verás –le guiño. Ella solo rolo sus ojos, si bien por fuera estaba sonriendo…por dentro sentía un vacio muy fuerte tras haber visto aquel retrato que le hizo años atrás a sus padres antes de que murieran. ¿Hace cuanto tiempo que no lo veía? ¿Hace cuanto que no se lo mostraba a alguien? Tantos años sin ver aquella hoja, ahora gastada por el tiempo…sin embargo esas sonrisas que llevaban ese día aun seguían ahí. El carboncillo estaba corrido y había dañado parte del dibujo pero aun podía observar claramente el rostro de su madre, la mirada tan dulce que siempre le brindaba y la risa de su padre, le alegraba el alma. ¿Quién hubiera podido saber que todo terminaría tan rápido? Todo había pasado tan rápido que apenas si pudo reaccionar y darse cuenta que estaba sola.
Sacudió su rostro ignorando las lagrimas que querían salir y se apego más a Tom, esperando que no se diera cuenta. Sintió como un brazo le rodeaba fuertemente su cintura, pudo respirar tranquila y cerró sus ojos cayendo en un profundo sueño….

Una brisa paso suavemente sobre ellos meciendo los cabellos que caían sobre su rostro mientras él acariciaba su mejilla lentamente, tratando de no despertarla. Hacia más de una hora que habían llegado a las orillas del mar…
Al llegar, le susurro al oído pero al notar que estaba dormida, enternecido por su semblante sin hacer ruido la cargo en sus brazos llevándola hacia una manta que había tendida sobre la arena junto con unas frazadas. Con cuidado se agacho dejándola recostada sobre estas, se sentó y la acurruco cerca de él con la vista hacia el mar. Respiro fuertemente el aire fresco y cerró sus ojos dejándose llevar por la tranquilidad que le brindaba el sonido de las olas del mar al romper en las rocas. Como su cuerpo sentía los roces de los rayos del sol que ya se estaba ocultando. Sintió como ella se movía rodeando con sus brazos su cintura, sonrió al ver como al abrir sus ojos se fijaron directamente en él, su corazón latió con fuerza. Poco a poco se levanto acomodándose a su lado, sus ojos se paseaban por el alrededor grabando cada detalle en su mente. Al cruzar miradas nuevamente le sonrió tiernamente, se acercó quedando cerca de sus labios y cerrando sus ojos lo besó
Sindra –hola –dijo con la voz ronca –mmmm... –ronroneo mientras se apegaba más a él
Tom –hola dormilona –se rió
Sindra –oh…perdón, no quise dormirme
Tom –no pasa nada linda –le beso la frente –estas mejor?
Sindra –claro…porque no habría de estarlo? –el sonrió –que es tan gracioso?
Tom –sabes? –suspiró –antes de que Bill y yo nos separáramos…hubo un tiempo en que yo me sentía mal, Bill claramente lo supo al instante –se rió –me insistía que le dijera, que habláramos pero me negaba…no fue hasta un día que nos peleamos y salí corriendo de nuestra casa…termine aquí, pasaron horas en las que estuve solo…pensando hasta que Bill dio conmigo, de alguna manera este lugar me proporciono la tranquilidad para poder hablar con él…y le pude contar lo que me molestaba –la miró fijamente –se que te alteraste cuando estábamos en tu casa y vimos el dibujo de tus padres –ella se mordió su labio –puedes contármelo
Sindra –agradezco que te hayas molestado pero –se alejo de él –no –intentó levantarse pero el le detuvo con la mano –por favor
Tom –Sindra –delicadamente la jaló y quedo sentada otra vez a su lado –pude ver el dolor al ver el dibujo…y lo veo ahora –suspiró –permíteme ayudarte –al mirarlo vio la sinceridad con que le hablaba, cerró sus ojos y se recostó en su pecho
Sindra –a mis padres siempre les orgullecía mis dibujos…decían que tenia un don –sonrió melancólica –desde pequeña mi madre me introdujo en el mundo del arte, siempre la miraba dibujando…en una hoja suelta, en una servilleta…en las paredes de nuestra casa…mi padre decía que estaba loca –se rió –supongo que de ella lo herede –pauso unos minutos y siguió –con el pasar de los años el gusto por dibujar crecía, dibujaba todo lo que tenía al alcance…a veces salía a los prados que estaban cerca y dibujaba las flores, animales…no importaba que pero lo dibujaba…pero conforme las guerras aumentaban y se acercaban a los pueblos mis padres me prohibieron salir, me decían que era muy peligroso –suspiró –unos días antes de su muerte yo les había regalado ese dibujo que viste, era por su aniversario de pareja…mi mamá contenta lo puso en el velador de la sala... –su corazón se agitó al recordar lo que había pasado y unas lagrimas corrieron por sus mejillas –dos días después por la tarde, estábamos en la casa cuando escuchamos gritos…llantos desesperados…asustada me quede detrás de mi madre mientras mi papá veía por la ventana que estaba pasando –cerró sus ojos –aun puedo oír claramente los gritos de auxilio de las mujeres, los niños llorando…cuando mi padre entró estaba aterrorizado, lo vi en sus ojos, separó a mi madre de mí y le hablo susurrando, ella al instante me miró preocupada y me trato de sonreír…ambos se miraron y se acercaron a mí…mi madre me dijo…

Madre –hija, tenemos que irnos rápido si? –yo asentí –cuando salgamos por la puerta correrás lo más rápido que puedas, no mirarás atrás y no te soltarás de mi mano Sindra –si mami Padre –vámonos ya! Tenemos que salir antes de que vengan –en cuestión de segundos tenía un abrigo encima mío y estaba de la mano de mi madre mientras esperábamos la señal de mi padre para salir –de acuerdo, ahora –mi padre abrió la puerta con rapidez y mi madre me jaló, al salir lo primero que vi fue como las casas por donde yo antes me paseaba estaban ardiendo en llamas, todas las familias corrían de un lado para otro, huyendo, gritando por sus seres queridos, buscándolos….todo era un caos. Delante de nosotras mi padre vigilaba que nada se interpusiera en nuestro camino. Estábamos cruzando para adentrarnos en el prado donde normalmente dibujaba cuando por mi mente recordé que estaba olvidando algo Sindra –mi dibujo –susurré y tironeé la mano de mi madre –mami! –grité pero no me escuchó, nadie podría con todos los gritos que nos rodeaban. Mientras corría vi como nuestra casa se alejaba y cada vez los lobos se acercaban a ella, el temor nació dentro de mí al imaginarme en sus garras aquel preciado dibujo que había hecho para mis padres, que lo rompieran como si fuera una simple hoja más pero para mí significa mucho. Decidida me solté de la mano de mi madre y corrí hacia atrás, corrí atravesando las ramas que se cruzaban en mi camino Madre –Sin….Sindra! –escuché gritar a mi madre –Sindra ven! –solo quería recogerlo y volver….solo eso –vuelve hija! –giró mi rostro y vi como mis padres regresaban corriendo para alcanzarme y detenerme –No sigas! Regresa! –siguió gritando pero no le hice caso…debí haberlo hecho. Cuando estaba por entrar por la puerta por el rabillo del ojo vi un lobo y él me miró fijamente Padre –NO! –vi pasar a mi padre por delante de mí y empezó a luchar cuerpo a cuerpo contra el lobo, apenas pude despabilarme entre a la casa sin más para sacar el dibujo, pase por el pasillo de la entrada, atravesé el comedor y llegue hasta donde estaba mi dibujo, me incline un poco y lo tome aliviada de haberlo salvado. Antes de voltearme pude sentir un fuerte respirar detrás de mí y un gruñido, temblando me gire y mis ojos se abrieron al máximo cuando vi al lobo parado frente a mí, todo mi cuerpo tembló, aferré el dibujo fuertemente con mis dedos y cuando él estaba alzando su garra para lastimarme lo vi caer al lado Madre –Sindra! Estas a salvo! –Mi madre lo había votado –quédate detrás de mí –mis ojos se fueron hacia el lobo que se levantaba Sindra –mami –le señale y ella se volteó Madre –quédate ahí –me empujó hacia uno de los gabinetes que se cubrían por uno de los muebles –no salgas! –apenas entre a esconderme escuché los gritos del lobo al atacar a mi madre, mis ojos se paseaban de un lado a otro temiendo que la lastimará, mi madre era muy fuerte no lo dudaba pero mi miedo aumento cuando otro lobo entro a la casa ¿Dónde estaba mi padre? Y como si me hubiera escuchado mi padre entro a la casa atacando a los lobos. Todo paso tan rápido que no tuve tiempo de asumirlo; mis padres estaban venciendo a los lobos cuando entro el líder de la manada y los tiró hacia la pared, se acercó hacia ellos y les clavó las garras…mi rostro estaba lleno de lágrimas, tenía coraje y odio hacia él. Un gemido salió de mis labios y él se volteó hacia donde yo estaba, caminó lentamente mientras los otros lo observaban detenidamente. Quitó las sillas que me cubrían y me extendió la mano, sentí como si no pudiera resistir y salí, me cargo de la cintura y me miró a los ojos. Me sonrió y me mordió el cuello. El dolor que sentí fue tan fuerte que causo que mi cuerpo quedara inconsciente. Al despertar abrió lentamente mis ojos, me sentía adolorida y diferente. Con cuidado me levante y los recuerdos vinieron a mi mente, desesperada mire a mi alrededor y unos metros delante de mí estaban los cuerpos de mis padres. Mi corazón se encogió con cada paso que di, al llegar a su lado me tire al suelo, lágrimas bañaban mis mejillas sin poder detenerlas, todo mi cuerpo temblaba…estaban muertos…

Sindra –pase días encerrada en lo que quedaba de la casa, a su lado, no decía nada, solo los miraba…esperando que todo fuera un engaño de mi mente y se despertaran, que me miraran y me abrazaran pero no paso –suspiró –los días fueron pasando y llegó un momento en el cual decidí irme, guarde lo poco que tenía en una maleta, mis ropas, algunas armas que mi padre tenía ocultadas…antes de irme enterré a mis padres y me aleje…pero decidí que no tocaría más esos dibujos…menos el de ellos –se limpió las lagrimas –tan solo verlo se me rompía el corazón…porque sabía que si le hubiera hecho caso a mi madre ellos estarían vivos y no muertos por mi culpa –agacho el rostro –fui una estúpida y pague caro por ello…..

Tom –por eso es que no quieres dibujar? –ella asintió
Sindra –me da miedo tomar el carboncillo y dibujar –se acurruco –cuando hice tu retrato…no sé que me paso…el miedo había desaparecido…fue como si nunca hubo algún dolor…sentí una calma –sonrió –tan solo…no estoy segura –lo miró –no quiero que algo vuelta a pasar y lastime a…alguien a quien quiero
Tom –no lo harás –le acarició su rostro –y no tienes porque torturarte por la muerte de tus padres, ellos no te odian estoy seguro porque el valor que ese retrato tiene para ti…tendrá el mismo valor para ellos…además por más difícil que sea tienes que pensar que todo tiene una razón de ser, todo te lleva a donde estas hoy…y estás conmigo –le sonrió –no dejes que un miedo gobierne tu vida…que no te deje experimentar…hacer lo que te gusta…no dejes que la muerte de tus padres sea en vano…ellos te salvaron para que pudieras tener una oportunidad de vivir, asique vive –le beso suavemente sus labios –yo estaré aquí, cada vez que necesites a alguien…no importa para que, no estás sola
Sindra –gracias –lo abrazo
Tom –te quiero….
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