sábado, 2 de octubre de 2010

Fic Enemys or Lovers Capitulo 35

Fic Enemys or Lovers Capitulo 35

CAPITULO 35


Sin decir una palabra caminaron hacia la parte trasera del castillo, en donde se encontraba el salón de entrenamiento. Estaban a metros de la puerta cuando sintió una mano posarse sobre su hombro deteniéndola, al voltearse fijo sus ojos en Gustav quien la miraba serio. Suspirando se acercó a Sindra y le susurró, ella solo asintió y se adelanto al salón dejándola con su concejal.

Gustav –acaso no me –lo interrumpió
Afrodisia –y a ti que te sucede?! –lo empujó –de cuando aquí me hablas en ese tono?! Ah?!
Gustav –princesa yo…
Afrodisia –tu nada! Te recuerdo que tienes que tener cuidado con lo que sale de tus labios o dejarás de estar vivo –frunció su ceño –no te perdonare que me trates de esa manera
Gustav –estaba preocupado por su bienestar –dijo bajando el rostro –le puede pasar cualquier cosa estando en la ciudad, es peligroso en estos días
Afrodisia –se cuidarme bien Gustav, no soy ninguna debilucha
Gustav –lo se… perdóneme por el atrevimiento, no volverá a suceder
Afrodisia –que sea la ultima Gustav, mis padres te estimaban pero yo no tengo tanta paciencia como ellos para aceptar cada error que tengas…esta entendido?
Gustav –si
Afrodisia –bien, ahora…tienes algunas novedades?
Gustav –por el momento todo va como nos habían informado, dentro de unas tres semanas vendrá los jefes y heredera del clan escoltados por su guardia
Afrodisia –el ejercito Kaulitz?
Gustav –tienen entrenamientos todos los días, dirigidos por los herederos
Afrodisia –excelente, apenas sepas algo más me informaras inmediatamente
Gustav –si, mi señorita
Afrodisia –puedes retirarte –luego de realizar una venia Gustav se fue alejando lentamente, ella espero a que hubiera entrado al castillo y se dirigió al salón para entrenar.
En todas las horas del entreno no pudo lograr concentrarse por completo, debido a aquel sueño. Quizás no la hubiera desconcentrado ya que casi se acostumbraba a tenerlo pero anoche hubo algo diferente, algo cambió…había podido ver una parte del rostro del chico a quien ella mataba. Por más que quiso olvidarlo y dejarlo pasar no pudo, el recuerdo del miedo que vio en esos ojos…jamás lo olvidaría.

Sindra –cuidado! –salió de sus pensamientos al escuchar un grito, pero fue tarde y no pudo esquivar el golpe que había recibido en su mejilla –demonios chica, que pasa...estas bien?
Afrodisia –si, lo estoy –se froto su rostro, noto como todos habían parado de pelear –hemos dicho que pararan?! –Nadie respondió –sigan practicando! –Todos volvieron a los combates –que buen gancho –se rió
Sindra –eso veo, te dejo un moretón
Afrodisia –he tenido peores golpes
Sindra –si pero…en que tenías la cabeza que no lo viste?
Afrodisia –luego, terminemos de entrenar primero
Sindra –esta bien pero deja ahorita todo de lado para que no te vuelvan a golpear si?
Afrodisia –si, si

La mañana se fue; ambos clanes entrenando con sus respectivos comandantes. Enseñándoles como esquivar los ataques, dar golpes en áreas vitales, preparándolos para la batalla que habría entre los tres clanes por el territorio, la supervivencia y por ver quien sería quien mandaría entre todos ellos. Obtener el poder absoluto sobre cada vampiro de las tierras, la codicia reinaba en las mentes de los jefes de cada clan.
La única oportunidad que hubo de realizar un tratado de paz entre los clanes fue años atrás, cuando los jefes del clan Wendorff fueron traicionados y asesinados por miembros de los clanes Müller y Kaulitz, causando así una guerra que ha durado los últimos años.
Al terminar el entrenamiento Sindra y Afrodisia se fueron a la cocina del castillo para refrescarse luego del ejercicio.

Sindra –ahora me dirás que paso mientras peleabas? –dijo sentándose en una de las sillas cerca de la mesa
Afrodisia –mi sueño otra vez –suspiró
Sindra –que paso?
Afrodisia –te recuerdas que te dije, que cuando trataba de ver quien era ese chico a quien quería matar nunca lo podía ver?
Sindra –claro
Afrodisia –bueno, ayer en la noche…al soñar de nuevo pude ver parte de su rostro
Sindra –que?...en serio? –ella asintió –y?
Afrodisia –solo pude ver sus ojos, cuando iba a ver todo su rostro desperté
Sindra –pero ya es algo no? Como eran?
Afrodisia –como color café…no, color caramelo
Sindra –algo extraño que hayas notado?
Afrodisia –aparte que en ellos solo pude sentir miedo? No nada más…oh bueno –se quedo callada
Sindra –dime?
Afrodisia –es que, cuando los vi…sentí como si ya los hubiera visto, no se…fue un sentimiento familiar al cruzar miradas
Sindra –familiar? Pero tú me dijiste
Afrodisia –que nunca había conocido a un chico así, si lo se –se sentó junto a ella –pero, fue así como lo sentí
Sindra –entonces quizás si lo conozcas pero no te acuerdas…un viejo amigo o conocido?
Afrodisia –amigos no tengo y conocidos…he visto a muchos vampiros pero nadie encaja con esa figura
Sindra –humanos?
Afrodisia –sabes que no me relaciono con ellos –resopló –que idiota me siento
Sindra –no puedes rendirte así, habrá que pensar más…quien sabe y tengamos la respuesta ante nuestros ojos
Afrodisia –tienes razón, no me rendiré…

Del otro lado de la ciudad, en una de las plazas….

Tom –vaya que es necia –se rió
Bill –ni que lo digas, lo que me costo convencerla
Tom –nada es fácil en esta vida hermanito –se palmeo el hombro
Bill –estas algo inteligente el día de hoy no? –le sonrió
Tom –que gracioso
Bill –yo siempre…oye, que hora es?
Tom –mmmm…las tres, porque?
Bill –un momento –rebusco entre sus bolsillos, sacò su celular y lo abrió rápido, se lo llevo al odio –por favor…contesta…

A las afueras del castillo Wendorff…

Sindra –que aburrido se pinta el día…que hare… –una melodía la interrumpió
Afrodisia –perdona –sacò su celular –alo? –Alejo el celular de su oído –que raro
Sindra –que paso?
Afrodisia –colgaron…

En la plaza….

Tom –emmm…Bill?
Bill –si?
Tom –porque colgaste? –sonrió –no me digas que te da nervios hablarle?
Bill –claro que no!
Tom –entonces? –tomo el celular y le dio clic al botón verde –ya esta marcando, ten –le extendió el celular

En las sala principal del castillo Wendorff….

Sindra –te llaman! –le gritó, al instante llego y tomo su celular
Afrodisia –alo? –no escuchó nada –quien demonios eres?! Mas te vale hablar o te juro que te matare seas quien seas!
Sindra –que ruda –se rió
Afrodisia –quien es?! –gritó pegada al celular
Bill –soy –se aclaro la garganta –soy Bill
Afrodisia –ah…hola –sonrió –que paso? –trató de sonar seria
Sindra –quien es? –le movió el brazo alejándola –ey!
Afrodisia –no molestes! –grito cerca del celular
Bill –pero si no hice nada!
Afrodisia –no…no tu! Aght…espérame un rato si? –tapo el celular con su mano –déjame hablar un rato si?
Sindra –uuf, a ver quien será no? –se rió
Afrodisia –no…no es lo que –la interrumpió
Sindra –no me tienes que decir nada –le sonrió –tu cara lo dice todo, ahí nos vemos! –se fue de la sala, y abrió la puerta de la entrada. Suspiró y levanto el celular
Afrodisia –sigues ahí?
Bill –si, todo bien? No estoy llamando en mal momento?
Afrodisia –no, para nada…que querías?
Bill –quería preguntarte…si… –oyó unos suspiros –si tu….
Afrodisia –si yo?...
Bill –si quisieras salir conmigo hoy?....
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