lunes, 20 de septiembre de 2010

Fic Enemys or Lovers Capitulo 25


CAPITULO 25

Afrodisia –claro que iré –bufó –tonta
Sindra –excelente
Afrodisia –pero será mañana
Sindra –y porque no hoy?
Afrodisia –porque no quiero que el anciano me fastidie de nuevo
Sindra –bueno, bueno…mañana
Afrodisia –hasta mañana entonces
Sindra –de acuerdo…cuídate tonta –rió

Apoyada sobre la pared vio como su amiga se iba alejando hasta perderla de vista. Se quedo un rato ahí mirando la tranquilidad de aquellas calles mientras recuerdos lejanos atormentaban su mente. Viendo que ya iba anocheciendo monto la moto y se puso en rumbo hacia el bosque.
A la velocidad que iba no le tomo mucho tiempo adentrarse en el bosque, pero antes de irse para el castillo desvió el camino y se fue a una parte del bosque que solo una vez al año visitaba.
Detuvo la moto y la apago. Bajo y dejo su capa en el manubrio para no cargarla en las manos. Conforme se fue acercando su corazón latía con mayor fuerza, su respiración era más rápida y sus ojos se tornaban brillosos. Mientras caminaba iba pasando su mano por los troncos de los arboles, se agacho y rozo la tierra con sus dedos. Por más que los años pasaran borrando las marcas en los troncos de los arboles, tapando con hojas caídas la tierra en donde había sido aquella batalla….ella aún recordaba perfectamente el momento en que vio el cuerpo de su padre bañado en sangre y con los ojos cerrados. Los gritos que se oían lejanos mientras ella y su madre corrían. Una lágrima corrió por su mejilla, al instante se limpio la cara y se volteó para regresar a su moto.
Metros más adelante se detuvo también. Se acercó a una roca en particular, grande y negra. Al arrodillarse junto a esta pudo notar que de un lado se miraba unas decoloraciones rojizas impregnadas a la roca. Con la mano temblándole acaricio el contorno de la roca sin atreverse a tocar la mancha. Al cerrar sus ojos volvió a escuchar los gritos de su madre, gritando desconsolada por qué no la lastimarán a su hija. Y aun cuando estaba agonizando no le demostró tristeza alguna sino una sonrisa llena de amor hacia ella.
Un sollozo salió de sus labios mientras lagrimas brotaban de sus ojos. Cada lágrima que salía intentaba borrarla con sus manos pero desistió al sentir como poco a poco gotas de lluvia caían sobre ella bañándola por completo. Estuvo así unos minutos mientras lograba calmarse, cuando creyó estar mejor se alejó y se fue hacia el castillo…

Al llegar corrió hacia su habitación sin hacer ruido para no llamar la atención de nadie y se encerró. Dejando sus cosas regadas por la habitación salió al balcón que tenía y se apoyo en el barandal. Suspiró. Froto sus manos contra sus ojos y volvió a suspirar. Por más cansada que estaba no quería acostarse en la cama porque sabía que volvería a tener ese mismo sueño. ¿Qué podía hacer para pararlo? Se negaba a creer que estuviera conectado de alguna manera a su vida. Suficiente tenía lidiando con Gustav, los torpes con quienes se habían topado varias veces y lo de la batalla. No quería más. De nada le serviría comerse la cabeza por ese chico que para comenzar no conocía en lo absoluto. Además, ella enamorada? Si claro. Era más fácil que cambiará de parecer y obedeciera a su concejal. El amor era para tontas y ella no era una.
Se distrajo de sus pensamientos por un ruido en particular que venía de su chaqueta. Camino y levantó su chaqueta del suelo buscando su celular, al levantar la tapa noto que tenía un mensaje de texto “!No me vas a creer con quien me encontré hace unas horas! ¿Te acuerdas del tarado de trenzas de la otra noche? Pues con él! Me lo tope y a su amigo o lo que sea, afuera de un bar...no te la haré larga, solo te diré que el otro chico pregunto por ti…jajaja lo dejaste colgado eh? ;) en fin…nos hablamos mañana!...Sindra” Con una sonrisa cerró la tapa del celular, aun recordaba a ese chico. Por unos segundos cerró sus ojos y recordó aquel beso que le había dado y sonrió. Segundos después sacudió su cabeza reprochándose por los pensamientos, dejo su celular en la cómoda y se acostó esperando descansar tranquila…

“Toc toc toc”

Con sus manos se cubrió el rostro y suspiró. Nuevamente se escucho el tocar de la puerta, achino los ojos y bostezo, déjenme en paz –pensó. Se acomodo boca abajo esperando que quien estuviera del otro lado de la puerta desistiera pero sus suplicas no fueron escuchadas y escucho la puerta por tercera vez pero esta vez se sumo una voz que reconoció, era Sindra.

Sindra –se que estas despierta –canturreó –vamos! Vamos, arriba, arriba! –se tapó los oídos y cerro sus ojos –oh vamos…levántate! Sabes que no me iré! –y lo sabía. La conocía de años y sabía que no habría fuerza que la quitara de ahí asique resignada se levanto y abrió la puerta –oh, ya me estaba preguntaba si tendría que tumbar la puerta –sonrió
Afrodisia –no, no quiero tener que reemplazarla de nuevo –respondió enfatizando en las últimas palabras
Sindra –no seguirás resentida por eso o sí? –dijo sentándose en la cama
Afrodisia –aaaah no, claro que no –frunció el ceño –si me encanta que destroces mis puertas por solo el hecho de que “venía corriendo y no pude parar”
Sindra –fue un accidente
Afrodisia –tres
Sindra –bueno tres…y?
Afrodisia –como que “y”? por tu culpa he cambiado de puerta varias veces
Sindra –no sé de qué te quejas, si las otras eran horribles...esta me gusta –sonrió
Afrodisia –ay…que haré contigo –dijo riendo
Sindra –no puedes hacerme nada, tú me quieres jajaja
Afrodisia –si, si claro…ahora, cuéntame del mensaje que me mandaste ayer –se sentó junto a ella
Sindra –cierto! casi lo olvido
Afrodisia –porque no me extraña
Sindra –que mala…quieres que te cuente o no?
Afrodisia –de acuerdo, a ver dime
Sindra –bueno, lo que paso…espera! –dijo parándose de un salto
Afrodisia –que pasa?
Sindra –tengo hambre –la miró seria –que? No podemos empezar sin energías el día
Afrodisia –bueno, pero vamos rápido entonces…

Luego de algunas horas…

Afrodisia –ahora si? –ambas se sentaron en las raíces del árbol
Sindra –que impaciente, en fin…lo que paso fue…

Pasaban más de cinco horas desde que había dejado a su amiga en aquel callejón, miró el camino que tenía por delante. Los bares ya empezaban a llenarse. Ya que aun no quería regresar a casa decidió estacionarse y tomar un par de tragos en un bar que frecuentaba semanas atrás. Luego de haber dejado su moto se adentro al bar.

Barman –tu por aquí, como estas linda? –dijo el barman mientras servía unos tragos
Sindra –tu siempre tan confianzudo –lo miró seria –sabes que si sigues así te patearé el trasero
Barman –ok…ok... –rió –lo de siempre? –ella asintió –muy bien! –se quedo mirando alrededor mientras esperaba su trago –aquí tienes...? –la miró esperando a que dijera su nombre pero ella no dijo nada –como quieras…

Estaba tomando su cuarto trago cuando sintió como varios se corrían dejando espacio al costado derecho de ella, sin darle importancia siguió tomando
Barman –ey, tiempos sin verlos por acá…que quieren chicos? –notó como había dos chicos altos al lado de ella, no logró ver sus rostros debido al humo del local
Xx –tequila –dijeron a coro
Barman –salen dos tequilas –al instante les dejo sus tragos –ey…te sirvo otro? –pregunto mirándola
Sindra –si pero esta vez…que sea vodka –el asintió. Quiso mirar hacia el otro lado de la barra y al hacerlo se encontró con uno de los chicos, que miraba sus piernas –eh tu! Que andas mirando?! –al subir la mirada se encontró con unos ojos caramelo –ay no…la mala suerte me persigue –suspiró
Barman –aquí tienes –le dijo acercándole el vaso
Sindra –déjalo…ya me voy
Xx –tan rápido te vas?
Sindra –piérdete! –se bajo del taburete, pero al intentar irse noto que la tenía tomada de su brazo –juro que si no me sueltas te quedarás sin brazo! –el solo se limitó a sonreír
Xx –no seas maleducada quieres…cómo te llamas?
Sindra –no te importa, ahora suéltame! –se sacudió pero no logro soltarse
Xx –no que me quedaría sin brazo? –Rió –eh…hermanito, mira quien está aquí? –vio como el otro chico se volteaba –la recuerdas no?
Xx –si…mi moto aun está marcada –ella sonrió
Sindra –ooowww…que pena –aprovechó que ya no la agarraba tan fuerte y se soltó –adiós!

Rápidamente salió del ahora atestado bar y se fue corriendo hacia su moto. Le quito el seguro y la encendió pero justo cuando iba a irse alguien tomo el manubrio deteniéndola. Al fijarse se topo con….

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