jueves, 18 de marzo de 2010
Fic "Mein Engel" Capitulo 62 y 63
¿Había escuchado mal? ¿Casarme? ¡¿Me estaba proponiendo MATRIMONIO?! Creo que mi corazón si no es que late a mil por hora acaba de detenerse. En qué momento me perdí que ahora lo estaba viendo arrodillado pidiéndome que me case con él. Quería hablar pero no podía era demasiado lo que estaba pasando, yo me iría en unos días y lo que se le ocurre a él es casarnos pero…tiene sentido…creo. Si bien el lo había dicho me iba pero aprovecharíamos estos días para estar juntos y que mejor manera que estar unidos. Me fije en él, estaba ahí esperando mi respuesta, sudando, estaba temblando…tanto me quería?
De la nada lagrimas brotaron por mis ojos, trate de contenerme pero eran demasiadas emociones juntas, sentí como él con sus manos me quitaba las lagrimas. Lentamente una sonrisa se apodero de mi rostro…
Aqua: si…claro que sí!!!
Tom: en serio? –me reí
Aqua: claro que si tontito –me agache y le di un pequeño beso- te quiero
Tom: entonces –buscó en su bolsillo y saco una cajita- esto es tuyo –lo tome y delicadamente abrí la cajita, adentro había un anillo…me quede boquiabierta –pase la tarde buscando uno…espero que te guste –solo sonreí- puedo? –dijo señalando el anillo –asentí- ooh…ya veo…te comió la lengua el gato –terminó de ponerme el anillo y se levantó y tomándome de la mano me paré quedando junto a él –no sabes lo nervioso que estaba…ahora…solo siento felicidad
Aqua: yo…igual, no sabía porque hacías todo esto…te amo –nos miramos, pase mis brazos alrededor de su cuello y lo acerque para probar sus labios. Quizás no me crean si digo que ahora sentía distinto sus labios, era…diferente, no sé cómo explicarlo; sus brazos subían y bajaban acariciando mi espalda que estaba descubierta, sentí una electricidad recorrer mi cuerpo, el lo noto y solo se rió.
A partir de ahí olvide que me iba, olvide la pelea, TODO. Estaba feliz, muy feliz…demasiado feliz!!Quería gritarlo a los cuatro vientos, que todo el mundo supiera que estaba enamorada de Tom y que sería su esposa…esposa…Creo que ni en mis más locos sueños me imagine casarme, más siendo ángel, en nuestro destino solo estaba cuidar a la humanidad no convertirse en pareja pero eso ya no importaba, quizás me iba en unos días pero serían los mejores días y jamás los olvidaría.
Me contó desde que decidió preguntármelo, de que Bill y los chicos lo apoyaban, que Bill le ayudo a buscar el anillo, y me sorprendí cuando me contó que Yareth estaba de acuerdo y es más le ayudo, claro si él fue quien me compro el vestido y habló con Tom. Me alegraba, para mí era importante su opinión, el me ha cuidado siempre y que le haya dado su “bendición” a Tom para pedirme la mano es una buena señal.
Salimos del restaurante agradeciendo al señor y fuimos al auto. Estando en el auto no paraba de mirarlo, no podía creer todo lo que estaba haciendo por nosotros, cada día me sorprendía más. Cuando entramos a mi casa sonó su celular, lo puso en altavoz, escuche la voz de Bill preguntando “como te fue”, ambos sonreímos y Tom claro esta le conto que estábamos comprometidos, por unos segundos se escucho un silencio y luego un grito, nos felicito y luego quedamos en vernos en la tarde para festejar la noticia. Busque una ropa que él un día dejo para que se cambiara y no durmiera con lo que traía puesto, me cambié y ya listos nos acostamos. Hablamos un ratito pero el sueño nos venció y nos dormimos estando abrazados…
Bueno, ahora todo dependía de Tom. Salí de la casa dejando a Aqua, solo tenía la esperanza que todo saliera bien, la idea de casarse era algo descabellada pero los entendía. Con Amelia queríamos lo mismo pero nuestra relación tuvo un distinto curso que el de ellos.
Lo cierto es que si tenía que juntarme con Gabriel, solo que no sabía qué era eso tan “importante” que quería. Me encontré con él en el jardín, como siempre.
Gabriel: oh Yareth, que bueno que viniste
Yareth: si, para que me llamabas?
Gabriel: por varias cosas, como está Aqua?
Yareth: pues, con las practicas ha progresado excelentemente, ha estado algo tensa estos últimos días pero bien en general
Gabriel: si, el día que vino…fue fuerte…bueno tú ya sabes
Yareth: si…ya lo sé –los recuerdos vinieron a mí mente, suspiré- algo más?
Gabriel: si, hay algo más…hay algo que quiero mostrarte, acompáñame
Nos adentramos por los pasillos, pasamos varias habitaciones hasta que llegamos a una puerta que daba a unas escaleras hacia abajo que nunca había visto, claramente son partes a las que no tengo acceso. Bajamos por las escaleras hasta llegar a unas puertas de gran tamaño; nos detuvimos…
Gabriel: antes de entrar, necesito que ante todo me dejes hablarte primero de acuerdo?
Yareth: claro
Y sin más espera abrió la puerta de par en par, estando adentro vi que lo único que había ahí era como una cámara en forma de tubo y nada más. Cerró las puertas tras de mí y nos quedamos a solo unos metros de esa cámara. Lo miré esperando la explicación…
Gabriel: bueno, esto estoy seguro que no será fácil de asimilar asique te pido que no interrumpas, luego podrás preguntarme lo que necesites saber –asentí- ok. Antes que nada te quiero pedir disculpas, hace años, el día que me tocaba ver como ibas, fui yo quien te vio con Amelia, obviamente al volver al cielo notaron que algo sabía y se enteraron de tu relación con ella. El consejo se escandalizo, era un caos…jamás nos había pasado, un humano y un ángel juntos. Rafael inmediatamente mando llamarte, ese día…fue horrible…cuando él te hablaba de lo que tendrías que hacer, quisiera haber podido evitarlo…pero yo no tengo el poder para hacerlo…todos nosotros nos dolió tener que obligarte a tomar esa decisión pero las normas ya estaban puestas antes de nosotros y teníamos que obedecerlas. Todos estos años se que has sufrido, aunque no lo dijeras, en el fondo sabía que pensaba en ella y se cuanto te dolió cuando murió.
Yareth: todo esto no es necesario en serio –no quería escuchar más…mi corazón dolía con solo recordar- por favor…
Gabriel: no, tienes que escuchar esto…se que notaste que Amelia al morir…no fue al infierno pero tampoco estuvo acá, no pude responderte en aquel entonces porque tenía órdenes específicas de no hacerlo…recuerdas que el día que regresaste aquí tu le borraste la memoria no? –asentí- y que esos encantos son permanentes? –Volví a asentir- bueno…eso es lo que todos estos años hemos intentado solucionar…
Yareth: qué?!
Gabriel: si, se que suena descabellado…más porque esos conjuros son bien poderosos…por eso no son muy comunes de usar…pero…con utilizando los poderes de tres arcángeles…si se puede
Yareth: Gabriel…no se a que viene todo esto
Gabriel: lo que trato de decir es que…Rafael, Miguel y yo…hemos utilizado nuestros poderes para devolverle la memoria a Amelia –mi corazón paro de latir, era posible? Devolverle la memoria? Que…ella…me recordara?
Yareth: pero…ella…no está aquí en el cielo
Gabriel: siempre estuvo en el cielo…para ser más específicos aquí…-señalo la cámara- hemos tardado años…pero porque el conjuro es poderoso…aunque nos falta algo
Yareth: algo?
Gabriel: si, para que este completo…necesito que tu estés aquí…necesito hacer un último conjuro
Yareth: pero…ella…
Gabriel: no lo sabemos, su cuerpo ha estado mucho tiempo sin su alma que no es totalmente seguro…quieres intentarlo?
Si quiero? He querido estar junto a ella todos estos años que es como si todo esto fuera uno más de mis sueños. Con un poco de miedo asentí, no perdería nada en intentarlo, espero. Me acerque donde él me señalo y vi que abría la cámara y la pude ver, estaba igual cuando nos despedimos igual de hermosa. Como si los años no hubieran pasado por ella. Suspire.
Lentamente sentí como algo fuera extraído de mi ser, a lo lejos vi como Gabriel estaba enfrente de ella y decía unas palabras que no logré distinguir. De pronto fue como si me desconectaran y vi todo negro.
Sentía la cabeza pesada, como si me hubieran golpeado. Abrí lentamente mis ojos y vi el rostro de Gabriel, se veía preocupado.
Gabriel: perdón, no sabía que te sacaría tanta energía….como te sientes?
Yareth: como si me hubieran golpeado la cabeza
Gabriel: bueno, te caíste…asique si te lastimaste pero nada serio
Yareth: oh…supongo que no funciono –dijo triste
Gabriel: tranquilo, porque no vas al jardín…ya es de día y te podrías despejar
Yareth: eso creo –me pare y estaba por salir de la habitación cuando sentí como él me llamaba –que pasa?
Gabriel: nada, solo quería recomendarte ir por el lado del lago…ve por ahí
Yareth: claro
Salí de ahí, creo que lo menos que me importa es por donde camino. No debí hacerme ilusiones, el mismo me dijo que podría no funcionar, fui un tonto pero…por momentos pensé que si funcionaría y que la volvería a ver, que me reconocería. Que tonto. Resignado fui al jardín quizás una caminata como Gabriel me dijo me relajaría y porque no, vamos por el lago.
Mientras que caminaba pensé en Aqua, pensar que ella también pasara por esto. En fin, solo espero que no haya sido despistada para no decirle que sí a Tom, no me agrada mucho la idea pero él es un buen muchacho y sé que la hará feliz.
Estaba caminando por el puente que divide el lago cuando escuche a alguien cantar, la voz de una mujer. Fue como retroceder en el tiempo y volver a escuchar la voz de Amelia, ella siempre estaba cantando, no importaba si era una canción, ella lo cantaba. Cuando descansábamos en los parques ella acostumbraba cantarme, siempre me terminaba durmiendo y ella se enojaba, sonreí al recordarlo. Me iba acercando más y cada vez me asustaba más, si esto era una mala jugada de mi cerebro más valía que terminara, yo conocía esa canción…era una de las favoritas de Amelia, pero como? No sé que me paso por todo el cuerpo pero mis piernas por inercia empezaron a correr, quería ver quien era quien cantaba esa canción. Llegue cerca de un árbol, divise a una mujer, estaba de espaldas, tenía un vestido largo, el cabello era rojizo, ondulado, llegándole a la espalda. Frote mis ojos, y poco a poco me acerque, mi corazón latía fuertemente, me costaba respirar, tenía miedo…a que no fuera verdad.
Estando cerca de ella, carraspee para que notara de mi presencia, paró de cantar y se fue volteando. Cuando estuvimos frente a frente mis ojos no daban crédito a lo que veía, era ella…era Amelia…mi Amelia pero, a caso ella sabría de mi? Me recordaba? No debía pensar demás quizás no era lo que yo pensaba. Reaccioné cuando note que ya no estaba ahí sino a escasos centímetros de mí, por reflejo retrocedí…ella solo sonrió y acomodo unos cabellos atrás de su oreja. Quería decirle algo pero no sabía que, como se supone que le hablara? Creo que vio lo nervioso que estaba y ella hablo primero.
Amelia: hola
Yareth: emm…hola –muy bien, ahora que le digo? Ella solo me miraba pero yo no sabía qué hacer- eh…
Amelia: ha pasado tanto tiempo y solo tienes que decirme un hola?
Yareth: qué? –una lagrima rodo por mi rostro- tu…yo…pero…el dijo
Amelia: me contó todo, bueno…parte de –se acercó más a mí- no sabes cuánto te he extrañado –dijo y me abrazó. Me costó procesar todo lo que me estaba diciendo, o sea…había funcionado…ella…me recordaba, eso significa que aun me ama? –no dirás nada? Normalmente eres un parlanchín o al menos eso recuerdo
Yareth: no…es que, yo…no puedo creerlo...me recuerdas! –La abracé más fuerte y la cargue girando en círculos hasta que nos caímos –no sabes lo mal que la pase sin ti…viéndote cada día…y no poder hablarte o besarte –se movió quedando encima de mí
Amelia: bueno…ya no tienes por qué estar así, estoy aquí –no dijimos más y juntamos nuestros labios, ese beso que había estado anhelando por años, sentir sus labios al compás de los míos, su cuerpo con el mío. Ahora podríamos recuperar todos esos años perdidos….
----- º -----
Estuvimos recostados en la grama del jardín, no nos importo el frío, la oscuridad, solo nos importaba estar juntos. Después de tantos años separados no queríamos alejarnos ni un solo segundo, le conté lo que viví desde el día que nos separamos, lo que hice, las veces que la iba a visitar, cuando asistí a su funeral y como todas las noches pensaba en ella. Por su lado me contó su vida o lo que tuvo luego de olvidarme, todo lo que hizo, los chicos que quisieron estar con ella pero como a pesar de que rara vez salía sentía que no podía, que algo no la dejaba estar con alguien más. Eso me daba a pensar en cuán grande es nuestro amor que a pesar de todo se conservo por todos estos años. Todo lo que siento me cuesta explicarlo, aun no creo que ella está junto a mí abrazada a mi cintura mientras le acaricio el cabello, solo que no me importa, aun si fuera un sueño disfrutaré de él hasta que despierte.
Al despertar recordé todo nervioso voltee mi vista y no vi a nadie junto a mí. Un sueño, había sido tan real, había sentido sus manos posarse sobre mi cara, sus labios, había visto sus ojos pero ya no más. Fije mi vista en el sol que poco a poco iba saliendo dando sus primeros rayos, cerré mis ojos al sentir los rayos sobre mi rostro, me deje calentar por ellos. Fruncí el ceño al notar que alguien estaba tapando el sol, pesadamente abrí mis ojos y vi….a Amelia
Amelia: vamos dormilón –estiro su mano frente a mí, no…no fue un sueño. Sonreí y tome su mano, me paré y con las manos entrelazadas fuimos caminando hacia mi habitación. Cerré la puerta, al voltearme la vi mirando cada rincón de la habitación, no había cambiado en nada.
Yareth: por lo que veo sigues igual de curiosa –dije riendo, me miró y frunció el ceño, nunca le gustó que lo dijera
Amelia: sabes que no me gusta que me digas así –me dio la espalda y se acercó para apoyarse en el balcón que tenía el ventanal. Reí. Lentamente fui acercándome, rodee su cintura con uno de mis brazos, con el otro cuidadosamente le removí unos cabellos que caían por su hombro y le di un pequeño beso, se estremeció
Yareth: y eso? –apoye mi barbilla en su hombro esperando una respuesta
Amelia: no sé –rió coqueta, levante mi cara y se dio la vuelta, quedamos a escasos centímetros
Yareth: y….si ayudo a que estés segura? –Ambos reímos- te amo
Amelia: yo también
Nos quedamos así unos minutos, sin decir nada más…no era necesario. Aun en mis brazos fui caminando mientras le daba pequeños besos hasta que nos detuvimos, habíamos chocado con la cama. Suavemente fui subiendo mis brazos rozando su cintura, sus brazos hasta dar con su rostro, levemente tomo su barbilla e hice que me mirará, estaba sonrojada, tímidamente asintió. Tome con ambas manos su cara y la bese, no rápido, sin fuerza…suave, lento, queriendo grabar cada pequeño detalle de ellos en mi mente. Sentí como sus manos se deslizaban de mi cuello a mi espalda llegando a mi cintura para quedarse ahí, queriendo apegarnos más. Pase mis manos por sus rodillas y la cargué sin dejar de besarnos, con cuidado camine hasta dar con la cabecera de la cama y delicadamente la recosté, al separarnos abrió sus ojos de los cuales solo pude ver una inmensa alegría. Sin apoyar mi peso sobre ella quede encima, y volví a besar esos labios que deseaba tanto. Lentamente la pasión fue apoderándose de nosotros y la necesidad de profundizar el beso se hizo presente, abrí un poco mis labios y sin pedir permiso adentre mi lengua para acariciar la suya. Minuto a minuto nuestros cuerpos tomaban temperatura, nos separamos y la miré pidiendo permiso a lo que ella respondió posando sus labios sobre los míos. Retomando el beso mis manos se dirigieron al gancho que sostenía su vestido……
La habitación se encontraba a oscuras debido a que corrimos las cortinas del ventanal, la única luz que había era de una pequeña lámpara que estaba cerca de la cama, ella se encontraba dormida mientras yo hace unos minutos había despertado. Esta cubierta por las sabanas de mi cama, tan delgadas que puedo ver a la perfección las curvas de su cuerpo que no hace unas horas acaricie. En su rostro hay pequeñas gotitas de sudor, acercó mi mano y las quito. Me acerque a la lámpara y la apague, acercó mi cuerpo al suyo y al pasar mi brazo por si cintura recuesto mi cabeza sobre la almohada para descansar, ahora somos uno….
Luego de que Tom hiciera un desastre en la cocina por unos simples “panqueques”, estuvimos viendo tele hasta que llegó la hora y partimos hacia su casa para estar con los chicos. Ahora Tom se encuentra quejándose por el tráfico que hay, diciendo que es porque nadie sabe conducir etc, etc, etc. Así estuvimos la mayoría del camino, escuchando como gruñía, claro que no me gustaba porque se estaba enojando y por algo tan sencillo como eso asique al ver que parábamos por estar en rojo, no le dije nada, me quite mi cinturón, lo llame y antes de que dijera algo más lo calle con un beso.
Fue solo un roce pero luego no nos queríamos separar no fue hasta que escuchamos las bocinas de los carros que estaban atrás nuestra, volví a sentarme y seguimos nuestro camino, claro que sin más reclamos de parte de Tom. Por fin llegamos a su casa, bajamos y antes de que tocara la puerta ya estaba Bill abriéndola, al verlo pude ver que tenía una sonrisa enorme, apenas entramos se lanzo a los brazos de su hermano.
Tom: ¡Bill harás que me caiga! –Claro si se había trepado como un mono a él, de lejos solo reía -¡Bill!
Bill: ¡FELICIDADES! –Gritó- mi hermanito se casará!!! Siii!!! ¡Muchas, muchas, muchas felicidades!
Tom: no me casaré si sigues ahorcándome así –al escuchar esto Bill se bajó- mucho mejor…ahora sí, gracias hermano
Bill: no es nada…ahora –me miró- ¡CUÑADA! –Reímos- oooh…cuanto me alegro! Por un momento creí que este burro no se atrevería
Tom: ¡Ey! Gracias por hablar tan bien de mí –se tiró en el sillón- todavía no llegan?
Bill: no, dijeron que en unos minutos venían –se sentó en el sillón de al lado, me iba a sentar junto a Tom pero él me jaló antes de que me sentara haciéndome caer sobre sus piernas –por favor…eso guárdenlo para ustedes –me sonroje
Tom: envidioso –ambos se sacaron la lengua, iban a seguir pero el timbre sonó y Bill se levantó dejándonos solos. Traté de levantarme pero me lo impidió- nooo…no te vayas –me abrazó
Aqua: Tom…no puedo estar sentada así, vamos…
Tom: está bien –me soltó y logré sentarme, al mirarlo vi que estaba serio
Aqua: ay Tom, no te habrás enojado?...vamos…no te pongas así, amor…no te enojes si? –seguía dándome la espalda, le di un besito en su mejilla- Tom…en serio, perdón si? –me quede pensando unos segundos- si quieres…yo…
Tom: aja?
Aqua: bueno –rayos, me estaba colorando- si me sentaré en tus piernas… -vi que sonreía- pero no por mucho
Tom: ¡hecho! –se acomodo y me miró, reí y sin más volví a estar en sus piernas –te quiero
Aqua: si claro –reímos, lo abracé y le di un beso en su cuello, sentí como se retorció
Tom: me das cosquillas –dijo riendo, aprovecho y le volví a dar más cortos besos- no…ey…A…Aqua –ignore sus llamados y seguí besándolo, cada vez sentía que se tensaba más –no sigas… -susurró
Aqua: porque? –le di otro beso –hmm?
Tom: porque…-se acercó- no…responderé a lo que haga –me parecía o su tono de voz era sensual? Iba a responderle pero apareció Bill acompañado de Georg y Gustav…
Y más de lo mismo, al vernos nos felicitaron claro que no tan expresivamente como Bill. Pasamos toda la tarde bromeando, de rato en rato fastidiaban a Tom o tan solo nos hacían bulla cuando nos besábamos. Me sentía completa, en menos de dos días sería su esposa, lo demás no importaba solo estos días. Casi al final del día los gemelos recibieron una llamada de Simone, quedaron en ir conmigo para la cena.
Nos despedimos de Gustav y Georg que quedaron en estar presentes en la boda, lo cual ambos les agradecimos. Ordenamos un poco del desorden que habíamos causado en la sala y nos dispusimos a ir a la casa de sus papás. Estuve callada gran parte del trayecto y no era para menos, por lo que me habían dicho ellos no sabían absolutamente nada de la boda, y me parecía demasiado el caer de sorpresa y más ya avisando que en dos días no casaríamos. Tom parqueo el auto y bajamos, tocaron la puerta y esta vez Simone fue quien salió a recibirnos. Nos hicieron pasar a la sala porque la cena aún no estaba lista asique esperaríamos, mientras ella fue a bajar el fuego a la olla yo estaba sudando y no podía tener quieta las manos…
Tom: tranquila, todo saldrá bien
Aqua: no puedo evitarlo, que pasa si no le parece la idea?
Tom: igual me casaré contigo, quiero su apoyo pero aunque me digan que no…me casare contigo –me dio un beso, a los segundos apareció ella
Simone: me alegra que vinieran, Gordon viene en unos diez minutos que se atraso en el trabajo
Bill: muy bien
Tom: mama, hay…hay algo que quiero decirte
Simone: oh, sí? Solo espera que tengo que apagar la olla –se fue. Tom dio un suspiro, note que estaba nervioso quizás más que yo, entrelace nuestras manos para que sintiera confianza –listo! Ahora…que me ibas a decir hijo?
Tom: mama…-me miró- Aqua y yo nos vamos a casar –silencio. Después de que lo dijera nadie dijo nada, subí mi mirada y vi que su cara era como si hubiera visto un fantasma. Nos miró a ambos como si no se lo creyera o estuviera esperando que le dijeran que era una broma o algo por el estilo. Fijo su vista en Bill pero el asintió confirmando que era cierto. Dio un fuerte respiro y hablo
Simone: ¿Qué?...repítelo de nuevo Thomas
Tom: que nos vamos a casar
Escuchamos unos ruidos, al instante cruzando por la puerta apareció su esposo, Gordon y al ver nuestros rostros se asusto…
Gordon: ¿Qué pasa aquí? ¿Alguien ha muerto?
Tom: no, solo le contaba a mamá que me voy a casar
Gordon: ¡¿Qué?! Es…es en serio? –el asintió- ¡No lo puedo creer! ¡Felicidades! –un alivio recorrió por todo mi cuerpo, al menos a uno de ellos no le parecía tan mala la idea -¡Qué bueno por ustedes, se ve que se aman!...Amor no les dirás nada?
Simone: creo que todavía no me lo creo…mi bebé se casara –dijo sollozando- hace unos días tan solo corría por toda la casa jugando con sus juguetitos
Tom: mama… -se sentó junto a ella- no llores
Simone: perdón…es que, me pone muy feliz hijo –me miró- estoy segura que ustedes también lo serán
Aqua: muchas gracias
Simone: que les parece si seguimos hablando de esto en el comedor?
Al parecer malinterprete la reacción de Simone, cuanto más hablábamos más se alegraba y nos contaba de cuando ella se casó con Gordon, de cuando se lo propuso, los nervios que sintió ese día, fue muy bueno hablar con ella, me dio muy buenos consejos al igual que Gordon a Tom.
Eran las nueve cuando decidimos irnos, nos despedimos y al igual que los chicos nos dijeron que si iban, que estarían en la primera fila. Así, contentos por el resultado de la noche nos fuimos. Esta vez si me dejaron en mi casa aunque Tom no estaba de acuerdo pero antes de que pudiera convencerme llegó Yareth asique se quedo más tranquilo. Nos despedimos y se fueron.
Al entrar noté que la mirada que tenía Yareth era diferente, estaba feliz, no aguante y le pregunte el porqué de su felicidad. Cuando me conto lo de Amelia estaba brincando de alegría, sabía que él la extrañaba y el estar junto a ella de nuevo era lo mejor.
Estando en mi cuarto, me quede pensando; sería que si Tom y yo nos separamos podrían devolverle la memoria o tendríamos que vivir separados para siempre….
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