jueves, 25 de marzo de 2010
Fic "Mein Engel" Capitulo 73 (+18)
Desperté agitada y vi que ya había oscurecido, mire el reloj marcaba las siete de la noche, pfff que noche. Otra vez mi mente era atormentada por esa pesadilla que temía fuera realidad, acaso no dejaría de atormentarme? No puede ser que siga teniendo el mismo sueño, me da escalofríos pensar que pueda hacerse realidad. Sin moverme fije mi vista en Tom, dormía tranquilo cerca de mí, su pecho bajaba y subía suavemente, me recline y le di un beso en su mejilla. Me volvía acostar esta vez abrazándolo, quería sentir su cuerpo, saber que él estaba ahí conmigo. Al cerrar mis ojos las imágenes volvieron y temblé, acaso estos constantes sueños sean una…advertencia? Una advertencia de lo que en realidad pasaría? Acaso Tom…mi Tom moriría? No, no podía pensar tal cosa, el no moriría, yo jamás permitiría semejante acontecimiento, primero moría yo. Solo mañana, mañana terminaba mi plazo, solo tenía ese día para estar junto a Tom siendo feliz…antes de que me arrebataran mi felicidad. Como volver a dormir sabiendo que tenía tan poco tiempo para grabarme cada expresión, detalle de él, recuerdos que llevaría a lo más profundo de mi corazón para sobrevivir los años solitarios que veía en el futuro. Pero y nuestro hijo? ¿Cuál sería el destino de esta criatura que llevo en mi vientre? Me dejarían verlo? Con quien lo dejarían? Serían buenas personas? Lo amarían como lo hacemos nosotros? Lo cuidarían? Algún día sabría quienes eran sus padres? Sabría lo que tuvimos que pasar?
Abrí nuevamente mis ojos, la luna y las estrellas alumbraban débilmente la habitación, con cuidado me levante y salí al balcón. Contemple el cielo mientras aun en mi mente rondaban las preguntas, quien las respondería? Me abrace a mi misma dándome algo de calor, me sentía apagada, a pesar que se que Tom esta junto a mí en estos momentos me siento apagada, mi corazón sabe que al llegar el final de mañana una parte de mi morirá. Como estar feliz? Quisiera poder ser libre y vivir mi amor, criar juntos a nuestro hijo sin algún miedo. Pero no puedo caer, no puedo…tengo que seguir adelante, se lo prometí a Tom y aunque duela cumpliré con mi promesa. Levante nuevamente mi vista al cielo, cerré mis ojos y deje que el viento acariciara mi rostro; di un brinco al sentir unos pasos, al darme la vuelta lo vi.
Aqua: perdón…te desperté
Tom: está bien –me quedo mirando apoyado de la puerta del ventanal, estire mi mano y se acercó tomándola- que hacías aquí afuera?
Aqua: viendo el cielo…solo eso –lo abracé- te amo mucho –dije conteniendo mis lágrimas, con el embarazo estaba muy sensible y recordando lo que había estado pensando contribuyo más. Suavemente me separó de él y me miró, trate de ocultar la tristeza que sentía pero me fue imposible puesto que en segundos ya tenía unas cuantas lágrimas recorriendo mi rostro
Tom: sshhh…ya amor, ya pasara… -me rodeo con sus brazos y poso su rostro cerca de mi cuello- estoy aquí…tranquila
Aqua: te amo tanto –sollocé- quisiera que este día nunca se acabará…así el día de mañana jamás llegaría…
Tom: me duele verte así….pero…tienes que ser fuerte…tenemos que ser fuertes…más ahora…
Aqua: lo intento…en serio lo intento pero…me duele saber que pasado mañana en la tarde…ya no sabrás quien soy…y…nunca sabrás de nuestro hijo…me duele mucho Tom…
Tom: yo…-sentí como se le quebraba la voz- yo siempre…no importa lo que me hagan…para mí siempre existirás en mi corazón…no habrá nadie más…y…se que nuestro bebe…estará bien…se que tu cuidarás de él…-lentamente nos separamos, al cruzar miradas pude ver que el también estaba llorando, me destrozaba verlo así, ver como en sus ojos había mucho dolor…dolor que también se había apoderado de los míos. Alce mi mano y con cuidado quite aquellas lágrimas, me acerque a él y deposité un beso en sus labios, tome su mano y caminos dentro de la habitación. El estaba por acostarse pero lo detuve, me miró extrañado. Como él estaba ya sentado sobre la cama me senté a horcajadas en él y le susurre
Aqua: hazme el amor… -me separé de él y nos quedamos mirando unos segundos, en su rostro se formo una leve sonrisa y me abrazó. Mi cuerpo se estremeció al sentir el viento que se colaba por el ventanal, me aferre más a él. Sentí como corrió unos cabellos de mi cuello y fue dejando una línea de besos húmedos en mi hombro, bajo poco a poco esta vez solo rozando levemente sus labios contra mi piel, alce mi rostro dejándole libre para que me besara, se detuvo antes del nacimiento de mi pecho y subió hasta topar con mis labios que esperaban deseosos aquel encuentro. Al primer contacto pude sentir el frió del metal que poseía en su labio inferior; nuestros labios se movían sin presión alguna, queríamos disfrutar cada pequeño momento que tuviéramos.
No paso mucho rato y pude sentir su lengua intrusa acariciar la mía, era un pelea y nadie cedía. Al separarme di un pequeño mordisco al labio inferior arrancando un jadeo de su boca, al mirarnos sonreímos. Nos paramos y juntos nos adentramos al centro de la cama, pose mi mano sobre su pecho y poco a poco lo fui empujando hasta que se recostó. Me senté con una pierna a cada lado y fue besando su pecho, con mis manos iba acariciando en forma de masajes, al llegar a su cintura vi el contorno de su bóxer, con su mirada fija en mi se lo quité, subí nuevamente para besarlo pero al verlo no pude evitar que mis mejillas ardieran. Entre besos el me quitó también mi camisón quedándonos así ambos desnud0s, mientras que nuestras manos corrían libremente por nuestros cuerpos.
Con cuidado rodamos y el quedo encima de mí, mi pecho subía y bajaba sintiendo poco a poco como él iba entrando en mí haciéndome arquear la espalda debido al placer que dominaba lenta y tortuosamente cada fibra de mi cuerpo.
Quedamos así por unos minutos, sintiendo aquella unión tan fuerte, aquel lazo que unía nuestras almas convirtiéndolas en una sola, latiendo al unísono. Con movimientos suaves comenzó un vaivén de caderas, con cada movimiento en mí crecía un fuego que recorrió desde mi estomago hasta mi garganta dejando así salir un suspiro. Junto su rostro al mío, pude oír que decía “te amo” algo entrecortado, rodeo su cuello y le dije “también te amo”.
Sus embestidas en segundos aumentaron de velocidad haciéndome desvariar, me aferre más fuerte a él, moví mis caderas a su compás para acelerar la llegada del orgasmo, que hizo que ambos dejáramos salir de nuestros labios un gemido. Poso sus labios suavemente sobre los míos y dejo caer su cuerpo a mi lado, sin moverme mucho agarre la sabana y tape nuestros cuerpos, me acerque a él y me recosté sobre su pecho el paso un brazo rodeando mi cintura y nos dormimos…
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